Siete cosas que debes hacer (y otras siete que tienes que evitar) si tu hijo tartamudea

Siete cosas que debes hacer (y otras siete que tienes que evitar) si tu hijo tartamudea
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La tartamudez es un trastorno del habla que afecta a su ritmo y a su fluidez, y que se caracteriza por repeticiones frecuentes o prolongaciones de sílabas o palabras.

Según datos de la Fundación Española de la Tartamudez, un cinco por ciento de los niños en edad pediátrica tartamudean, aunque hay que saber diferenciar entre la "tartamudez evolutiva" (que desaparece de forma espontánea) y la que no lo es.

Si tu peque ha comenzado a tartamudear, te explicamos qué cosas debes hacer, y cuáles evitar, para ayudarle.

Siete cosas que SÍ debes hacer si tu hijo tartamudea

1) Consultar con un especialista

logopeda

A pesar de que durante la adquisición del lenguaje es frecuente que los niños tartamudeen, no pronuncien bien algunos sonidos, se traben o no articulen correctamente las palabras, es importante consultar cualquier duda  que tengamos con el logopeda, y no quedarnos nunca con la preocupación de saber si lo que le ocurre a nuestro hijo forma parte del desarrollo normal.

Y es que el diagnóstico precoz de la tartamudez es fundamental para diferenciarlo de cualquier otro trastorno del lenguaje, así como para ofrecer al niño y a su familia una serie de pautas que ayuden a minimizar el problema desde el inicio.

2) Escucharle pacientemente cuando hable

Tu hijo necesita saber que le escuchas con atención y que te interesa lo que te está contando. Y qué mejor forma de demostrárselo que escuchándole atenta y pacientemente, evitando interrumpirle y respetando enteramente su turno de palabra, tarde el tiempo que tarde.

3) Mirarle a los ojos

tartamudez infantil

Mirar a los ojos de alguien cuando nos habla es un hábito que deberíamos poner en práctica siempre, pero más aún cuando se trata de comunicarnos con nuestros hijos.

Y es que el contacto visual natural es la mejor forma de decirle a alguien que te importa lo que te está contando, que le escuchas con atención y que estás conectando con él/ella y sus necesidades.

Por eso, aunque se trabe,  repita insistentemente o aunque parezca que no le salen las palabras, sostén tu mirada amorosa y paciente con naturalidad y demuéstrale que estás a su lado siempre.

4) Hablar con él más despacio

Aunque no debe sonar artificial ni exagerado, es conveniente utilizar un ritmo pausado pero natural cuando hables con el niño, así como vocalizar bien, no hablar de manera compleja o enrevesada, modular tu voz y hacer pausas entre frases.

5) Informar al entorno

Es importante que la familia, los amigos y por supuesto los profesores (que además deberán estar especialmente atentos a cualquier indicio de acoso escolar) estén al corriente de los problemas de fluidez verbal del niño.

Explícales cómo deben tratarle, qué pautas han de seguir cuando se comuniquen con él y qué cosas no deben hacer.

6) Animarle a que exprese cómo se siente

tartamudez infantil

Los niños en edad preescolar no suelen ser conscientes de que tienen  problemas de disfluencia, pero a medida que van creciendo es posible que no solo se den cuenta de que hablan de forma diferente a los demás, sino que este hecho le produzca malestar, inseguridad o frustración.

Para evitar estos sentimientos, es recomendable que hables con tu hijo de manera natural acerca de la tartamudez y le animes a que exprese sus sentimientos cuando se sienta triste. Evitar hablar de ello o decirle que "no pasa nada" no solo no ayuda, sino que le perjudica.

7) Procurar un ambiente relajado

Procurar en casa un ambiente relajado beneficia el estado emocional del niño (y del resto de la familia) y repercute positivamente en el habla.

También es recomendable que cada día dediques un ratito en exclusiva a estar con tu hijo y le enseñes a relajarse y respirar de manera consciente. También puedes ayudarte de juegos, canciones o lectura de cuentos para eliminar tensión y llegar al deseado estado de calma.

Siete cosas que NO debes hacer si tu hijo tartamudea

1) Esperar a consultar con un especialista

tartamudez infantil

A partir de los 18 meses puede darse la llamada "tartamudez evolutiva", que consiste en las repeticiones o prolongaciones de los sonidos, sílabas o palabras. Este trastorno es muy frecuentes entre los niños y tiende a desaparecer por sí solo al cabo del tiempo.

Por otro lado, desde que el niño empieza a pronunciar sus primeras palabras y hasta que adquiere fluidez verbal, transcurren varios años en los que va aprendiendo complejas reglas del lenguaje y ampliando su vocabulario.

A lo largo de este proceso, es normal que surjan algunas interrupciones o trabas a la hora de hablar que pueden durar desde varias semanas hasta varios meses.

Pero si tras seis meses los problemas de fluidez verbal persisten, reaparecen o empeoran, o bien se acompañan de otros signos como parpadeo, tensión en los músculos de la boca y cuello, evitación del contacto visual, frustración a la hora de hablar... no debes esperar y llevar a tu hijo a un especialista.

2) Etiquetar al niño

Las etiquetas son dañinas y perjudiciales siempre, pero en este caso pueden serlo mucho más. Por eso, debes evitar utilizar cualquier término peyorativo para referirte al problema que tiene tu  hijo, así como no comentar con otras personas lo que le sucede cuando él/ella esté presente.

Recuerda que tu hijo debe sentirse respetado en toda su esencia,  y demostrárselo así le hará sentir seguro y confiado.

3) Reírte, imitarle o impacientarte

Pero no solo las palabras cuentan. También los gestos y la forma de interactuar con el niño que tartamudea puede suponer desde una gran ayuda para él, hasta todo lo contrario.

En este sentido, reírnos, burlarnos, evitar hacer contacto visual o imitarle supone una profunda ofensa que puede dañar terriblemente su autoestima e incluso empeorar sus problemas de fluidez verbal.

Por otro lado, mientras tu hijo esté hablando no debes distraerte con otras cosas, impacientarte si no acaba las frases o demostrar inquietud o premura con tus gestos (por ejemplo, resoplando, mirando el reloj, haciendo muecas...)

4) Acabar las frases por él/ella

tartamudez infantil

Flaco favor le hacemos al niño que está tratando de explicarnos algo si acabamos las frases por él. Y es que anticipar lo que quiere decirnos antes de que haya terminado de hablar no solo resulta irrespetuoso, sino que además le estaremos lanzando el mensaje de que no confiamos en sus capacidades o no tenemos tiempo de escucharle.

5) Decirle que hable más despacio o que no se ponga nervioso

Comentarios como "habla más despacio", "no te pongas nervioso", "piensa antes de hablar", "respira"... lejos de ser una ayuda, hacen que la conversación se vuelva más tensa y genere en el niño una mayor ansiedad.

Es cierto que en muchas ocasiones este tipo de comentarios se hace con el ánimo de ayudar, pero lo cierto es que el niño lo percibe como un rechazo a su forma de hablar, por lo que debemos evitarlo.

6) Felicitarle cuando hable sin trabarse

Aunque de manera instintiva pueda salirnos celebrar o felicitar al niño que sale del bloqueo o logra decir una frase sin trabarse, debemos evitar hacerlo, pues esto provocará que se sienta evaluado cada vez que habla y, por tanto aumente su ansiedad cuando tenga que comunicarse o se niegue a hablar en público.

7) Convertir la tartamudez en el centro de vuestro día a día

Es normal que los padres se sientan preocupados o confusos ante la situación que está atravesando su hijo, pero hay que procurar no obsesionarse ni angustiarse con el tema, ya que inconscientemente estaremos transmitiendo esas sensaciones negativas al niño.

Además, es importante que recuerdes que tu hijo es mucho más que su forma de hablar, por lo que debes aceptarle y amarle como es, sin obsesionarte con ninguna condición particular.

Fotos | iStock

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