La mejor bebida y la más sana es, sin duda, el agua. Pero cuando hace mucho calor y ya hemos bebido mucha, a veces nos apetece algo con más sabor. Para evitar recurrir a los refrescos industriales azucarados os proponemos una alternativa: las aguas vitaminadas, unos refrescos muy naturales y sanos.
Las aguas vitaminadas son refrescos caseros, muy refrescantes y llenos de sabor, color y vitaminas. Suponen una alternativa a las bebidas habituales y tienen la ventaja de no llevar ningún colorante ni saborizante, unicamente agua y frutas.
Tomaremos las frutas elegidas, las cortaremos en dados o gajos y las meteremos en agua. Las endulzaremos al gusto. Podemos usar stevia, panela o miel en vez de azúcar blanca, o dejarlas con sus sabores naturales. Después de cinco o seis horas en la nevera habrán adquirido los colores, aromas y sabores, además de parte de las vitaminas, de las frutas y estarán riquísimas y muy fresquitas.
Podemos hacer nuestras aguas vitaminadas con todo lo que se nos ocurra: fresas, sandía, cítricos, piña, mango, arándanos, melón, peras y hasta aromatizarlas con menta y ramitas de canela o romero.
Las posibles variaciones de estos refrescos naturales y sanos que son las aguas vitaminadas es infinita. Y a los niños les encantará ayudarnos a prepararlas y tomárselas.
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