Siete claves para dejar a un lado los nervios y afrontar con éxito los exámenes de EBAU

Siete claves para dejar a un lado los nervios y afrontar con éxito los exámenes de EBAU
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Casi 300.000 estudiantes de 2º de Bachillerato se enfrentan estos días a la EBAU (Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad), la antigua selectividad o PAU (Prueba de Acceso a la Universidad). Los primeros serán los alumnos de Madrid, Cantabria, Murcia y La Rioja, que empiezan este mismo lunes. Otras comunidades, como Cataluña, empiezan el 7 y acaban el 9 de junio.

Es una prueba muy importante porque determinará, en gran medida, qué estudiarán y dónde. La prueba supone el 40% de la nota para el acceso a la universidad, y la media de Bachillerato representa el 60% restante.

Se juegan mucho, y es normal que se pongan nerviosos. Pero es recomendable tratar de mantener la calma y no afrontar el examen como un peligro o una amenaza. Damos algunas recomendaciones para ayudarlos a afrontar bien estos exámenes.

Consejos para ayudar a los adolescentes a afrontar este examen

1. Desayunar bien y llegar con tiempo

Es muy importante que desayunen bien (algo saludable pero contundente, que les proporcione energía, como una pieza de fruta, un zumo, un bocadillo y un vaso de leche, por ejemplo).

Deben ir con energía para que su cerebro rinda adecuadamente, ya que afrontan una prueba exigente (el cerebro necesita la glucosa de los alimentos para funcionar bien). Por otro lado, para evitar incrementar los nervios de "llegar tarde", es importante ir con antelación al examen, es decir, llegar con tiempo.

2. Mantener la calma

Los nervios ante un examen son totalmente normales, y, de hecho, ese "pico" de nervios les puede ayudar a activarse, a estar alerta y a centrarse en las preguntas, obviando los estímulos irrelevantes. Sin embargo, cuando esos nervios son excesivos, pueden producir el efecto contrario, y perjudicarles.

Por eso, es importante mantener la calma antes de entrar al examen. Realizar dos o tres respiraciones profundas antes de entrar les puede ayudar a regular el sistema nervioso autónomo y relajarse.

3. Hacer un examen limpio y ordenado

Es así; el orden tranquiliza, ayuda a fijar la atención y a confiar. Además, también ayuda al profesor que corrige a "mirar el examen con buenos ojos", ya que un examen libre de tachones y limpio denota confianza en uno mismo.

Por ello, animemos a nuestros hijos a hacer un examen limpio, conciso y ordenado. Pueden también subrayar los conceptos más importantes si eso les ayuda.

4. No repasar conceptos justo antes del examen

Está demostrado que repasar justo antes del examen solo aumenta la ansiedad, y hará que el alumno dude de aquellas cosas que "no se sabe a la perfección". Y aunque tengan la sensación de que "están repasando", no es cierto; eso que leen antes de entrar al examen, no lo van a retener.

Lo que hayan aprendido de verdad (en las semanas anteriores al examen), ya lo tendrán en su memoria a largo plazo. Así, lo ideal es que, las horas previas al examen, incluso el mismo día, ese día ya no lo dediquen a estudiar, sino a estar tranquilos, desconectar y hacer otras cosas. Esto evitará que se pongan más nerviosos antes de entrar al examen.

5. Tratar de responder a lo máximo

Se recomienda responder el máximo número de preguntas, y solo dejar en blanco aquellas en las que duden de todas. Aunque los errores descuenten. Si dejan muchas en blanco, esto les impedirá sacar una nota "competitiva" con el resto de alumnos, una nota que les permita escoger la carrera que desean.

Por otro lado, no olvidemos que el examen incluye tanto preguntas abiertas como semiabiertas y de opción múltiple (tipo test), con lo que, en las abiertas y semiabiertas, siempre pueden introducir el tema y desarrollarlo aunque no lo sepan a la perfección.

6. Revisar antes de entregar

Es muy importante que revisen el examen antes de entregarlo, porque a veces, por cuestión de nervios, pueden olvidarse alguna pregunta, y más en las preguntas tipo test, donde es fácil pasar por alto alguna pregunta en blanco.

Además, ¡da mucha rabia no responder a algo que ya sabemos! Y es una forma "tonta" de perder puntuación. Así que, al finalizar el examen, tranquilidad, respirar, repasar y entregar.

7. ¡Confianza!

La mayoría de los alumnos que llegan al examen están bien preparados. De hecho, haber superado el bachillerato ya es un mérito, y una "prueba" de que pueden afrontar las EBAU con un mínimo de garantías. Por ello, es importante que puedan hacer uso de su autoconfianza, confiando en ellos mismos.

Es momento de demostrar todo el esfuerzo invertido y de "disfrutar" de esta pequeña victoria que es realizar un examen que se ha preparado bien. La confianza es clave, ya no tanto para obtener un buen resultado, que también, sino para poder hacer los exámenes de forma tranquila y serena.

Foto | Portada (Freepik)

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