"Picky Eaters", o niños muy selectivos con la comida: qué podemos hacer

"Picky Eaters", o niños muy selectivos con la comida: qué podemos hacer
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La preocupación de los padres por la alimentación de sus hijos es algo universal. En diversos estudios se ha preguntado a las madres acerca de cómo creen que comen sus hijos y más de la mitad han respondido que al menos uno de ellos come mal o poco; esto supone entre un 20 y un 30 por ciento de todos los niños. Pero, ¿qué es exactamente comer mal? ¿Qué entendemos por niños selectivos con la comida?

¿Qué son los "picky eaters"?

No existe una definición universal ni oficial para los picky eaters. Este término inglés puede traducirse como niños muy selectivos o quisquillosos con la comida. Son niños que rechazan probar alimentos nuevos, tienen preferencias muy fuertes respecto a algunas comidas y evitan incluso alimentos que son familiares para ellos. Algunos autores incluyen también a los que tienen poco apetito y/o alteraciones sensoriales. En general, con este término nos referimos a un problema leve y transitorio; pero no por ello debemos dejar de prestarle atención.

Los picky eaters comen menos comida que la media. Se ha visto que de lactantes probaban el mismo número de alimentos que los demás niños, pero les gustaban menos. Aunque la cantidad de energía que comen en similar al resto de los niños, los picky eaters suelen comer menos fruta y verdura, así como menos proteína que el resto de los niños.

Además, parece que, a pesar de ofrecer repetidamente un alimento a un niño picky eater, no se consigue que lo acepte. Como no existe una definición única, es difícil saber cuál es la prevalencia de este problema. Según diferentes estudios varía entre un seis y ¡un cincuenta por ciento! siendo más frecuente en torno a los tres años.

Algo que puede interpretarse por los padres como una selectividad hacia la comida es la neofobia, definida como el rechazo a probar alimentos nuevos o desconocidos. Sin embargo, aunque los niños picky eaters también muestren rechazo hacia los alimentos nuevos, la neofobia se considera algo normal en determinadas edades y sucede en todas las especies de omnívoros. En pediatría solemos verlo a partir de los 12 meses de vida, con un pico máximo en torno al año y medio o dos años. Suele desaparecer con exposiciones repetidas a ese alimento. Recordemos que a veces hace falta que ofrezcamos un alimento entre 8 y 15 veces para que lo acepten.

¿Cómo crecen los niños "picky eaters"?

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Como padres, y como pediatras, una de las cosas que nos preocupa respecto a estos niños es si la cantidad y el tipo de alimentos que comen les es suficiente para crecer o, por el contrario, su crecimiento y el funcionamiento de su cuerpo se ve afectado.

Si bien es difícil hablar del crecimiento y desarrollo de los picky eaters por la disparidad de definiciones, parece que en general tienen una adecuada ingesta calórica y de nutrientes y crecen y se desarrollan con normalidad.

Sin embargo, algunos estudios han encontrado que los niños muy quisquillosos con la comida sí muestran diferencias en cuanto a crecimiento y composición corporal respecto a los que no lo son, pudiendo medir entre 1-2 cm menos y pesar entre 1 y 2,5kg menos que otros niños de su edad (5-10 centiles por debajo). A pesar de ello, los percentiles de peso, talla e índice de masa corporal se encuentran dentro de límites normales (incluso en percentiles superiores al 50). Los niños picky eaters suelen ser más delgados en el futuro y no hay evidencia de que estos niños sufran obesidad o sobrepeso más adelante.

Tips para manejar a un "picky eater"

Desgraciadamente no tenemos la solución perfecta para este problema y no en todos los niños funcionan las mimas cosas, pero sí hay una serie de consejos en los que la mayoría de expertos coinciden. La Academia Americana de Pediatría dispone incluso de un decálogo con consejos para los padres con hijos picky eaters.

  • Debemos tener unas expectativas realistas respecto a la cantidad que come un niño y, en concreto, nuestro hijo. Si le ponemos un plato lleno de comida es probable que tan sólo con verlo pierda el apetito. Es preferible poner cantidades pequeñas y que pueda repetir si lo desea. Esto es especialmente importante si se trata de alimentos nuevos.

  • Ofrecer repetidamente a los alimentos nuevos. Sabemos que a veces es necesario probar un alimento hasta 15 veces antes de que lo aceptemos. Aunque en los niños picky eaters esta exposición repetida no siempre funciona, no hay que perder la esperanza y conviene seguir intentándolo. Eso sí, siempre en cantidades pequeñas y, por supuesto, sin forzar.

  • Es fundamental tener una actitud positiva frente a la comida, no debemos presionar ni castigar.

  • Predicar con el ejemplo. Los niños se fijan en nosotros para todo. Así, si nos ven comer frutas y verduras a diario así como probar alimentos nuevos, es probable que ellos también quieran hacerlo.

  • Comer en familia y todos la misma comida. Hacer de la comida un momento distendido y agradable, de encuentro social. Por supuesto, nada de pantallas ni otras distracciones mientras se come.

  • Dejar elegir a los niños. Los niños comen más a gusto cuando eligen ellos. Así, podemos dejar que nos acompañen a la compra y elijan algunos de los alimentos (saludables) que más les gusten. O cuando les preparemos el almuerzo o la merienda podemos dejarles que elijan entre 2 o 3 frutas, por ejemplo.

  • Animarles a que coman solos (y asumir que los más pequeños pueden ocasionar un pequeño ·"desastre" en la cocina)

  • Evitar picoteos o bebidas distintas del agua (zumos, refrescos) entre comidas, pues disminuiría su apetito. También conviene limitar el tiempo de las comidas a 20-30 minutos.

  • Dejar que nos ayuden a cocinar. Al igual que les gusta poder elegir, parece que los niños aceptan mejor la comida que han preparado ellos mismos. Adaptando las tarea a su edad, casi siempre hay algo en lo que nos puedan ayudar.

  • Preparar la comida de manera divertida y apetecible. La comida, muchas veces, nos "entra por los ojos". También nuestros hijos comerán más fácilmente un plato bonito o divertido. Podemos hacer un emplatado original, hacer algún dibujo en el plato con frutas o preparar de vez en cuando comida para comer con los dedos.

¿Cómo prevenir que nuestro hijo se convierta en un picky eater?

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Se ha visto que hay algunos factores que aumentan la probabilidad de ser un niño picky eater: que la madre fume, que la madre sea de edad avanzada, alta clase social, madre delgada (bajo índice de masa corporal) antes del embarazo así como que el bebé sea varón y de bajo peso. Por el contrario, tener hermanos/as es un factor protector.

Además, se ha objetivado que los niños que tienen más sensibilidad sensorial tienen más riesgo de convertirse en picky eaters. Por otro lado, la introducción tardía de alimentos grumosos o semisólidos (más allá de los 9-10 meses), también se ha asociado con un aumento de la posibilidad de convertirse en picky eater.

El comportamiento de los padres influye en la relación de los hijos con la comida. Así, lo padres muy controladores o, por el contrario, los muy indulgentes, pueden desencadenar o agravar problemas de los hijos con la comida.

Tener una actitud controladora con la comida es muy frecuente (se estima que hasta un 50 por ciento de los padres y cuidadores son controladores). Normalmente ignoran las señales de hambre y saciedad de los niños y utilizan determinados procedimientos para que coman. Los premios o castigos ("si te lo acabas todo te doy una chuche" o, "si no meriendas esto no puedes ir al parque"), el avión con la cuchara, la "cucharada por papá, otra por mamá y otra por la abuela" o el "si no lo comes ahora, lo meriendas y sino, lo cenas", es de sobra conocido por todos. Esto, que puede tener resultado a corto plazo (los niños acaban comiendo lo que les ponen), es totalmente contraproducente a largo plazo. Se ha comprobado que estos niños comerán menos fruta y verdura en el futuro, serán más propensos a sufrir obesidad o desnutrición y no serán capaces de regular las calorías que necesitan.

Por el contrario, los padres indulgentes con la comida son aquellos que tratan de satisfacer en todo momento los deseos del niño: le dan de comer lo que él quiera y cuando desee y preparan múltiples comidas diferentes para ver cuál es de su agrado con tal de que coma algo. Las consecuencias de esto tampoco son beneficiosas: niños que comen poco de grupos de alimentos importantes (como fruta o leche) y mucho de alimentos ricos en grasas y azúcares, con el consiguiente riesgo de obesidad.

Debemos tener una actitud sana hacia la comida de nuestros hijos: nosotros somos responsables de cuándo, dónde y con qué alimentamos a nuestros hijos y ellos deciden cuánto comen. Recordemos que desde que nacen son capaces de regular sus señales de hambre y saciedad y nosotros debemos respetarlas. Debemos tener una actitud positiva hacia la comida y no usar estrategias como el castigo o forzar a comer. Se ha visto que estas actitudes consiguen que los niños coman más fruta y verduras y previenen el sobrepeso y la obesidad.

También se ha objetivado que las madres que comen mucha fruta y verdura ofrecen un modelo positivo a sus hijos y suelen ser menos propensas a presionarles para comer, y en consecuencia, es menos probable que tengan un hijo picky eater.

¿Cuándo debemos preocuparnos?

El problema de los picky eaters es, en general, leve y transitorio. Como hemos visto, suelen tener un adecuado crecimiento y desarrollo y según pase el tiempo irán aceptando mayor número de alimentos. Sin embargo, es importante tener presentes algunos signos de alarma ante los que debemos consultar.

  • Si observamos que a nuestro hijo le cuesta tragar, se atraganta con facilidad o parece que le duele al comer
  • Si asocia vómitos y/o diarrea
  • Si no crece con normalidad (en las revisiones periódicas los pediatras siempre analizamos el crecimiento, pero si en algún momento os parece que vuestro hijo no crece o engorda como debería, no dudéis en consultar)
  • Si tiene una dieta extremadamente restrictiva o deja de comer por completo
  • Si tiene náuseas antes de las comidas (sólo con hablar del tema o al ver la comida, antes de probarla)

Resumiendo, los niños picky eaters son aquellos niños selectivos o quisquillosos con la comida. No existe una definición universal así que es difícil valorar su evolución pero en general es un problema leve y transitorio. Con algunos trucos y una actitud positiva de los padres frente a la comida, es probable que el problema vaya disminuyendo. No obstante, si aparecen algunos de los signos de alarma mencionados (no crece con normalidad, tiene vómitos o diarrea, le cuesta tragar...) hay que consultar con el pediatra.

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