Es posible que hayáis oído hablar de un tipo de calzado que está de moda, tanto para peques como para adultos. Es el calzado "barefoot", palabra que en inglés significa literalmente "descalzo", así que ya podéis imaginar a lo que apunta.
Es un tipo de zapato diseñado para imitar la sensación de ir descalzo, permitiendo que los pies se muevan de manera natural y se desarrollen sin restricciones. Está pensado para respetar la anatomía infantil y fomentar un crecimiento saludable del pie.
De esta manera, el calzado no interfiere en el crecimiento natural del pie, sino todo lo contrario: contribuye a fortalecer los músculos y huesos de pies y piernas, a la vez que mejora la coordinación y la conciencia corporal, y previene deformaciones.
Por qué elegir zapatos barefoot para niños
En la infancia, los pies aún están en formación y un calzado rígido y estrecho puede interferir en su desarrollo natural, el equilibrio y la postura corporal.
Son especialmente indicados para niños que empiezan a dar sus primeros pasos pues imitan la sensación de estar caminando descalzos. Ir descalzos el mayor tiempo posible es la mejor opción para los niños, pero como no pueden pisar la calle descalzos, este diseño es el más indicado para que experimenten sobre diferentes terrenos sin dañarse los pies y respetando en todo momento su anatomía.
Hay que conocer las características, pues se vende calzado bajo la denominación de barefoot cuando en realidad no lo es.
Cómo es el calzado barefoot: características
Tiene una serie de características especiales que promueve un desarrollo más libre y saludable del pie, como:
- Suela fina y flexible en todas sus direcciones, que permite sentir el terreno y mejora el equilibrio. Para comprobarlo, tenemos que poder doblar la suela con las manos.
- Arco sin refuerzos ni soporte, la horma es recta para que los músculos del pie trabajen de forma activa.
- Puntera ancha, con amplitud para que los dedos tengan espacio suficiente y no se deformen. Al no comprimir el pie, previene problemas futuros como juanetes, dedos en garra o malformaciones.
- Parte trasera flexible y blandita, sin contrafuerte
- Cero drop, es decir, sin diferencia de altura entre el talón y la punta del pie.
- Materiales ligeros y transpirables, lo que mejora la comodidad.
Cuándo usar los zapatos barefoot
Son ideales para usar en cualquier momento del día, tanto en casa como en el exterior. Especialmente recomendados para caminatas, dar paseos por el parque o jugar, aunque no se recomiendan para actividades con riesgo de impacto fuerte como montar en bici sin pedales o el patinaje.
Hay opciones de zapatos para invierno con forro térmico así como deportivos, perfectos para cuando los niños crecen y se vuelven más activos.
El lado negativo es que es más fácil conseguirlos en tallas pequeñas y hay menos opciones para cuando los niños crecen.