Deficiencia y exceso de yodo, ¿qué hemos de tener en cuenta?

Deficiencia y exceso de yodo, ¿qué hemos de tener en cuenta?
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El yodo es un elemento químico esencial para el cuerpo humano. Y este elemento puede ser muy necesario y, al mismo tiempo, no debe estar en exceso en el organismo. ¿Qué hemos de tener en cuenta en este sentido? ¿Qué hemos de saber de la deficiencia y el exceso de yodo?

El déficit en yodo o yododeficiencia es un gravísimo problema de salud pública, que afecta especialmente en la infancia, durante el embarazo y lactancia, pero que también afecta a la población en general.

La mejor estrategia para evitar el déficit de yodo es el consumo habitual de sal yodada, tal como recomienda la Organización Mundial de la Salud, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y el Consejo Internacional para el Control de los Trastornos por Deficit de Yodo (ICCIDD).

Además, junto a los alimentos ricos en yodo, se recomienda aportar como preparado farmacológico un suplemento extra de al menos 200 mcg de yodo al día a las mujeres embarazadas, a las lactantes, y a aquellas que estén planeando un embarazo. Y es que el yodo es muy importante en el embarazo e imprescindible también en la lactancia.

Consecuencias de la falta de yodo

El déficit de yodo produce varias complicaciones y por ello es tan importante su prevención:

  • Bocio, un aumento de tamaño de la glándula tiroides, lo cual puede ocasionar problemas respiratorios y/o de deglución, sobre todo en los bebés que no reciben en suficiente yodo.

  • Mixedema: alteración de los tejidos que se caracteriza por presentar un edema en la piel, y a veces en los órganos internos, a consecuencia de un mal funcionamiento de la glándula tiroides.

  • Retraso en el desarrollo del sistema nervioso central, así como en el crecimiento y la maduración de los huesos del bebé.

Exceso de yodo

Peligros del exceso de yodo en el periodo perinatal

Si el déficit de yodo es importante, el exceso de yodo en el periodo perinatal puede ser peligroso. A pesar de que utilizar antisépticos yodados en este periodo está contraindicado, la sobrecarga yodada por utilizarlos para la antisépsia cutánea de la madre y/o del recién nacido sigue siendo una yatrogenia (mal provocado por una cura) frecuente.

La sobrecarga yodada altera los resultados del cribado neonatal del hipotiroidismo congénito, ya que se bloquea transitoriamente el funcionamiento correcto del tiroides del recién nacido e invalida la prevalencia de la hipertirotropinemia neonatal como indicador de la deficiencia de yodo.

Además, este exceso también puede afectar negativamente al cerebro y al oido interno del bebé en esa fase tan sensible a las hormonas tiroideas.

Recordemos que la povidona yodada es un antiséptico prohibido y que existen alternativas seguras para estos momentos delicados.

Para terminar, resumimos los puntos tratados con la síntesis de recomendaciones publicada por la "Guía para la prevención de enfermedades congénitas", del Ministerio de Sanidad:

  • El yodo es indispensable para que el tiroides sintetice la tiroxina. La tiroxina es necesaria para el crecimiento y desarrollo del cerebro.

  • Una deficiencia de yodo durante el embarazo y la primera infancia puede producir una hipotiroxinemia que afecte negativa e irreversiblemente al cerebro en desarrollo.

  • La dieta natural es pobre en yodo por lo que es necesario consumir alimentos enriquecidos con yodo (sal yodada).

  • La mujer embarazada y lactante necesita un suplemento extra de al menos 200 microg de yodo al día en forma de yoduro potásico.

  • Este suplemento de yodo debería iniciarse antes del inicio del embarazo, o lo más precozmente posible, y mantenerlo hasta el final de la lactancia.

  • No se pueden utilizar antisépticos yodados para la antisepsia cutánea de la madre y/o del recién nacido porque causan yatrogenia.

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Más información | MSSSI
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