Vomitaba demasiado en el embarazo, los médicos la ignoraron y perdió a su bebé. Ahora esta científica ha identificado el origen de su enfermedad y una posible cura

Vomitaba demasiado en el embarazo, los médicos la ignoraron y perdió a su bebé. Ahora esta científica ha identificado el origen de su enfermedad y una posible cura
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A la doctora y genetista estadounidense Marlena Fejzo le dijeron que exageraba los vómitos durante su segundo embarazo para llamar la atención, que eran simulados. Finalmente, su bebé murió, y ella se empeñó en descubrir el origen, dedicando su carrera profesional a este objetivo.

Hoy, más de 20 años después, esta genetista ha descubierto el origen de la hiperémesis gravídica (HG), también en su forma más leve, algo que abre las puertas a la creación de un medicamento para remediar las náuseas y los  vómitos durante el embarazo.

Náuseas y vómitos durante el embarazo: la hiperémesis gravídica

Históricamente se ha culpado mucho a las mujeres que sufrían vómitos "excesivos" durante la gestación. Pero esta doctora y genetista ha dado con el origen del problema, el cuál conoceremos un poco más adelante.

Se calcula que el 80% de las embarazadas sufre náuseas durante los primeros meses de gestación, y que, entre un 1% y un 2% de ellas vomitan hasta 50 veces al día.

Además, este grupo del 1-2% pierden peso, se deshidratan y en los casos más graves, acaban hospitalizadas. Hablamos de una enfermedad incapacitante, llamada hiperémesis gravídica (HG), que afecta entre el 0,3 y el 2% de las gestantes. Y el mecanismo por el cual las mujeres tienen náuseas y vómitos durante el embarazo, era desconocido: hasta ahora.

La historia de Marlena Fejzo

Marlena Fejzo se quedó embarazada de su primer hijo en 1996, y no le dio mucha importancia a los vómitos, aunque fueron tan persistentes y violentos que la tuvieron postrada en la cama durante semanas. Le decían que "era lo normal", o que "exageraba". Lo vivió en silencio.

Pero la situación empeoró con su segundo embarazo, tres años más tarde. Es cuando empezó a preocuparse. "No podía moverme sin vomitar. No podía comer ni beber nada", explica en una videollamada para El País. "Me dieron siete medicamentos diferentes a la vez. Pero hacia el final ya nada funcionaba". El médico llegó a decir que era un mecanismo para llamar la atención de su marido y sus padres.

Llegó a perder hasta siete kilos durante este segundo embarazo, y no conseguía estar de pie ni encima de la báscula. Fejzo lo recuerda como una tortura, hasta acabar en una silla de ruedas y con una sonda intravenosa el tercer mes de embarazo. Finalmente, el bebé que esperaba murió.

Una carrera dedicada a la búsqueda del origen de este problema

Le costó tiempo recuperarse, pero finalmente volvió al trabajo y decidió dedicar su carrera a descubrir la verdadera causa de su enfermedad. Y este miércoles 13 de diciembre se ha publicado en la revista Nature el último estudio en el que ha participado.

Un estudio en el que también han participado expertos de la Universidad de Cambridge y que la acerca un poco más a comprender el origen de la hiperémesis gravídica durante el embarazo, que siguen sufriendo miles de mujeres.

La respuesta a por qué se producen vómitos durante el embarazo

El origen de esta afección es una hormona que actúa sobre el tronco del encéfalo, la GDF15, que es segregada por el embrión en sus primeras etapas de crecimiento. Así, la GDF15 es la responsable de las náuseas y los vómitos propios del embarazo, también de su forma más grave, la HG. De esta forma lo explican los autores del estudio:

"Nuestros hallazgos respaldan un papel causal del GDF15 de origen fetal en las náuseas y los vómitos del embarazo humano".

Hasta el momento, se pensaba que las mujeres que tenían unos niveles altos de la hormona GDF15 antes del embarazo no podían soportar el aumento extra que este conllevaba, y por eso desarrollaban unos vómitos excesivos. Sin embargo, este reciente análisis sugiere justo lo contrario.

"Lo que descubrimos es que hay mujeres que generan muy poca hormona o menos de lo normal. Y durante el embarazo, esta sube mucho. Al no estar acostumbradas, estas mujeres son hipersensibles al aumento"

La doctora explica que han hecho pruebas con ratones: "Les dimos esta hormona en una dosis baja antes de exponerles a una dosis más alta, similar a la del embarazo". Descubrieron que una exposición previa les hacía más tolerantes. Saber esto, según la genetista, ayuda a resolver el problema y a concienciar sobre su existencia.

El componente genético de la hiperémesis

También han descubierto el componente genético de la HG. Concretamente, Fejzo en 2005 advirtió que las mujeres que sufrían HG solían tener madres o hermanas con la misma afección, y fue cuando empezó a sospechar que podía haber un componente genético.

Entonces se asoció con la Fundación de Educación e Investigación sobre Hiperémesis (HER, por sus siglas en inglés) y con obstetras y ginecólogos en la Universidad del Sur de California.

Juntos realizaron una encuesta online con pacientes que habían sufrido HG, y en 2011 publicaron los resultados. Lo que vieron fue sorprendente, y era una prueba clara del componente hereditario de la enfermedad: las mujeres que tenían hermanas con hiperémesis presentaban un riesgo 17 veces mayor de desarrollar la enfermedad que las que no la tenían.

Queda mucho camino por recorrer, pero gracias a la historia de esta doctora, a su persistencia y esfuerzos y a sus investigaciones, y por supuesto a todos los investigadores que como ella siguen trabajando, la industria está más cerca de encontrar un fármaco potente para el tratamiento de este síntoma tan habitual y desagradable durante el embarazo.

Porque no, no es una exageración de las mujeres, es una realidad y como tal, merece respeto y acompañamiento dignos.

Foto | Portada (Marlena Fejzo, Fundación de Educación e Investigación sobre Hiperémesis)

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