Robopolis es una empresa europea líder en servicios robóticos que fabrica robots funcionales y educativos y trabaja para acercar la inteligencia artificial a los hogares. Una de sus creaciones más interesantes es el robot Roomba, un robot de limpieza aspirador, lanzado al mercado en 2002 y que mantiene su liderazgo en robótica doméstica. Actualmente va por la sexta generación y tiene millones de seguidores en todo el mundo.
En este caso presentamos el robot Romo, que permite a toda la familia comunicarse de manera sencilla mientras los niños pueden aprender jugando. Si el otro día presentábamos a Bo y Yana y nos referíamos a que el principal obstáculo de este tipo de juguetes es la necesidad de practicar, aprender y enfocarse en el aprendizaje intentando utilizar los recursos disponibles, en el caso del robot Romo todo esto aún se acentúa más.
Y es que Romo es un pequeño robot móvil que integra un iPhone o iPod touch (tienen que tener cámara) se convierte en una mascota que los niños pueden utilizar de manera independiente e intuitiva para jugar. Gracias a una aplicación, Romo puede hacer de bailarín, de DJ, de fotógrafo o ser un Skype sobre ruedas. Y sobre todo se puede personalizar al robot Romo programando otras acciones.
Gracias al wifi, Romo puede controlarse desde cualquier ordenador o dispositivo iOS, sólo funciona con dispositivos de Apple. Por ejemplo se puede utilizar para hacer videoconferencias con los peques, supervisar sus deberes o darles las buenas noches.
El objetivo de sus desarrolladores era crear un robot sencillo y asequible con el que pudiera disfrutar el usuario. Esto lo han conseguido gracias a la combinación del smartphone con una base móvil que permite moverlo donde queramos. Lo más divertido es la criatura digital vive en el iPhone/iPod y explora el mundo con nuestra ayuda como si fuera una mascota.
También he visto una presentación del robot Romo en TED que parece un publirreportaje y en el que se puede ve su funcionamiento con todo detalle:
Y por último decir que aunque el robot, con la mascota que le pone cara, tiene buena pinta, es bonito, tiene un diseño práctico sin embargo no deja de ser un teléfono o un dispositivo móvil con ruedas y que no hace mucho más que ir de un lado para otro utilizando funciones que se pueden realizar en la mano. Además cuidad con las superficies altas porque el riesgo de caerse y romper el dispositivo móvil en muy alto. Y por último, no parece que se comporte como un robot, en el sentido de que no hace nada práctico o que nos haga la vida más fácil.
En todo caso es cuestión de tiempo que este tipo de tecnología se generalice y nuestros hijos, probablemente, serán quienes los fabriquen, programen, ajusten y los pongan a disposición de los niños de la siguiente generación con funcionalidades que todavía no somos capaces de imaginar.
En la tienda del enlace de más abajo lo venden por 179,99 euros, aunque no incluye ni el iPhone/iPod ni el iPad para moverlo de forma remota.
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