Tu piel y la de tu bebé no son iguales: conócelas y aprende a cuidar la de tu peque

Tu piel y la de tu bebé no son iguales: conócelas y aprende a cuidar la de tu peque
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A lo largo de nuestra vida, la piel actúa como una barrera que nos protege de los diferentes factores externos que nos rodean. Aunque claro, en los primeros meses de vida ésta es más delgada, sensible, menos pigmentada y todavía se encuentra ajustando los mecanismos de regulación de temperatura (sudor).

Ante la falta de madurez, la piel de un bebé es tersa y suave, por lo que al acariciarla nos invade de una sensación de esperanza que nos llena de alegría. Y es que no hay nada más bello que el aspecto de vitalidad de las mejillas redondeadas de un pequeño.

Además, debemos recordar que la piel también es una de las primeras formas en las que entramos en contacto con el mundo, pues es en este órgano donde reside el sentido del tacto. Gracias a las terminales nerviosas y a las células receptoras de temperatura aprendemos sobre la suavidad, las texturas, el calor y el frío.

Por todo lo anterior es importante conocer las diferencias y aprender a cuidar su piel en cada uno de los momentos de desarrollo de los pequeños.

Grosor y textura de la piel

Piel Baby Dove Ba3

En promedio, la piel de un bebé tiene unos 2 mm de grosor en la mayor parte del cuerpo. Claro que en las palmas de las manos y plantas de los pies alcanza hasta 6 mm. Los puntos donde se debe tener más cuidado con este órgano son los párpados y los labios, pues ahí sólo se tiene una protección de 0.5 mm.

¿Qué es lo que ocurre? Las capas internas, la dermis y la hipodermis son más finas. Conforme pasa el tiempo y el pequeño crece, las diferentes células de la piel comienzan a estabilizarse y a trabajar de una manera más organizada. Esta fase puede tardar hasta 24 meses.

Hay que tener en mente que para que el estrato córneo funcione adecuadamente, debe contar con al menos 10% de agua. Si por alguna razón se disminuye de esa cantidad, la piel se convierte en una barrera porosa que permite el ingreso de los factores del exterior, entre ellos las bacterias.

De manera que es importante que en las primeras etapas de la vida, la piel se mantenga humectada. Como todavía no produce grasa para evitar que la superficie se reseque, es necesario exponerla a productos que sean amables con este órgano en desarrollo. Se debe buscar que el pH sea balanceado, hipoalergénico y saludable. Una opción para cumplir con este objetivo puede ser la Crema Corporal de la línea Baby Dove.

Al final, debes saber que la piel de tu bebé es 30% más delgada que la tuya y pierde humectación hasta 5 veces más rápido. ¡Mantenla humectada!

La epidermis lo protege

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La piel de tu pequeño es el órgano más extenso de su cuerpecito formado por dos capas bien definidas: la externa, llamada epidermis y la interna, conocida como dermis. La primera se constituye por células planas y muertas que contienen queratina. Esta es una especie de proteína que dota a su piel de impermeabilidad y resistencia.

En la capa profunda, las células se multiplican y se desplazan a las formadas anteriormente. En su camino hacia la superficie, éstas sufren cambios químicos que las endurecen formando escamas que se caen constantemente y son reemplazadas por otras (el proceso tarda de 15 a 30 días). Aquí también es donde residen las células que producen la melanina, el pigmento que le da la coloración a la piel de tu pequeño.

Piel sensible y delicada

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Como ya lo mencionamos, la piel de los bebés es muy sensible, por lo tanto es preciso brindarles cuidados especiales. Para empezar, no es necesario bañar a un recién nacido a diario. Especialistas de la Academia Americana de Pediatría sugieren darle un baño de esponja hasta que se caiga el cordón umbilical; después bastará con un baño completo cuatro veces por semana, hasta que crezca un poco y comience a moverse por sí mismo.

No obstante, si consideras que un baño le viene bien porque hace mucho calor, no importará que lo hayas bañado el día anterior. Haz que siempre se sienta cómodo. Aquí también puedes optar por jabones hipoalergénicos que te ayuden a cuidar su piel a través de la humectación. Como por ejemplo la barra Baby Dove.

Recuerda que exponer su piel a los jabones regulares podría causarles enrojecimiento y sarpullido en combinación con algunos pañales. La piel de los recién nacidos es muy delicada y sin los cuidados adecuados, puede resecarse. Para prevenirlo es importante darles la suficiente humectación a través del baño y cremas.

Para proteger a tu bebé del entorno, procura:

  • Vestirlo con prendas de algodón en colores claros

  • No exponerlo al sol entre las 10 AM y 3PM

  • Bañar a tu pequeño cada dos días

  • Aplicar productos humectantes, con pH neutro e hipoalergénicos

  • Revisar su pañal continuamente para evitar que se roce

Con estos cuidados, la piel de tu bebé lucirá con un toque de vitalidad y lo ayudarás a tener un desarrollo saludable para que al crecer, tenga la protección que necesita.

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