Decálogo de la "Educación para todos"

Decálogo de la "Educación para todos"
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Hace unos días os hablábamos de un progrma de la UNESCO, UNICEF y otros organismos internacionales que pretendían la Educación para todos, acordando un compromiso mundial de dar educación básica de calidad a todos los niños, jóvenes y adultos.

El decálogo de la "Educación para todos" se detiene en los fundamentos de este programa, analizando las dificultades y las necesidades para su implantación.

Son de interesante lectura para darnos cuenta de lo necesario de una extensión educativa, así como de la demanda de implicación social y de los múltiples recursos que hacen que no sea tarea fácil.

La Educación para Todos es un derecho

En 1945, hace más de 60 años, los países que fundaron la UNESCO suscribieron una constitución en la que afirmaron estar “persuadidos de la necesidad de asegurar a todos el pleno e igual acceso a la educación”. Desde entonces, una parte de la misión de la UNESCO ha consistido en un esfuerzo encaminado a que esas posibilidades se hagan realidad.

La Declaración Universal de Derechos Humanos también postula que “toda persona tiene derecho a la educación” (Artículo 26). Durante todos los años transcurridos desde entonces, el propósito ha sido el mismo que ahora: dar a cada persona la posibilidad de aprender y beneficiarse de la enseñanza básica, no por un azar de circunstancias, no como un privilegio, sino como un DERECHO.

La Educación para Todos nos concierne a todos

Por iniciativa de la UNESCO y de otras cuatro organizaciones de las Naciones Unidas (el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), el Fondo de Población de las Naciones Unidas (FNUAP) y el Banco Mundial), los países del mundo se reunieron en 1990 en Jomtien, (Tailandia) para aprobar una nueva estrategia de educación básica.

En vista del escaso progreso logrado a lo largo del decenio, 164 gobiernos y entidades asociadas se reunieron de nuevo en Dakar (Senegal) en el año 2000, para ratificar su compromiso y aprobar los seis objetivos de la EPT. Estos objetivos reflejan una perspectiva global de la educación, desde el cuidado y el desarrollo de la primera infancia hasta la alfabetización y la adquisición de competencias para la vida activa por parte de jóvenes y adultos.

Tres de esos objetivos tienen plazo fijo: lograr que todos los niños completen una enseñanza primaria de calidad, aumentar en un 50% el número de adultos alfabetizados y suprimir las disparidades entre los sexos en la enseñanza, todos de aquí a 2015.

La Educación para Todos es indispensable para el desarrollo

La educación abre caminos a todas las personas y las comunidades. Es una de las bases para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio acordados en 2000, porque es esencial para dotar a los niños, jóvenes y adultos de los conocimientos y las competencias que les permiten tomar decisiones bien fundadas, mejorar su salud y nivel de vida, y lograr un medio ambiente más seguro y sostenible.

Como señaló en 1996 el Informe Delors, la educación nos permite aprender a ser, a conocer, a hacer y a convivir. Dicho de otro modo, la educación nos da la posibilidad de alcanzar nuestro máximo potencial en tanto que seres humanos. La construcción de un mundo de paz, dignidad, justicia e igualdad depende de múltiples factores, entre los cuales la educación es sin duda uno de los más importantes.

La Educación para Todos es, como su nombre indica, PARA TODOS

En el pasado, las niñas y las mujeres no habían disfrutado de las mismas posibilidades de recibir educación básica. Aun hoy, más del 55% de los menores no escolarizados son niñas y las mujeres representan dos tercios de los adultos analfabetos. Para compensar esta asimetría hacen falta esfuerzos especiales, desde la contratación de maestras que ayuden a las familias más pobres hasta la creación de contextos escolares más propicios para las niñas.

Otros grupos han sido también desatendidos: las poblaciones indígenas y las que residen en zonas rurales muy remotas, los “niños de la calle”, los inmigrantes y los nómadas, los discapacitados, las minorías lingüísticas y culturales, por sólo mencionar a unos cuantos. Las nuevas estrategias han de ajustarse a sus necesidades; no es razonable pensar que la situación de marginalidad que padecen va a subsanarse simplemente porque aumenten las posibilidades de escolarización formal.

La Educación para Todos a todas las edades y en todos los contextos

Los seis objetivos de la EPT hacen hincapié en la posibilidad de que cada persona se beneficie de la educación básica, desde los niños que participan en programas en el hogar y preescolares, hasta los adultos, pasando por los alumnos de la enseñanza primaria, los adolescentes y los jóvenes.

Nadie es demasiado joven para empezar a aprender y nadie es tampoco demasiado viejo para adquirir competencias básicas, como la capacidad de leer y escribir y las nociones aritméticas elementales. Puesto que la transmisión del conocimiento no siempre ocurre en contextos docentes formales, comienza mucho antes de la escuela primaria y prosigue a lo largo de toda la vida, debe alentarse a las familias y las comunidades para que fomenten entornos propicios a la educación.

De hecho, la educación básica para todas las edades refuerza la capacidad de las familias y las comunidades, y abre el camino de mayores opciones y posibilidades para la generación siguiente.

escuela chicas

La Educación para Todos es sinónimo de aprendizaje integrador de calidad

La motivación necesaria para aprender o vencer las dificultades que plantea el estudio, sólo es efectiva cuando la educación se percibe como algo que vale la pena, y esto depende de su calidad. Asistir a la escuela o participar en un curso no formal de educación para adultos debería dar por resultado la adquisición de conocimientos, competencias y valores que el educando pueda aplicar provechosamente, con la impresión de ser capaz de alcanzar objetivos que antes eran inaccesibles.

La calidad de la educación depende fundamentalmente del proceso de enseñanza/aprendizaje, así como de la pertinencia de los planes de estudio, la disponibilidad de materiales didácticos y las condiciones del entorno docente. Por consiguiente, se hace hincapié en la prestación de servicios educativos que respondan a las necesidades del educando y sean pertinentes para su vida.

La Educación para Todos está dando grandes resultados

El Informe de Seguimiento de la EPT en el Mundo, que se publica anualmente, supervisa los avances en la consecución de los seis objetivos de la EPT, compara la situación de la enseñanza entres los países y define las tendencias. Los últimos números del Informe aportan pruebas de los notables progresos realizados en la educación desde el año 2000 y demuestran que esas metas educativas son asequibles.

Hoy hay en el mundo más niños escolarizados que nunca antes, y el mayor número de niñas matriculadas en toda la historia, aunque no se cumplió el objetivo de lograr la paridad entre los sexos en 2005.

La tasa bruta de matrícula en la enseñanza primaria ha crecido considerablemente en el África Subsahariana y en Asia del Sur y del Suroeste, que son las regiones más distanciadas en la consecución de los objetivos. El número de alumnos de secundaria ha aumentado mucho (ha sido cuatro veces superior al incremento de alumnos de primaria).

En 70 de los 110 países que aportaron datos estadísticos el gasto público en educación aumentó como fracción del ingreso nacional. El progreso hacia otros objetivos como el de ampliar la protección y educación integrales de la primera infancia (Objetivo 1) y fomentar el acceso de jóvenes y adultos al aprendizaje y a programas de preparación para la vida activa (Objetivo 3) resulta más difícil de evaluar, pero es evidente que el esfuerzo está dando frutos.

La Educación para Todos afronta todavía muchos retos

En la actualidad, los adelantos en pos de los objetivos de la EPT no son lo suficientemente rápidos como para que todos los países cumplan con lo previsto de aquí a 2015. Según cómputos recientes, hay unos 75 millones de niños que todavía no están escolarizados y se calcula que alrededor de 776 millones de adultos (el 16% de la población mundial) no han tenido oportunidad de aprender a leer y escribir.

Millones de alumnos hoy matriculados dejarán los estudios o abandonarán la escuela sin haber adquirido siquiera las competencias básicas en lectura, escritura y aritmética. Además en muchos países la proporción de alumnos por cada maestro es de más de 40:1 y existe una escasez aguda de docentes: se calcula que en todo el mundo harán falta unos 18 millones de educadores más para lograr la enseñanza primaria universal de aquí a 2015.

También puede constatarse que la educación no beneficia a todos por igual y las oportunidades de aprendizaje de los adolescentes y los jóvenes no escolarizados siguen siendo escasas en muchos países en desarrollo. La pobreza, el aislamiento geográfico, el sexo, el idioma y la condición étnica son algunos de los obstáculos que entorpecen el progreso. Las tareas de aumentar el número y la calidad de los maestros, mejorar la gestión de las escuelas y del sistema educativo, llegar a los grupos menos favorecidos y marginados, y hacer frente a las consecuencias del VIH y el SIDA, requieren todas ellas medios más innovadores e intensivos de ofrecer posibilidades de aprendizaje.

La Educación para Todos necesita el apoyo de todos

Para alcanzar los objetivos de la EPT hace falta dinero, personal, competencias técnicas, instituciones operativas y, por último pero no menos importante, voluntad política. La UNESCO labora para mantener el impulso de la comunidad internacional mediante un Grupo de Trabajo y un Grupo de Alto Nivel sobre la EPT y lleva a cabo la coordinación de las actividades en el mundo entero.

Los organismos de ayuda y los bancos de desarrollo, como el Banco Mundial, están destinando cada vez más recursos a la educación, aunque todavía se dista mucho de alcanzar el importe que se considera necesario para lograr el objetivo de la educación primaria universal (una ayuda externa anual de 7.000 millones de dólares estadounidenses) por no hablar de los otros cinco objetivos.

La concertación es esencial: cada vez se otorga más importancia a lograr que la ayuda que sea coherente con los objetivos nacionales de desarrollo. La sociedad civil es un copartícipe fundamental, tanto para la recaudación de fondos como en la tarea de ofrecer alternativas de aprendizaje a los sectores desfavorecidos de la población. Es preciso fortalecer el intercambio de conocimientos, la colaboración y el aumento de capacidades, así como intensificar la coordinación, de modo que los esfuerzos conjuntos sean efectivos y los recursos se aprovechen de la manera más eficiente.

La Educación para Todos tiene un efecto multiplicador

Al mejorar la capacidad de la gente para iniciar, gestionar y mantener cambios positivos en su vida, la educación tiene un gran efecto multiplicador que aporta beneficios duraderos a las familias y las comunidades. Pero el efecto contrario también es real, ya que en general hay el doble de probabilidades de que una madre carente de instrucción no envíe a su hijo a la escuela a que lo haga una que ha recibido cierta educación.

De manera que la educación para todos es fundamental y es además la base para dar a todas las personas mejores posibilidades de éxito y superar la discriminación por motivos de sexo y otras modalidades de la injusticia.

En definitiva, el decálogo de la Educación para todos es un recordatorio del mucho camino que queda por recorrer pero también de que, paso a paso, se van logrando los objetivos hacia una educación universal.

Vía | UNESCO Fotos | cambodia4kidsorg y hellochris en Flickr-CC En Bebés y más | Una escuela en la caverna, Hay otras escuelas infantiles, Sobre la escolarización infantil

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