Tres cosas muy raras que le pueden pasar a tu bebé, según una pediatra: ¡mejor estar alerta!

Tres cosas muy raras que le pueden pasar a tu bebé, según una pediatra: ¡mejor estar alerta!
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Cuando uno tiene un bebé, es habitual preocuparse por cualquier cosa que le suceda. En muchos casos, son cosas propias de la edad; y es que los niños no son adultos en pequeño, sino personas completamente diferentes, con características propias y bien diferenciadas.

Otras veces son enfermedades frecuentes: catarros, cólicos, vómitos... Sin embargo, alguna vez vemos cosas raras, que, aunque probablemente nunca les sucedan a nuestros hijos, conviene conocerlas para poder prevenirlas y, si suceden, poder actuar con rapidez.

Síndrome del torniquete

Hace ya muchos años (en 1965) varios autores hablaron de la capacidad que tienen los pelos y fibras o hilos similares para estrangular dedos. Actualmente esto se conoce como síndrome del torniquete y, aunque es raro, debe ser conocido por todos los pediatras (y padres), pues la actuación precoz es fundamental para prevenir complicaciones.

Lo que sucede es que un pelo rodea fuertemente un dedo (u otra parte del cuerpo, como veremos), apareciendo hinchazón y enrojecimiento, y, si no se resuelve, incluso necrosis. A veces “engorda” tanto la zona, que el pelo o hilo queda totalmente oculto y no se visualiza, lo que puede dificultar el diagnóstico. Si lo vemos precozmente, podremos retirar el pelo o hilo que oprimía y los síntomas se resolverán. En los casos más evolucionados puede ser necesaria una cirugía.

Las zonas que se afectan con más frecuencia son los dedos de los pies, posteriormente los de las manos, y en tercer lugar los genitales (sobre todo el pene). También podría suceder en el lóbulo de la oreja o en la lengua.

Habitualmente el síndrome del torniquete por pelos lo vemos en lactantes, bebés menores de un año. Así lo describen también unos autores españoles que analizaron 8 casos de Síndrome de torniquete; se produjeron entre los 2 y los 8 meses.

Aunque este síndrome es raro, cuando un bebé llora más que habitualmente o está más irritable que de costumbre, conviene, además de descartar otras posibles causas, desvestirle por completo y examinarle bien, prestando especial atención a dedos y genitales, buscando, entre otras cosas, un síndrome del torniquete.

Muchísimo más raro y de lo que apenas hay casos descritos en la literatura, el síndrome de torniquete en el pene por la malla del bañador. El prepucio puede quedar atrapado en los agujeritos de la malla, apareciendo enrojecimiento e hinchazón y, normalmente, mucho dolor. Estas mismas mallas se encuentran también en pantalones de correr. En estos casos, la edad de los niños puede ser mayor. En 2017 se describió el caso de un niño de 8 años  que sufrió estrangulamiento del prepucio por la malla del bañador.

Pendiente incrustado en el lóbulo de la oreja

En nuestro país es habitual que a muchas niñas les coloquen los pendientes al nacimiento o en los primeros meses de vida. Pese a ser una práctica habitual, a veces surgen complicaciones, por una mala técnica, una mala higiene o mala localización. Una de las complicaciones raras, pero que pueden aparecer (no necesariamente en bebés, también en niñas y niños más mayores), es que el cierre del pendiente se quede incrustado en el lóbulo de la oreja. Esto sucede con más frecuencia si se tiene un lóbulo carnoso y grueso.

Los síntomas suelen ser dolor y enrojecimiento en la parte posterior de la oreja y es frecuente que la zona se haya infectado. Si sospechamos que el cierre del pendiente de nuestro hijo/a se ha incrustado, debemos llevarlo para que lo valoren. A veces puede extraerse manualmente pero otras es necesario hacer un pequeño corte con un bisturí.

Para prevenir que esto suceda, se recomienda usar pendientes con barras más largas y evitar apretar mucho los cierres. Se ha visto que esta complicación es más frecuente en los pendientes que se colocan con pistola. Los pendientes de bebé (no los colocados con pistola), suelen cerrarse con rosca, que tiene un tope muy alejado del lóbulo, aunque a veces podemos dar vueltas de más y perforar la tuerca. En los pendientes de niños más mayores que se cierran a presión, corremos el riesgo de apretarlo demasiado y que la tuerca se quede incrustada.

Cuerpo extraño en oído y nariz

Los niños pequeños lo exploran todo y, a veces, se meten pequeños objetos en la nariz o el oído como si fuese un juego. ¿Cómo darse cuenta? A veces resulta obvio, porque vemos algo que sobresale por el orificio nasal o el conducto auditivo; pero otras veces, podemos tardar mucho tiempo en darnos cuenta.

Uno de los síntomas más frecuentes es que moquea sólo por un orificio nasal (con mayor frecuencia es el derecho). Esta secreción suele oler mal (también puede aparecer por el oído si es ahí donde está el objeto). También pueden quejarse de dolor o de que respiran u oyen mal. A veces pueden detectarse cuerpos extraños en el conducto auditivo de manera casual durante una exploración en el pediatra por otro motivo.

Si tenemos esta sospecha, lo más importante es mantener la calma. Es preferible acudir al pediatra que manipular nosotros la nariz o el oído con bastoncillo o similar. Si ha sucedido hace poco tiempo, el niño o la niña puede probar a sonarse a ver si expulsa el objeto extraño.

Los objetos más peligrosos que pueden aparecer en nariz u oído son las semillas y vegetales, que pueden hincharse con el agua y la humedad, y las pilas de botón, que pueden perforar el tabique nasal.

Para evitar estas situaciones, es fundamental la prevención: los objetos pequeños deben estar alejados de los niños. Especial precaución con pilas de botón.

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