¿Podría mi hijo tener Coronavirus? Qué hacer ante una sospecha en bebés y niños

¿Podría mi hijo tener Coronavirus? Qué hacer ante una sospecha en bebés y niños
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Hace ya más de dos meses, el 31 de diciembre de 2019, se informó sobre una serie de casos de neumonía de etiología desconocida en Wuhan (China). Apenas una semana después se identificaba al causante: un nuevo Coronavirus, ahora llamado SARS-CoV-2 que produce una enfermedad que recibe el nombre de COVID-19.

Desde entonces, la infección ha ido extendiéndose a lo largo de China y el resto de países y el 11 de marzo la OMS ha declarado la pandemia a nivel mundial por este nuevo Coronavirus. Una pandemia es una enfermedad que se extiende a muchos países del mundo o afecta a casi todos los individuos de una región.

En todos los medios de comunicación escuchamos diariamente información sobre esta nueva enfermedad y, sin embargo, los datos acerca de los niños son escasos. En ellos esta infección por SARS-CoV-19 tiene ciertas diferencias respecto a los adultos y hay aún muchas preguntas por resolver.

¿Pueden contagiarse los niños con este virus?

Si, personas de cualquier edad pueden infectarse por este virus. Sin embargo, aunque se infecten, este virus parece afectar en mucha menor medida a los niños. De todos los casos confirmados en China tan sólo el 1% tenían menos de 10 años (y otro 1% entre 10 y 19 años).

Además, y teniendo en cuenta los datos de los que disponemos, los niños con COVID-19 suelen ser casos leves que se recuperan en pocos días (1-2 semanas), siendo los casos graves y los fallecimientos en menores extraordinariamente raros.

¿Cuáles son los síntomas de COVID-19 en niños?

Los niños con COVID-19 suelen presentar fiebre y tos (al igual que los adultos); algunos pueden tener también síntomas gastrointestinales (vómitos y/o diarrea), así como dolor de garganta y cansancio. Sin embargo estos síntomas son, como hemos dicho, más leves.

Algunos niños incluso pueden no tener ningún síntoma.

¿Cómo distinguir otras infecciones víricas de una infección por el nuevo Coronavirus?

Esto es tremendamente difícil en el caso de los niños. En esta época del año, ¿qué niño no tiene algo de moco o de tos? Muchos tienen fiebre y algunos incluso pueden tener broncoespasmo y necesitar tratamiento con inhaladores. La infección por el nuevo Coronavirus puede ser clínicamente indistinguible de otros cuadros respiratorios. Sólo tendremos el diagnóstico seguro tras obtener un resultado positivo en el test.

Para diagnosticarlo, tomarán una muestra de la faringe del niño con un hisopo (una especie de bastoncillo). En algunos casos puede ser necesario tomar una muestra del tracto respiratorio inferior.

Según la última actualización del Ministerio de Sanidad, en el momento actual, en los casos leves en áreas de transmisión comunitaria el diagnóstico en los casos leves se hará de manera clínica.

Si mi bebé tiene mocos, ¿puede tener SARS-CoV-2?

Los síntomas típicos en el adulto son fiebre, tos y dificultad respiratoria; en niños, sin embargo, la clínica es más leve, como hemos visto, pudiendo incluso algunos estar asintomáticos.

En una serie de casos de niños con infección COVID-19 en China, sólo el 60% tenía fiebre y el 65% tos. Los síntomas digestivos y los mocos o congestión nasal fueron menos frecuentes, así como la dificultad respiratoria (muy frecuente en adultos), que sólo apareció en un 1%.

Los mocos o la congestión nasal son síntomas más típicos del catarro y la alergia. Y, en esta época del año, ¿qué niño en edad escolar o de guardería no tiene mocos? Es por eso que en pediatría es difícil hacer un diagnóstico clínico de COVID-19, y si un bebé tiene sólo mocos es posible que se trate de uno de los virus habituales de esta época del año.

¿Qué niños tienen mayor riesgo?

En el caso de los niños, y según el protocolo realizado por las principales sociedades científicas pediátricas de nuestro país, se consideran de riesgo los inmunodeprimidos: inmunodeficiencias, trasplantados, pacientes con quimioterapia...), los que tienen alguna cardiopatía, los niños con enfermedades neuromusculares y encefalopatías moderadas o graves o los que tienen enfermedades respiratorias crónicas (como fibrosis quística, displasia broncopulmonar, traqueostomía... El asma no estaría incluído.

¿Por qué los niños parecen afectarse menos?

Hay estudios que apuntan a que los niños se contagian igual que los adultos. Sin embargo, como hemos visto, manifiestan menos síntomas (a veces ninguno) y los casos graves son extraordinariamente raros.

Se trata de un virus nuevo, así que no tenemos aún muchas respuestas. Por un lado, los niños podrían tener unos pulmones más sanos; por otro, podría deberse a que su sistema inmune responde de manera diferente ante esta infección.

¿Son contagiosos los niños?

También se ha debatido mucho sobre esto. Aunque hay datos que apuntan a que el virus se transmite más cuando las persona tienen síntomas, los portadores asintomáticos también pueden transmitirlo.

La mayoría de casos confirmados de niños se contagiaron tras contacto con familiares adultos; sin embargo se ha visto que se puede producir el contagio de niños a adultos.

Además, en los niños, el tiempo de eliminación del virus (en heces y secreciones respiratorias) es más prolongado que en los adultos. Por eso, parece prudente que en la medida de lo posible eviten el contacto con sus abuelos, y muy especialmente con aquellos que tienen enfermedades asociadas (hipertensión, diabetes, EPOC...).

Como también parece prudente que se disminuyan sus actividades sociales: parques de bolas, columpios, cines, restaurantes...

Sospecho que mi hijo tenga Coronavirus, ¿cómo actúo?

Si tu hijo ha viajado o reside en una zona con transmisión comunitaria o ha tenido contacto con un caso de Coronavirus y tiene síntomas, puedes llamar al teléfono de información de tu Comunidad Autónoma donde te dirán cómo proceder.

Solo si es una emergencia o un caso grave, debes llamar al 112. En los niños, como signos de alarma que debemos vigilar están la dificultad respiratoria (respira muy rápido, hunde el pecho, se le marcan las costillas), el rechazo de la alimentación y/o sospecha de deshidratación y confusión o letargia.

Los menores de tres meses con fiebre siempre deben ser valorados por un pediatra (independientemente de la zona en la que vivan o de que hayan tenido contacto previo con caso de Coronavirus), pero en este caso, y ante la situación de pandemia, también recomiendo que consultéis sobre cuál es el proceder (en los teléfonos previos o llamando al centro de salud).

¿Cómo prevenirlo?

coronavirus

El virus se transmite principalmente a través de las secreciones respiratorias: pequeñas gotas que emitimos al toser o estornudar, saliva, mucosidad.... Se cree que no sobrevive largos periodos en los objetos y superficies, pero aún no se tienen suficientes datos.

Una de las medidas más eficaces para prevenir el contagio es un correcto lavado de manos. Se recomienda hacerlo tras contacto con saliva o secreciones nasales, tras manipular pañuelos, antes y después del cambio de pañal, tras toser o estornudar y antes de comer. En el caso de que las manos estén limpias (no hayan tenido contacto con secreciones) podemos usar una solución hidroalcohólica. Además, debemos usar un pañuelo desechable para toser y estornudar (y tirarlo inmediatamente) o bien cubrirnos con el codo.

Siempre que sea posible, evitar espacios cerrados y aglomeraciones. Debemos tratar de mantener una separación de dos metros con otras personas. El uso de mascarillas quirúrgicas no ha demostrado que evite el contagio aunque podría ser recomendable para evitar que las personas infectadas diseminen la enfermedad. Es recomendable también mantener una buena limpieza, prestando especial atención a picaportes, pasamanos y otros objetos y superficies del hogar.

A uno de mis hijos le han diagnosticado COVID-19 y debe permanecer en aislamiento domiciliario, ¿cómo actúo en casa?

Estoy segura de que este caso los profesionales que os hayan atendido os darán todas las indicaciones. No obstante, dejaremos aquí unas pinceladas.

Se recomienda que el niño y su cuidador permanezcan en una habitación aislada con la puerta cerrada y que tenga ventilación a la calle. Es conveniente ventilar al menos 5 minutos al día. Siempre que sea posible, que usen su propio baño. Si necesitan salir de la habitación deberán llevar mascarilla y estar lo más lejos posible del resto de familiares.

Se deben extremar las medidas higiénicas de lavado de manos antes explicadas y de protección directa (cubrirse la boca y la nariz al toser o estornudar, usar pañuelos desechables...).

También deberemos extremar la limpieza en el hogar (superficies, objetos, juguetes...) Los desinfectantes de uso público como la lejía o una solución de hipoclorito sódico con concentración 0.05% o 0.1% son eficaces. Es recomendable lavar la ropa diariamente a alta temperatura así como lavar la vajilla y cubiertos preferentemente en lavavajillas (donde pueden alcanzarse temperaturas de 60º).

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