Crianza hostil: educar siendo autoritario tiene un impacto en la salud mental de los niños

Crianza hostil: educar siendo autoritario tiene un impacto en la salud mental de los niños
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Es un hecho innegable: el estilo de crianza de los padres hacia los hijos influye en su infancia y en cómo se desarrollarán como adultos, en su bienestar y en su autoestima, entre otros aspectos.

Pero además, un estudio reciente revela que, ciertos tipos de crianza, como la crianza hostil, aumenta la probabilidad de que estos niños sufran problemas de salud mental.

Hablamos sobre este estilo de crianza y sobre su impacto en los más pequeños, a través de este estudio realizado a más de 7.500 niños y familias, que siguió a los niños desde los nueve meses hasta los nueve años de edad.

Estilo de crianza hostil: ¿en qué consiste?

Un estilo de crianza hostil duplica el riesgo de que los niños desarrollen síntomas de salud mental. Así lo sugiere un estudio realizado en Irlanda y Reino Unido, publicado en la revista científica Epidemiology and Psychiatric Sciences.

Pero, ¿qué es un estilo de crianza hostil? Básicamente, aquel donde predomina la agresividad (ya sea física o verbal, con comportamientos de manipulación, castigos o gritos, por ejemplo), y caracterizado por una disciplina estricta y un control excesivo.

Un estilo de crianza hostil duplica el riesgo de que los niños desarrollen síntomas de salud mental.

Ansiedad, agresividad y depresión en los niños

A través de este estilo de crianza, queda poco espacio para que el niño tenga una conversación con sus padres, nada se dialoga, y los errores a menudo conducen al castigo.

Según otro estudio (2022) publicado en StatPearls, los niños educados a través de este estilo tienen niveles más altos de agresión, y pueden rebelarse contra las figuras de autoridad a medida que crecen.

¿Por qué los padres adoptan este estilo de crianza? Según Kadesha Adelakun, directora del centro de psicoterapia The Journey Cunseling Services:

"A menudo, es por ignorancia, experiencia, estrés o desesperanza, posiblemente debido a su(s) propia(s) situación(es)."

La experta añade que, además, los niños pueden desarrollar altos niveles de ansiedad por lo que va a pasar o por el castigo que recibirán. También pueden desarrollar agresividad y síntomas depresivos.

El impacto de este tipo de crianza en la salud mental de los niños, según un estudio

Volviendo al estudio, éste siguió a más de 7.500 niños y familias, desde los nueve meses hasta los nueve años. Los investigadores encontraron que la paternidad hostil aumentaba las posibilidades de que un niño tuviera un riesgo alto o leve de tener problemas de salud mental.

La paternidad hostil aumenta las posibilidades de que un niño tenga un riesgo alto o leve de tener problemas de salud mental.

Concretamente, los resultados muestran lo siguiente: los niños que estuvieron expuestos a padres hostiles a los 3 años tenían 1,5 veces más probabilidades de tener síntomas de salud mental de alto riesgo, y 1,6 veces más probabilidades de tener síntomas de salud mental de riesgo leve a los nueve años.

El sexo y el nivel económico de los padres también influye

Se encontró también diferencias entre sexos y en relación al nivel económico de los padres. Así, las niñas tienen más probabilidad de sufrir problemas de salud mental que los niños, y también los niños con uno solo progenitor. En cuanto al nivel de ingresos, los niños de entornos más ricos tenían menos probabilidad de desarrollar estos problemas.

El impacto de otros estilos de crianza

También vieron que había algunos factores protectores de esta sintomatología, como por ejemplo una crianza consistente. Es decir, aquella en la que se aplican reglas y límites. En este caso, este estilo de crianza ejerce un papel protector pero limitado, en los niños de riesgo leve.

La crianza consistente, aquella en la que se aplican reglas y límites, ejerce un papel protector en estos niños.

En cambio, los estilos de crianza más cálidos y sobreprotectores no aumentaron la probabilidad de que los niños cayeran en el grupo de bajo riesgo. Según los investigadores, esto podría deberse a la influencia de otros factores, como el sexo o el nivel socioeconómico ya citados.

Lo que está claro es que educar a través del amor, el respeto y la empatía, es el camino para que estos niños crezcan sintiéndose queridos, seguros y acompañados.

Modelos de crianza tóxicos y la importancia de educar con amor

Hemos hablado anteriormente de los modelos de crianza tóxicos, y de cómo evitar "heredarlos" de nuestros padres, para no reproducirlos con nuestros hijos y evitarles sufrimiento o incluso, el desarrollo de un trauma.

Es muy importante hacer un ejercicio de introspección y poner consciencia a aquellas conductas que ejercemos como parte de la crianza, para detectar cuáles son beneficiosas, y cuáles no.

Y es que, la crianza, el tiempo que pasamos con los hijos (y cómo pasamos ese tiempo), tiene un impacto brutal en su felicidad y bienestar, durante su niñez, y también cuando se convierten en adultos.

Recuerda que, para criar niños felices y sanos psicológicamente, y aunque no todo dependa de nosotros, es necesaria una crianza consciente y respetuosa, que ponga en el centro sus necesidades físicas pero también, y sobre todo, emocionales.

Foto | Portada (Freepik)

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