Camilo cuenta que Evaluna se comió la placenta tras el parto, aunque la ciencia asegura que no tiene ningún beneficio (y hasta podría ser peligroso)

Camilo cuenta que Evaluna se comió la placenta tras el parto, aunque la ciencia asegura que no tiene ningún beneficio (y hasta podría ser peligroso)
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El cantante Camilo acudió al programa de televisión "La Resistencia", emitido en Movistar+, para promocionar su nuevo disco. Sin embargo, acabó hablando también del parto de su hija, que tuvo lugar en abril de este mismo año con la ayuda de una 'doula'.

Durante el programa, hizo una confesión impactante: que su mujer, Evaluna, se comió la placenta de su hija, Íñigo.

Según las propias palabras de Camilo: "A mi esposa se la encapsularon y se la comió".

"Mi esposa dio a luz en la casa y la doula, que es la que preparó todo, nos preguntaba qué queríamos y nos ofreció toda la gama de posibilidades".

Según él mismo explica en el programa, fue la doula la que se encargó de encapsular los trocitos de placenta que se comió Evaluna.

Placentofagia: masticar y tragar la placenta

Hablamos de la placentofagia, la acción de masticar y tragar una placenta humana.

Sin embargo, aunque exista el mito, o la creencia difundida, de que esta acción puede ayudar a prevenir la depresión postparto, o a mejorar el estado de ánimo de la madre y su salud, por los nutrientes que contiene, lo cierto es que la ciencia nunca ha demostrado estos datos.

El testimonio de Camilo

Camilo explicó que aunque el parto fue largo, también fue precioso, y lo hizo con estas palabras:

"Fue largo, pero fue precioso. Enamorado de mi esposa y devoto a ella antes, pero después el nivel de respeto y admiración..."

Puedes ver su testimonio completo en este vídeo (desde el minuto 5'10'' empieza a hablar del meconio del bebé y en el minuto 5'45'' hace la afirmación de la placenta).

Placentofagia: una práctica que no conlleva beneficios y que podría ser peligrosa, según la ciencia

En la actualidad podemos afirmar que no hay estudios o artículos científicos que demuestren que comerse la placenta tenga efectos positivos sobre el organismo humano.

Todos estos supuestos beneficios han sido rechazados por el Centro Northwestern Medicine de Chicago, que realizó una revisión de diez estudios recientes (seis en animales y cuatro en humanos) sobre la placentofagia.

Los resultados del estudio no permitieron respaldar ninguno de los beneficios asociados a comerse la placenta, ni cruda, ni cocida ni encapsulada.

Por su parte, Crystal Clark, una de las autoras de otro estudio, publicado en Archives of Women's Mental Health, afirmó lo siguiente:

"Existe gran cantidad de informes subjetivos de mujeres que han percibido beneficios, pero no hay ninguna investigación sistemática sobre los beneficios o riesgos de ingerir la placenta (...)."
"No existen datos que respalden las afirmaciones de que la placentofagia ayuda a mejorar la lactancia, facilitar la contracción uterina o modular los niveles de hormonas (es decir, prolactina, estrógeno, progesterona, oxitocina) en humanos."

Consumir la placenta humana podría ser peligroso

Otro estudio, del 2019, publicado en el Journal of Obstetrics and Gynaecology Canada, siguió la experiencia postparto de un grupo de 138 mujeres con trastornos del estado de ánimo durante una década, con el objetivo de descubrir si el hecho de consumir placenta influía de forma positiva.

Entre los aspectos que se analizaron para conocer si realmente la placenta era beneficiosa, estaban los síntomas de depresión, los niveles de vitamina B12, los niveles de energía y la facilidad o dificultad que tuvieron las mamás con la lactancia, pues está difundida la creencia de que consumir la placenta ayuda en todos esos aspectos.

Tras diez años de seguimiento de estas mujeres, los investigadores llegaron a la conclusión de que no había ninguna diferencia entre quienes habían consumido la placenta y quienes no lo habían hecho.

Los investigadores, además, recordaron una advertencia importante que se ha hecho en torno a la placentofagia, emitidas por el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de EEUU y por el Departamento de Salud de Canadá; y es que esta práctica podría ocasionar infecciones tanto en la madre como en el bebé.

Y en sus conclusiones los investigadores detallaron lo siguiente:

"Dados los riesgos asociados con el consumo de placenta y la ausencia de beneficios detectables, recomendamos fuertemente a las mujeres que no lo hagan, y en su lugar busquen otros recursos de salud mental."

Riesgo de infección

Pero, ¿por qué más es peligroso comerse la placenta? Por un lado, es importante saber que la placenta no es estéril, y que puede contener virus y bacterias (de ahí las posibles infecciones que mencionábamos).

El caso de un bebé que enfermó

En relación a ello, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) advirtieron sobre los riesgos de esta práctica al publicar un informe sobre un bebé que enfermó porque su madre había tomado pastillas que contenían su propia placenta deshidratada.

Después de nacer, el bebé presentó problemas respiratorios. Al realizarle las pruebas médicas le detectaron una infección en la sangre causada por el estreptococo del grupo B, una bacteria que puede ser mortal para un recién nacido.

El niño fue tratado con antibióticos y dado de alta. Sin embargo, días después volvió a ser ingresado porque no mejoraba y fue ahí cuando descubrieron que la madre había consumido pastillas con su placenta (dos cápsulas, tres veces al día).

Al analizar dichas cápsulas, encontraron en ellas la misma bacteria que había infectado al bebé transmitida a través de la leche materna.

En conclusión

En definitiva; tanto los CDC como otras fuentes oficiales y los diferentes estudios sobre el tema recomiendan no ingerir la placenta después del parto, ya que no existen estándares para procesar la placenta para el consumo.

Además, el proceso de deshidratarla y convertirla en pastillas no elimina los patógenos infecciosos.

Una moda extendida entre muchas famosas

Esta práctica de la que hablamos, de comerse la placenta, está más extendida de lo que pensamos. Sobre todo, entre algunas famosas que ya lo han hecho, como Jennifer López, Kim Kardashian o Hillary Duff, entre otras.

Además, el impacto aún es mayor aquí, porque son noticias que todos acabamos viendo en los medios. Pero no por ello debemos "validar" estas prácticas, al contrario, debemos cuestionarlas.

Así, es importante informarse sobre todo esto y no recurrir simplemente a los tópicos, a las creencias extendidas en la sociedad en torno a estos temas o a lo que hacen los famosos, ya que está en juego nuestra salud y la de nuestro bebé.

Fotos | Portada (freepik)

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