Cuándo empiezan los niños a entender el sarcasmo y la ironía

Cuándo empiezan los niños a entender el sarcasmo y la ironía
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El sarcasmo y la ironía son dos elementos de la comunicación y el lenguaje que seguramente habrás notado que los niños pequeños parecen no comprender muy bien. Entonces, ¿a partir de qué edad empiezan a entenderlos realmente?

No existe una respuesta única para esta interrogante, pues son varios los factores que influyen en el proceso de adquisición de nuevas habilidades que les permitan a los niños comprender ciertos asuntos complejos, como es el caso de la ironía o cuando se habla con sarcasmo.

Sin embargo, sí hay algunas edades clave generales, como veremos a lo largo del artículo.

¿Qué son la ironía y el sarcasmo?

Antes de empezar a indagar en el proceso que implica su entendimiento, es importante que tengas claro en qué consisten estos dos conceptos.

Por un lado, la ironía es una especie de burla que se hace de manera indirecta, utilizando palabras o expresiones que refieren lo contrario a lo que se quiere decir realmente.

En cambio, el sarcasmo es el uso de la ironía para tratar de humillar o maltratar verbalmente a otros.

Es fácil comprender entonces por qué los niños pequeños no pueden comprender inmediatamente el uso de este tipo de expresiones, pues desde su inocencia, su lenguaje evidencia solamente aquello que realmente piensan o sienten expresándolo de manera directa y honesta.

“A los niños, antes de enseñarles a leer, hay que ayudarles a aprender lo que es el amor y la verdad”.
-Mahatma Gandhi-

¿A qué edad los niños entienden el sarcasmo y la ironía?

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Los expertos afirman que la edad promedio en la que se adquieren las habilidades necesarias para comprender el sarcasmo y la ironía es alrededor de los ocho años de edad, cuando el niño ya ha consolidado ciertas habilidades intelectuales que le permiten entender el uso de un lenguaje no literal.

Sin embargo, algunos estudios afirman que los niños desde una edad tan temprana como los cuatro años, son capaces de comprender la ironía aunque de manera un tanto limitada, pues generalmente se refiere solo al uso que se le da dentro de su entorno familiar cercano.

Esto se puede deber a que el niño está familiarizado con el lenguaje utilizado dentro del núcleo en el cual está creciendo; por esta razón, no solo es capaz de comprenderla, sino también de usarla de manera correcta.

La clave está en el lenguaje

La adquisición del lenguaje juega un papel fundamental en el desarrollo y adquisición de habilidades por parte de los niños que les permitan comprender la ironía y el sarcasmo.

Sin embargo, aunque el desarrollo del lenguaje es primordial para la comprensión del sarcasmo y la ironía, la misma requiere a su vez de otros procesos cognitivos avanzados que le permitan al niño entender lo que se dice fuera de un contexto literal.

Comprender el sarcasmo y la ironía requiere de una interpretación por parte del niño de las intenciones que tiene su interlocutor (lo que se conoce como pragmática), lo que lo convierte en un proceso complejo.

Además, deben poder tener un sistema conceptual un tanto extenso que les dé las habilidades necesarias para poder predecir y comprender lo que el otro le está diciendo o pueda decirle.

Por esta razón para muchos niños resulta muy difícil entender cuándo se les está hablando con tono irónico o haciendo uso del sarcasmo dentro de una conversación.

Sarcasmo, ironía y emociones

Cuando los niños no son capaces de comprender el uso de la ironía y el sarcasmo, su uso puede llegar a ser muy hiriente si tenemos en cuenta que lo que escuchen lo van a entender de manera literal.

Es muy importante evitar el uso de este tipo de expresiones del lenguaje con niños muy pequeños, pues solo les genera confusiones y en muchas ocasiones, malestares emocionales.

Pero no podemos estar siempre con ellos y eventualmente se encontrarán con personas que les hablen de manera sarcástica o irónica. Entonces, ¿qué podemos hacer para ayudarles?

Ironía y sarcasmo: ¿cómo ayudar a los niños a entenderlos?

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  • Explícale qué es la ironía y el sarcasmo. Puedes hacer uso de ellas en el día a día y se lo explicas para que empiece a comprenderlo.
  • Ayúdale a comprender la diferencia entre las mentiras y la verdad.
  • Haz juegos para que comprenda el concepto de lo contrario. Puede ser diciéndole ciertas palabras y pidiéndole que haga lo opuesto, por ejemplo: le dices levántate y él deberá sentarse y que cuando le digas siéntate, se deba poner de pie.
  • Enséñale a distinguir entre el humor sano y cuando esconde malas intenciones que buscan herir.

No olvides explicarle a tu niño que la ironía y el sarcasmo pueden herir los sentimientos de los demás y que es necesario saber en qué momento está bien hacerlo.

Además, ten siempre presente que no está bien usarlos para tratar de hacer sentir mal a los demás o para humillarlos de alguna manera.

“El sarcasmo es el último refugio de los que tienen la imaginación en bancarrota”.
-Cassandra Clare-

Desarrollo del lenguaje y las habilidades cognitivas

La ironía y el sarcasmo se entienden en la medida que el niño va desarrollando el lenguaje y las habilidades cognitivas que le permiten comprender las intenciones del otro, e incluso anticipar a su interlocutor, lo que puede requerir tiempo.

Como media, los niños adquieren estas habilidades alrededor de los ocho años, pero puede que desde una edad más temprana sean capaces de hacer uso de la ironía y el sarcasmo, comprendiéndolos de manera sencilla.

La influencia de diversos factores

Si tu hijo aún no comprende el uso de la ironía y el sarcasmo, no te angusties. Es un proceso que requiere tiempo para desarrollarse y consolidarse.

Además, ten en cuenta que en esto juegan un papel fundamental diversos factores, como habilidades cognitivas específicas y la consolidación de cierto nivel de lenguaje.

Ironía y sarcasmo en el Síndrome de Asperger

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Pero no todos los niños entienden igual la ironía o el sarcasmo, ni lo hacen al mismo ritmo; en este sentido, los niños y adolescentes con Síndrome de Asperger, por ejemplo, tienen dificultades para entender la ironía y el sarcasmo, ya que entienden el lenguaje siempre en su sentido literal.

Y es que en este trastorno del neurodesarrollo, que se incluye dentro de los trastornos del espectro autista, aparece una afectación de la comunicación verbal y no verbal (entre otras áreas afectadas).

Ironía y sarcasmo en las altas capacidades

Otro colectivo que presenta peculiaridades en la comprensión y el uso de la ironía y el sarcasmo es el de los niños y adolescentes con altas capacidades.

Estos niños suelen entender estos elementos del lenguaje mucho antes; además, presentan una tendencia a usar la ironía, así como los dobles sentidos, de forma particular, lo que hace que su humor sea peculiar y a veces, ácido.

Esto hace que las personas de su entorno, generalmente personas sin altas capacidades, puedan no comprender su humor, ya que estas están más acostumbradas a hacer un uso más convencional del humor.

El juego y el amor: buenos aliados

Si quieres ayudar a tu hijo a comprender de manera más fácil estos elementos de la comunicación, te recomendamos hacerlo mediante el uso del juego, como hemos explicado anteriormente.

Por otro lado, recuerda tratar siempre a tu hijo con mucho amor y respeto, teniendo en cuenta que el sarcasmo y la ironía pueden resultar ser muy hirientes, y más cuando no se comprenden muy bien.

“En cada niño se debería poner un cartel que dijera: Tratar con cuidado, contiene sueños”.
-Mirko Badiale-

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