Tabla de rutinas para fomentar la autonomía del niño: cómo poner en práctica con éxito esta herramienta de la Disciplina Positiva

Tabla de rutinas para fomentar la autonomía del niño: cómo poner en práctica con éxito esta herramienta de la Disciplina Positiva
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Desde que son bebés, los padres enseguida nos damos cuenta del efecto positivo que las rutinas tienen en la vida de nuestros hijos. Por eso, procuramos siempre respetar sus horarios de comida y sueño, y establecer ciertos hábitos diarios que sabemos que les proporcionan calma y contribuyen a su correcto descanso.

Pero a medida que van creciendo, las rutinas continúan siendo igual de importantes y necesarias para los niños, no solo porque les ayudan a organizar su día a día y les aportan seguridad, sino porque además, las rutinas fomentan su autonomía y sentido de la responsabilidad.

Por eso, una de las herramientas estrella de la Disciplina Positiva son las tablas de rutina. Te explicamos cómo pueden ayudarnos en nuestro día a día y cómo ponerla en práctica con éxito.

Las rutinas son beneficiosas para los niños

Las rutinas tienen importantes beneficios para los niños y también para el buen funcionamiento del hogar.

Para empezar, contribuyen a aumentar su seguridad y confianza, así como su autonomía e independencia. Y es que saber qué rutina o hábito toca poner en práctica en cada momento permite a los más pequeños acometer las tareas por sí mismos, evitando las órdenes, los conflictos familiares y las luchas de poder.

Todo ello va a repercutir de forma positiva en la autoestima de los niños, y por consiguiente en su felicidad.

En resumen, que los niños tengan rutinas, las interioricen y las cumplan contribuye a su sano desarrollo y mejora el clima de convivencia familiar, volviéndolo más relajado y respetuoso con los ritmos de la infancia.

Cómo hacer una tabla de rutinas para niños

Podemos poner en práctica la tabla de rutinas a partir de los tres años, aunque al principio debemos ser muy simples con las rutinas registradas y apoyarnos en elementos visuales (dibujos, pictogramas, fotografías...) para que el peque lo entienda. A medida que vaya creciendo, nuestra tabla de rutinas se irá haciendo más compleja e incorporaremos más tareas, diferentes franjas horarias...

Es importante que cada tabla de rutinas registre las actividades que el niño debe hacer de forma encadenada, lógica y adecuada a su edad.

Cómo hacer una tabla de rutinas paso a paso:

1) Identifica el momento del día en el que necesitéis reforzar las rutinas

rutinas

Lo primero que debemos hacer es identificar aquellas rutinas que el niño ya tiene interiorizadas y aquellas que hace falta reforzar con una tabla visual.

Por ejemplo, en algunos hogares los conflictos surgen cuando toca irse a la cama, pues los niños se dispersan con las tareas que deben acometer y eso acaba retrasando el momento de dormir, con el consiguiente enfado de los padres.

Otras veces el conflicto surge en el momento de hacer los deberes escolares, vestirse, asearse o actuar con autonomía por las mañanas para evitar las prisas antes de ir al cole.

También podría ser necesario preparar una tabla de rutinas exclusivamente para una época concreta del año, como por ejemplo las vacaciones.

2) Explica a tu hijo lo que vais a hacer

Una vez identificado el momento 'delicado' del día, habla con tu hijo y explícale que vais a hacer juntos una tabla de rutinas para ayudarle a interiorizar mejor ciertas tareas. Es importante que el niño se sientan partícipe y motivado a llevar a cabo estos cambios.

3) Haced juntos una lluvia de ideas

Haz con tu hijo una lluvia de ideas y apuntad todas las tareas que se os ocurran que deberían figurar en la tabla de rutinas. Anima a tu peque a involucrarse en ese punto, pues es importante que desde el principio sea consciente de las rutinas que hay que trabajar.

4) Ordenad las tareas de forma lógica

tabla de rutinas

Una vez anotadas todas las tareas que deberían ir en la tabla, toca ordenarlas. Recordamos que el orden de las tareas debe ser lógico y natural; es decir, si estamos preparando una tabla de rutinas previa a acostarse, no tiene sentido poner en primer lugar "irse a la cama", y en segundo lugar "lavarse los dientes".

Si tu hijo es muy pequeño quizá necesite tu ayuda para ordenar de forma lógica las tareas que componen la cadena de rutinas.

5) Ideas de manualidad para tu tabla de rutinas

No hay una sola forma de elaborar una tabla de rutinas, pues va a depender de vuestra creatividad, edad del niño, número de tareas que componen la tabla...

Podéis dibujar vuestra tabla de rutinas en un folio o cartulina, o bien utilizar otros elementos como pos-it, pizarras o incluso un panel de corcho. Si el niño es pequeño es fundamental apoyarse en recursos visuales para que le resulte más fácil entender cada tarea.

Los niños pueden colaborar dibujando, coloreando, recortando, pegando... Participar de forma activa en la manualidad les ayudará a interiorizar mejor las tareas y llevarlas a cabo con mayor motivación.

Aquí os dejamos algunas ideas para inspiraros:

Podéis hacer tantas tablas de rutinas como consideréis. Por ejemplo, una tabla de rutinas para prepararse para ir al cole, otra para hacer deberes, otra  para la noche, otra especial para las mañanas del fin de semana...

6) Coloca la tabla de rutinas en un lugar visible

Una ver terminada vuestra tabla de rutinas, podéis plastificarla y colocarla en sitio visible, de manera que el niño pueda acceder a ella fácilmente siempre que lo necesite para guiarse a la hora de poner en práctica cada tarea.

Cómo utilizar con éxito la tabla de rutinas

Lo decíamos al inicio: el objetivo principal de la tabla de rutinas es que los niños aprendan a ser autónomos y pongan en práctica por sí mismos cada tarea, sin necesidad de que el adulto tenga que estar detrás ordenando o dirigiendo cada paso que dan.

En este sentido, es importante que al principio seamos firmes y enseñemos a nuestro hijo a cotejar su tabla de rutinas en cada momento, para que así vaya interiorizando poco a poco cada paso.

Con cada tarea que haga de manera autónoma, el niño irá experimentando satisfacción, confianza y motivación ante los logros conseguidos.

Si en algún momento nuestro peque se dispersa o no recuerda lo que hay que hacer, no le daremos la respuesta, sino que le emplazaremos a comprobarlo por sí mismo en su tabla ("¿Qué indica tu tabla de rutinas que debes hacer ahora?").

Es fundamental que en todo momento el niño se sienta alentado y reforcemos de forma positiva cada objetivo logrado. Asimismo, si vemos que a pesar de la tabla, alguna de las rutinas se le resiste, quizá sea necesario volver a plantearla de otra forma (simplificando la tarea, dividiéndola en pequeñas tareas, diseñándola de otro modo, utilizando otro tipo de recurso visual...).

En pocos días el niño habrá interiorizado las rutinas y probablemente no necesite recurrir a la tabla. En este caso, recuerda que la constancia y el refuerzo siguen siendo fundamentales para que no se pierdan los buenos hábitos conseguidos.

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