Altas Capacidades: cuándo es el mejor momento para evaluar al niño

Altas Capacidades: cuándo es el mejor momento para evaluar al niño
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Una de las primeras dudas que se les presenta a unos padres que sospechan que su hijo puede tener altas capacidades suele estar relacionada con el momento de la identificación: ¿cuándo debo evaluarle? ¿Existe una edad más adecuada que otra? ¿Conviene esperar a que curse la etapa de educación obligatoria o es recomendable hacerlo antes? ¿Qué ocurre si no le evaluamos?

Despejamos estas y otras dudas relacionadas con la identificación de las altas capacidades en niños.

Cuanto antes se le evalúe, antes podremos atender sus necesidades

altas capacidades

¿Verdad que si el profesor de nuestro hijo nos dijera que no ve bien la pizarra no perderíamos ni un momento en llevarle a un oftalmólogo para que le revisara la vista? ¿Y a que si detectamos que el niño tiene problemas de audición querríamos que le valoraran lo antes posible para solucionarlo?

Pues con las altas capacidades debería ser igual. Y es que aunque evidentemente, tener alto potencial no es ningún problema, se trata de una condición que necesita ser atendida de una forma específica, de ahí la importancia de ser evaluada lo antes posible.

Pero, ¿qué significa "lo antes posible"?

La mayoría de los expertos considera que a partir de los tres años ya es posible evaluar las altas capacidades, aunque otros prefieren poner el corte en los cuatro.

Antes de los tres años no suele ser recomendable, pues tal y como leemos en este artículo de la Asociación Española para Superdotados y con Talento, a edades tan tempranas muchas de las señales de alta capacidad podrían confundirse con precocidades propias de la evolución y el desarrollo normal de cualquier niño. Además, cuanto más pequeño es el niño, más se distraerá y menos colaborativo será a la hora de realizar las pruebas de identificación.

No obstante cabe señalar que aunque sea pronto para una valoración, es importante no dejar al niño sin atender, y por pequeño que sea tratar de responder siempre a su curiosidad, potenciar su talento y estimular sus capacidades según lo vaya demandando.

En cualquier caso hay que saber que las altas capacidades pueden evaluarse a cualquier edad -e incluso en la etapa adulta-, aunque por lo general, la mayoría de las evaluaciones suelen realizarse entre los seis y siete años, cuando los niños han comenzado la etapa de Primaria.

No evaluar no debería ser una opción

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Pero a pesar de las recomendaciones de los expertos, lamentablemente la realidad suele ser muy distinta para las familias de niños con altas capacidades. No en vano, uno de los escollos más frecuentes es el propio centro educativo.

Así, muchos padres que sospechan de altas capacidades en sus hijos desde muy pequeños se topan de bruces con el típico "yo no lo veo" de los profesores, e incluso con las recomendaciones de los orientadores de "esperar más tiempo para evaluar".

Pero mantener una actitud expectante no es la mejor opción.

En primer lugar, porque cuanto más tiempo pase un niño sin ser identificado ni atendido, más posibilidades tendrá de presentar problemas derivados de la no atención a su condición. Y en segundo lugar, porque si 'esperar' para atender cualquier otra necesidad sería catalogado de negligente, ¿por qué no lo vemos igual cuando hablamos de altas capacidades?

Por tanto, si tu hijo muestra señales de tener altas capacidades, no lo dudes y solicita una valoración lo antes posible. Recuerda que cuanto antes se le evalúe, antes podréis actuar en su beneficio, tanto desde el ámbito escolar como familiar. En cualquier caso, y tal y como hemos mencionado, nunca es tarde para evaluar.

Foto de portada | Freepik

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