El dolor de barriga del bebé: ¿qué podemos hacer?

El dolor de barriga del bebé: ¿qué podemos hacer?
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El llanto de un bebé nos dice muchas cosas porque es la única manera que tiene de hacernos saber que no está a gusto y que nos necesita. Nos dice que tiene hambre, sueño, frío, calor, que se siente indefenso y quiere estar con nosotros y a veces nos dice también que está muy saturado y no puede más (lo que parece que son los cólicos del bebé) o que le duele la barriga o le molesta algo.

Lo de que le duele la barriga es lo que acabamos suponiendo los papás, porque el bebé se arquea, se pone muy rojo como tratando de hacer caca y, sin embargo, no lo consigue. Entonces les cogemos en brazos, en la posición anticólico y parece que se calma completamente, o solo un rato, pero a veces no sirve de nada y los episodios de llanto siguen y siguen y nuestro desespero aumenta y aumenta. ¿Que cuál es la posición anticólico? ¿Que por qué le duele la barriga? ¿Que qué podemos hacer? Vamos a verlo.

La posición anticólico

No sé si se llama así en realidad, pero es una posición que a los bebés les gusta mucho porque con ella les sujetamos la barriga, les producimos un poco de presión en ella y parece que eso les ayuda con los retortijones y los gases. Es una posición que a los padres nos gusta mucho porque así podemos llevarlos de manera segura con una sola mano.

Posición anticólico

Aquí, en la foto, veis al bebé totalmente relajado sobre el brazo de su padre. La variante que ofrece más autonomía a los papás es poner la espalda del bebé contra nuestra barriga y cogerlo, en realidad, con la otra mano, la del brazo que queda donde está la cabeza del bebé. Así con solo un brazo le sujetamos la cabeza, que queda en el pliegue del brazo y antebrazo y la mano llega hasta su ingle, de donde acabamos acompañando la sujeción.

¿Por qué les duele la barriga?

Esta es la pregunta del millón. Lo primero que habría que saber es si de verdad les duele la barriga, porque muchas veces parece que sí, pero en realidad lo que están es estresados, agobiados. Siempre se ha dicho que los cólicos del atardecer y anochecer eran por molestias en la barriga, pero yo siempre digo que si así fuera, llorarían también por la mañana, al mediodía y/o por la noche. Eso de llorar casi siempre por la tarde, casi siempre a la misma hora, es demasiado sospechoso y suena más a ese agobio que comento, al cansancio de todo el día, de todos los estímulos recibidos (voces, olores, sensaciones al tacto, ruidos, etc.), que todavía no entienden y no saben gestionar, y llega un punto en que sus inmaduros cerebros "explotan" en llanto.

Pero bueno, pongamos que sí, que les duele la barriga. Vemos que lloran, que se arquean, que se ponen rojos, que están intentando hacer caca (parece) y no lo consiguen. Si solo lo hacen de vez en cuando, coincidiendo con que llevan ya unas horas o más de un día sin hacer caca, está claro, quieren soltar lo que llevan dentro pero no lo logran.

Esto es por inmadurez, por no ser capaces de apretar para hacer caca y de relajar el esfínter al mismo tiempo. Si cuando hacen caca, ésta es líquida o semilíquida con grumos, la dificultad de hacerla no radica en la textura de la caca, sino en su incapacidad de apretar y "abrir el culillo". "Tanto escándalo, tanto llanto y tanto apretar para luego hacer la caca líquida", dicen muchos padres que esperan, después del numerito, una gran bola. Pues eso, a la que pase el tiempo y el bebé sea un poco más mayor estará resuelto.

Dolor de barriga en el bebé

Puede ser también que les duele la barriga por gases, porque al comer tragan aire. Si el bebé toma el pecho hay que valorar la toma y asegurarse de que cuando mama no hace chasquidos, es decir, que no le está entrando aire entre la boquita y el pecho. Si los hace, el agarre es incorrecto y hay que solucionarlo, y mientras tanto poner siempre al bebé para que haga el eructo, pues habrá tragado mucho aire.

Si no hace chasquidos, si sella bien la boca con el pecho, no suele hacer falta que haga el eructo porque no ha tragado aire, aunque en realidad depende un poco del bebé. Hay bebés que maman perfectamente y, por lo que sea, tienen aire que luego echan con un eructo al acabar la toma (a veces es aire que han tragado al llorar cuando pedían el pecho, porque mamá ha llegado tarde).

Otra de las posibles razones de que les duela la barriga es la lactosa. A veces puede pasar que el bebé mama de un pecho y que, antes de acabar la toma, la madre lo cambie al otro pecho. Esto es habitual cuando se siguen indicaciones del tipo "10 minutos en cada pecho", porque el bebé es retirado del pecho cuando ha tomado la leche del principio de la toma, más rica en lactosa y proteínas, y puesto al otro pecho para tomar más leche del principio en vez de la leche del final del primer pecho, donde había menos lactosa y más grasas y calorías. La lactosa tiene que digerirse por acción de una enzima digestiva llamada lactasa, y si llega demasiada lactosa y la lactasa no es capaz de descomponerla toda, puede haber malestar abdominal (lo que les pasa a los intolerantes a la lactosa cuando la toman).

También puede ser que al bebé le duela la barriga por ser intolerante a la lactosa o por tener alergia a la proteína de la leche de vaca. Si el bebé es amamantado, muchas de las cosas que come su madre llegan a formar parte de la leche materna y es habitual que un bebé llore cuando mama, o cuando acaba, por culpa de algún alimento que come la madre. El más habitual, aunque no es el único, es la leche de vaca. Si al bebé le sienta mal algún componente de la leche de vaca, aunque él no la tome, tendrá molestias por la cantidad que le llega a través de la leche de la madre.

En caso de que el bebé tome leche artificial puede suceder lo mismo, las fórmulas de bebé provienen de la leche de vaca, así que, aunque modificadas, en caso de alergia a la proteína o en caso de intolerancia a la lactosa, llorará al tomar leche de fórmula normal, por el dolor de barriga que le produce.

¿Qué hacer en caso de que el bebé tenga dolor de barriga?

Dolor de barriga en el bebé

Pues lo primero tratar de encontrar la causa. Si el llanto es solo cuando quiere hacer caca no se puede hacer mucho más que esperar a que crezca un poco, madure y domine más el tema de apretar y relajar el esfínter. Si llora porque la caca es dura, entonces habrá que trabajar sobre eso, buscando la causa del estreñimiento y posibles remedios.

En caso de que el llanto sea por gases, lo dicho, tratar de que la toma en el pecho sea correcta, darle el pecho antes de que llore, si puede ser, y en caso de que veamos que tiene aire igualmente, favorecer que eche el eructo. Si toma biberón, buscar alguno con válvula para que el aire quede arriba y no en la parte de la tetina, para evitar que el bebé trague aire.

En caso de que sospechemos que toma demasiada lactosa de la leche materna, lo ideal es olvidar el reloj y dejar de controlar el tiempo que el bebé mama de cada pecho. Dejarle que tome un pecho hasta que se eche para atrás, o si notamos que de ese ya no saca, entonces darle el otro.

Si todo parece venir de algo que come la madre, pues empezar a pensar qué puede ser, por si encontramos el patrón (a veces no es la leche y es el melocotón, o las lentejas, o el plátano, o vete a saber). Si no lo hallamos hay que intentar descartar la leche de vaca, que suele ser lo que les sienta mal. Esto se hace eliminando por completo los lácteos. Ni leche, ni yogur, ni queso ni nada que en su composición lleve proteínas de leche de vaca. Vamos, que hay que mirar los ingredientes de todo y no comer nada que lleve leche. Nada de nada, porque si la madre toma un poquito y el bebé llora, ya no sabrá si llora por ese poquito o porque llora por otra causa.

Una vez retirados todos los lácteos, esperar una semana, por ejemplo, para notar el cambio en el bebé. Si sigue llorando, pues no es eso. Si deja de llorar, entonces hay que volver a tomar lácteos, los que la madre quiera, sin restricción, para ver si el bebé vuelve a quejarse y a llorar (porque podría ser que al dejar la leche dejara de llorar, pero que al volver a tomarla no empeorara y entonces la mejoría no es por la ausencia de leche en la dieta de la madre).

Y si nada de esto funciona, pues habrá que hablar con el pediatra por si el bebé llorara por otra cosa. Una intolerancia, que tenga reflujo y los ácidos digestivos le molesten en el esófago, que sea una cuestión de carácter o manera de ser, que tome leche artificial, cuyas digestiones son más pesadas que la leche materna, y que le estén dando más de la que le cabe, que tenga una infección de orina que hace que cada vez esté más irritable o tantas otras cosas que pueden hacer llorar a un bebé.

A veces pasan los días y las semanas y un buen día dejan de llorar tanto. Así son los bebés, así sufren y así sufrimos los papás intentando que estén lo mejor posible dando, muchas veces, palos de ciego en busca de la causa, esa que a veces ni encontramos.

Fotos | Thinkstock
En Bebés y más | Calmar el dolor del recién nacido, Cómo calmar el llanto del bebé

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