Mi hija de 5 años hace un par de días me preguntó si a ella también la van a poner la vacuna contra el coronavirus. A veces estamos tan inmersos en la cotidianidad que nos ha traído la pandemia, que olvidamos que los niños están atentos a todo lo que escuchan, que les surgen inquietudes y que entienden perfectamente que todo lo que está pasando tiene consecuencias directas sobre ellos (y no porque sean unos héroes, sino porque tienen un razonamiento más desarrollado de lo que a veces creemos).
Por eso, y a tenor de las noticias, en breve llegará el momento en el que empiecen a vacunar a los niños (seguramente primero en otros países, pero ellos lo verán). Por eso es importante hablar con ellos sobre este tema y prepararles para cuando llegue el momento.
Infórmate bien: es imposible explicar las cosas con claridad y en términos fáciles de entender si nosotros mismos no sabemos exactamente qué es lo que queremos explicar. No hace falta que te leas todos los estudios publicados, pero sí que te informes y pongas tus ideas en orden antes de intentar transmitírsela a un niño.
Explícale cómo funciona la vacuna haciendo un símil con personajes: me he encontrado este vídeo de Unicef en el que un médico habla con un niño, con una madre lactante, con una chica joven y con un epidemiólogo sobre este tema. Os recomiendo que lo veáis porque me parece muy interesante la forma en la que aborda el tema con el niño. Al tratarse de una forma de "luchar" contra el virus, creo que es fácil adaptar el tema a alguna película o serie que le guste.
Pregúntales y escucha todas sus inquietudes: esta debe ser una conversación natural, en la que el niño sienta que se le habla con claridad porque ellos han pasado recientemente por varias. Indaga si tiene alguna preocupación y sobre las cosas positivas que tiene el vacunarse.
Tranquilízale con respecto al tema "pinchazo": creo que de todo lo relacionado con las vacunas, esta es una de las cosas que más les preocupa a los niños (de hecho yo aún recuerdo lo mal que lo pasaba cuando era pequeña y sabía que me esperaba un pinchazo). Hay muchas formas de aliviar el estrés y el dolor que producen las vacunas en niños y adolescentes, y aunque el momento crítico siempre llegará, lo mejor que podemos hacer los padres es empatizar con su miedo y y hacerles sentir que es normal, que nosotros también lo sentimos cuando éramos pequeños, pero es que algo bueno que estamos haciendo por nuestra salud.
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