Todos podemos cometer errores, este verano no bajemos la guardia con nuestros hijos

Todos podemos cometer errores, este verano no bajemos la guardia con nuestros hijos
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Ha llegado el verano, la estación preferida de muchos de nosotros y cómo no, las vacaciones tan esperadas y merecidas. Por fin un tiempo de relax, sin prisas ni horarios, tiempo para nosotros.

Pero no hay que olvidar que los niños siguen siendo niños y que aunque estemos de vacaciones los peligros siguen acechando, quizás más aún si cabe. No podemos olvidar que todos podemos cometer errores, este verano no bajemos la guardia con nuestros hijos.

Las diversas partículas no necesariamente con origen conocido que te encuentras en las playas.

Colillas, cristales y diversos objetos minúsculos, restos de fiestas nocturnas, parece que todo es engullido por la arena para ser redescubierto por tu hijo a la mañana siguiente. Que te descuidas y cuando giras la cabeza tienes a la versión infantil de Groucho Mars.

El verano espabila a los más despiertos

No se por qué, pero llega el verano y las habilidades motrices del crío avanzan tanto como en todos los meses anteriores. Así, ese bebé que apenas era capaz de gatear, ahora en lo que te pones a buscar la crema protectora, tu hija ha salido disparada hacia la toalla de las chicas que tienes al lado y está prestando bastante más interés en sus gafas de sol que en volver para que la embadurnes de crema.

También debemos tener en cuenta que si a nosotros nos cuesta andar sobre la arena, para los más pequeños es todo un triunfo y podría ser muy probable que pierdan el equilibrio y se caigan de morros llenándose de arena hasta el gaznate.

Si la playa está muy concurrida habrá que prestar especial atención a que no se pierda.

El mar

Las olas pueden ser muy divertidas pero son aún más peligrosas. Respetemos las banderas, ya habrá tiempo de disfrutar de un mar más bravío cuando sean un poco más mayores. El agua de mar, esa que para nosotros está asquerosa, está salada lo que la hace muy apetecible para los niños y puede provocar diarreas.

Las cabezaditas

Es importante que al menos haya siempre un adulto despierto y vigilante. Es muy fácil caer en la tentación de dormirnos aprovechando la siesta de los más pequeños pensando que cuando ellos se despierten, nosotros haremos lo mismo y no vamos a ser los primeros en llevarnos una sorpresa al descubrir que no es así. Tenemos que darnos cuenta que, sobre todo los primeros días, llevamos mucho cansancio acumulado y que el sol y el calor aumenta su efecto haciendo que durmamos más profundamente. No es necesario que nuestro hijo se vaya a explorar la playa por nosotros, basta con que se quede al sol jugando y termine con un bonito color rojo fuego.

Las tiendas de campaña para niños

Tan de moda estos años, hay que fijarse bien en la protección frente a los rayos solares y al calor que aportan a nuestros hijos. No todas ofrecen la misma protección ni sirven para todo.

El sol

Poco más se puede decir que no hayamos dicho ya o no sea de sentido común, pero algo que se nos suele olvidar es que las cosas metálicas cuando llevan toda la mañana al sol se calientan de tal manera que pueden llegar a marcarnos a fuego. Os lo digo por propia experiencia.

El rio

Un río es muy peligroso, incluso aquellos que han sido habilitados para el baño. Por eso es conveniente extremar las precauciones para evitar un disgusto serio. También hay que tener en cuenta más factores: las piedras, es decir, el fondo patina y puede hacer que cualquiera caiga al rio en una mala postura.

Al ser una zona de agua dulce, es el hábitat de un sinfín de moscas y mosquitos que pueden llegar a ser una pesadilla, sobre todo para los más pequeños o para los que son más sensibles.

También es importante vigilar que los pequeños no se metan en zonas peligrosas. Muchas veces se ven atraídos por objetos brillantes o de colores que hay en el fondo o en las zonas del centro de la corriente. Tampoco debemos olvidar que la corriente de un rio no es uniforme.

Evitemos que se metan de golpe en el agua si han estado jugando o llevan mucho tiempo al sol, sobre todo en los rios ya que la diferencia de temperatura es aún mayor.

Para finalizar, es conveniente si vamos a meter a nuestro hijo en el agua que le pongamos un pañal apto para el baño o simplemente no le pongamos nada, os aseguro que tan como rezan los anuncios, los pañales son muy absorventes.

Foto | ThinkStock
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