En Bebés y más hemos hablado con frecuencia acerca de las rabietas, esos momentos de intensa emoción que viven nuestros hijos mientras van aprendiendo a reconocer sus emociones, en los cuales es muy importante nuestra compañía, pero sobre todo, la forma en la que les ayudamos a manejarlas.
Ahora, en un precioso vídeo que se volvió viral, un padre muestra cómo acompaña de forma amorosa y respetuosa una rabieta de su hija, quien está pasando por lo que él ha llamado los "hermosos dos" años.
Joel Mitchell es padre de una pequeña de dos años, que como todo niño de esa edad, comienza a pasar por una etapa complicada de su desarrollo, en la cual está experimentando nuevas emociones, que no siempre son bien gestionadas y terminan en una rabieta.
Estos momentos pueden ser particularmente difíciles para madres y padres, pues deseamos ayudar a nuestros hijos, pero sus emociones muchas veces son tan fuertes que lo que podamos decir o hacer no es suficiente para calmarlas.
Sin embargo, aunque quizás no tengamos la solución mágica y rápida, ni podamos ayudarles a entender claramente algo tan complejo como sus emociones, sí que hay algo que podemos hacer: acompañarlos pacientemente, darles el espacio que necesitan para liberar esas emociones que sienten, y cuando estén listos, confortarlos y abrazarlos.
Y eso es justamente lo que Joel hace en el vídeo que se a vuelto viral, ser paciente, permitir que su hija exprese su malestar, pero estando siempre cerca para cuando ella finalmente le permita sostenerla, en un precioso final.
En otro vídeo que posteriormente fue publicado por Joel en su página de Facebook, él explica lo que sucede en el vídeo donde acompaña la rabieta de su hija:
"Esta no era una rabieta normal para ella. Puedes ver que era algo que se había estado acumulando por unas dos semanas, y ella simplemente no había tenido el momento correcto para dejarla salir, ya sea porque no estaba lista o porque no habíamos permitido que tuviera el espacio para hacerlo. No soy así de paciente todo el tiempo, pero cuando vi que ella iba a necesitarme, decidí ponerme en ese modo".
Aunque puedan ser momentos difíciles y tensos para nosotros, también lo son para los niños, y su intención no es nunca la de molestar o chantajear. Simplemente están pasando por un momento difícil, y les cuesta trabajo comunicarnos qué es lo que sucede.
Por ello, y porque la educación emocional es algo con lo que nosotros debemos ayudarles, tenemos que estar preparados para cuando las rabietas tengan lugar, acompañándolos de la mejor manera posible: amorosa y respetuosamente.
Vía | Motherly
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