Muchas veces nuestro pequeño nos ha dicho “me duele la barriga”, es un problema muy común en los niños, pero no debe restarse importancia a este malestar, pues puede esconder cualquier tipo de patología.
El dolor de barriga es uno de los mayores causantes de consulta pediátrica. Se deberá acudir al médico si el malestar del niño no cesa al cabo de una o dos horas e impide al niño comer, jugar, etc. Es importante, para que el médico pueda diagnosticar la causa del dolor de barriga, no administrarle medicamentos.
Un estudio publicado en la revista Pediatrics, revela que el dolor de barriga recurrente en los niños, puede indicar un malestar emotivo. Los psiquiatras afirman que los niños que a los dos años se quejan a menudo de dolor de barriga, y posteriormente siguen padeciendo el mismo trastorno, sufren una tensión nerviosa o trastornos psicosociales, y sólo el 10% o menos, tienen dolores de barriga relacionados con problemas orgánicos, como estreñimiento, parasitosis, alergias alimentarias…
Es importante que los médicos reconozcan que estos niños tendrán un trastorno emotivo, de hecho, los expertos creen que la terapia cognitiva y algunos inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina, pueden ser estudiados para el tratamiento del dolor de barriga recurrente.
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