Alergias en los bebés: Alergias alimentarias (II)

Alergias en los bebés: Alergias alimentarias (II)
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Las alergias alimentarias son cuadros muy frecuentes en la edad infantil, sobre todo en los niños más pequeños. Se producen como consecuencia de una reacción del sistema inmunológico (ó defensivo) del niño, que reacciona frente a determinadas sustancias, presentes en ciertos alimentos, generando una serie de síntomas que pueden ser desde leves hasta muy graves.

Hay muchos alimentos que pueden producir un cuadro de alergia y en ocasiones puede ser difícil localizar la sustancia que produce el cuadro. A su vez los síntomas pueden ser muy variados, por lo que el diagnóstico no siempre es fácil. Por estos motivos es importante que los padres tengan una serie de nociones sobre estos cuadros, de forma que puedan sospechar su presencia.

En el primer post sobre este tema se trataron aspectos como la causa de este cuadro, los alimentos que lo suelen desencadenar y los síntomas que pueden aparecer cuando se desencadena el cuadro. En esta segunda parte nos centraremos en cómo se estudia, el tratamiento y seguimiento de este cuadro.

Cómo se estudian las alergias alimentarias

Lo más importante es que exista una sospecha por parte de los padres, ya que los síntomas pueden ser muy leves e inespecíficos, como los cuadros de diarrea. Lo característico es que estos síntomas aparecen en relación con la ingesta del alimento, que es lo que pone en alerta a los padres, generalmente.

Los cuadros que presentan síntomas más típicos de alergia, como erupciones cutáneas, son más fáciles de sospechar por parte de los padres.

Ante la sospecha el Pediatra elaborará una detallada historia en la que es muy importante referirle todos los datos posibles, como actividades del niño y alimentos que ingiere. En función de estos datos y los obtenidos con la exploración del niño, el profesional podrá plantear el posible origen del cuadro de alergia. A veces es necesario observar la evolución del cuadro para poder obtener información sobre el origen de la alergia.

En los casos en los que el Pediatra tenga una sospecha es posible que plantee solicitar pruebas cutáneas para la detección de la alergia, o bien estudios analíticos en los que se buscan anticuerpos, que son las defensas que el niño fabrica contra la sustancia que le produce la reacción.

Tratamiento de las alergias alimentarias

El tratamiento en sí realmente es sencillo, ya una vez que se conoce el alimento que genera la reacción, consiste en evitar la exposición del niño a dicho alimento. Pero además hay que tener en cuenta una serie de aspectos:

  • El niño no debe ingerir el alimento, ni tampoco tocar los utensilios que hayan podido estar en contacto con él. Esto es fácil de controlar en casa mediante su lavado, pero no cuando se come fuera de casa o con alimentos ya preparados. Ante la duda se debe preguntar siempre.

  • Se deben consultar las etiquetas de cualquier alimento que se dé al niño, y no dar nunca uno en caso de duda.

  • En la mayoría de comedores escolares y de guarderías existe un gran control sobre los alimentos y estos niños, pero en circunstancias más concretas, como los niños alérgicos que acuden a campamentos de verano, los padres deben ser muy cuidadosos, insistiendo en este tema para evitar riesgos. Suele ser conveniente que en estos campamentos haya un estrictos control de estos niños.

  • Las dietas en las que se eliminan alimentos siempre deben estar controladas por el Pediatra, por el riesgo de que pueda haber déficits nutricionales, como es el caso del calcio en la alergia a las proteínas de la leche de vaca.

A veces lo más complicado del tratamiento consiste en localizar el alimento o sustancia que está produciendo la reacción. Esto suele verse en los cuadros en los que los síntomas son más leves e inespecíficos, y a veces puede tardarse mucho tiempo en localizar el alimento implicado.

En los casos en los que el niño tenga una reacción alérgica siempre debe ser valorado por un Pediatra, ya que pueden evolucionar a lo largo de horas. Algunos pueden beneficiarse del uso de fármacos como antihistamínicos o incluso corticoides, pero siempre bajo control por un médico. Los casos moderados o severos siempre deben ser llevados a un servicio de urgencias.

En resumen...

Las alergias alimentarias son cuadros muy frecuentes, sobre todo en los niños más pequeños. Es muy importante seguir las indicaciones del Pediatra a la hora de introducir alimentos, y observar atentamente al niño cada vez que se le introduzca uno nuevo.

La mayoría de los casos, sobre todo de los leves, suelen tener buen pronóstico, y remiten con el paso del tiempo. Sin embargo unos pocos pueden persistir toda la vida. Los que más probabilidades tienen de que esto ocurra son los que presentan síntomas más graves.

Ante la duda de que un niño pueda estar sufriendo un episodio de reacción alérgica a un medicamento siempre se debe acudir a un servicio de Urgencias, ya que, aunque la mayoría son leves, algunos pueden evolucionar y ser moderados o graves, sobre todo si la ingesta del alimento ha sido abundante ó repetida.

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