Primera visita del recién nacido al pediatra: cuándo ir y las cinco preguntas debes hacer

Primera visita del recién nacido al pediatra: cuándo ir y las cinco preguntas debes hacer
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Cuando tenemos un bebé por primera vez, surgen muchísimas dudas; incluso cuando ya tenemos más hijos, los primeros días de vida del bebé son momentos en los que nos asaltan miles de preguntas. De hecho, es habitual que los padres acudan con varias dudas anotadas que no se pueden olvidar de consultar en estas primeras revisiones del recién nacido.

Habitualmente los pediatras preguntamos varias cosas importantes y damos la información más relevante de acuerdo a la edad del bebé; pero, en este post hemos resumido aquello que, si no lo contamos nosotros, los padres deberían preguntar.

¿Cuándo debemos ir al pediatra por primera vez?

La primera consulta con el pediatra debe de ser bastante próxima al alta del hospital. En estos primeros días de vida es importante revisar al bebé varias veces, pues son más vulnerables y hay que vigilar, entre otras cosas, que vayan ganando bien peso, así como descartar posibles problemas que pueden aparecer a estas edades.

Esta primera revisión suele ser en la primera semana de vida; en el caso de los bebés alimentados con lactancia materna, debería ser a las 48 horas tras el alta. En algunos hospitales, incluso se da a los padres la cita del centro de salud en el momento del alta.

Sabemos que los recién nacidos pierden peso los primeros días de vida, y generalmente empiezan a ganar hacia el 2º-4º día de vida, recuperando el peso al nacimiento a los 10-15 días de vida. Una pérdida de peso superior al 8-10% del peso del recién nacido o un bebé que no ha recuperado el nacimiento a las 2 semanas de vida, debe hacernos revisar la técnica de lactancia y garantizar que ese bebé está comiendo bien.

¿Qué preguntas debemos hacer?

1. ¿Cómo saber si está comiendo bien?

Como hemos comentado, uno de los aspectos más importante de esta visita es asegurarnos de que el bebé está comiendo lo suficiente; por eso, es fundamental que los padres conozcan los signos que indican que un bebé está comiendo bien y aquellos que indiquen que puede estar quedándose con hambre.

Hicimos un post reciente sobre esto en bebés amamantados, en el que hablamos de tres indicadores:

- El peso: durante las primeras 6 semanas de vida los bebés amamantados suelen ganar, de media, 20 gramos al día. Aunque pierden peso tras el parto, la mayoría recuperan el peso al nacimiento antes de los 15 días de vida.

- El estado general del bebé: un bebé que está comiendo bien suele dormir entre tomas, se despierta para reclamarlas, mama activamente y el resto del tiempo suele estar contento y tranquilo. En cambio, un bebé que pasa hambre suele estar muy adormilado o, por el contrario, muy irritable y suele mamar durante largos periodos de tiempo.

- Los pañales: pasados los primeros días de vida, los bebés amamantados suelen mojar más de 5-6 pañales al día y suelen hacer deposición diaria (en general  más de una, muchas de pequeño tamaño, de consistencia blanda/líquida y con grumos).

Para aquellos que toman biberón, estos 3 items son igualmente válidos, con la "ventaja" de que podemos medir la cantidad que toman. Además, en estos casos, suelo decir a las familias que si siempre deja los biberones completamente vacíos es posible que nos estemos quedando justos y necesite comer un poquito más. Aprovecho para recordar aquí que, tanto la lactancia materna como la fórmula infantil, deben darse a demanda.

2. ¿Cuáles son los motivos de acudir a Urgencias?

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Esto es fundamental conocerlo porque algunos de estos motivos no serían motivo de acudir a Urgencias en niños más mayores:

- Fiebre: la fiebre en menores de 3 meses siempre es motivo de urgencia. Cuánto más pequeño es el bebé, mayor es el riesgo de que sufra una infección bacteriana grave; y es que la inmunidad de los bebés aún es muy inmadura.

- Dificultad para respirar. Al igual que en niños mayores, si un bebé respira muy rápido, hunde el pecho y/o se le marcan las costillas, debe acudir a Urgencias.

- El cordón umbilical huele mal, la zona está enrojecida y/o supura. Cualquiera de estos puede ser un signo de onfalitis, una infección del ombligo en recién nacidos que puede ser potencialmente grave.

- Está muy irritable o decaído, rechaza el alimento

- Vómitos repetidos. Sabemos que las regurgitaciones (que se escape un poco de leche de manera involuntaria por la boca) es algo habitual en la mayoría de los recién nacidos. Sin embargo, si un bebé vomita (expulsa contenido de estómago con  fuerza por la boca) repetidamente, debe ser valorado.  Por un lado, porque hay riesgo de deshidratación; por otro, porque puede tratarse de alguna patología importante.

- Tiene deposiciones blancas, negras o con sangre, como veremos más adelante.

- Si un bebé hace muy poco pis y/o es anaranjado (debido a los uratos, que pueden ser normales en los primeros días de vida pero no deben aparecer más allá) y no hace deposición, es probable que esté comiendo poco y puede incluso estar deshidratado.

3. ¿Cómo debe dormir el bebé de forma segura?

La muerte súbita es el fallecimiento repentino e inesperado de un bebé menor de un año (lactante), aparentemente sano y en el que no puede encontrarse la causa tras investigar detenidamente el caso. Suele suceder durante el sueño, por ello es fundamental que sepamos cómo debe dormir un bebé de forma segura.

La cuna del bebé debe tener un colchón firme y estar libre de cualquier objeto (peluches, chichoneras, mantas...etc); es recomendable que esté en la habitación de los padres. No debemos sobreabrigar al bebé y debemos tener una temperatura agradable en la habitación (18-21ºC). Siempre deben dormir boca arriba, pues dormir de lado o boca abajo se asocia con un riesgo mucho mayor de sufrir muerte súbita. La lactancia materna y el chupete son factores protectores.

En el caso de hacer colecho, éste debe realizarse también de forma segura: nada de superficies blandas (ejemplo un sofá) ni practicarlo si los padres fuman o toma medicación para dormir, alcohol o drogas. Tampoco debe hacerse si se comparte la cama con otros miembros de la familia (como otros niños) o si el bebé tiene alguna patología o es prematuro.

4. ¿Qué cosas nos pueden sorprender, pero son normales en un recién nacido?

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Los recién nacidos no son niños en pequeñito sino que tienen sus particularidades pues están haciendo la transición de la vida intrauterina a la extrauterina. Por ejemplo, el corazón late más rápido y la respiración puede ser diferente; es la llamada respiración periódica, en la que hacen una racha de respiraciones rápidas que alteran con una racha de respiraciones mucho más lenta.

Los estornudos y el hipo son habituales en estas primeras semanas y no reflejan ningún problema (los estornudos no indican que esté acatarrados). Según van creciendo se van haciendo mucho menos frecuentes.

Otra cosa frecuente es que mudan la piel, se pelan. Y les sucede a la mayoría independientemente de la cantidad de crema hidratante que les pongamos.

En el caso de las niñas, es habitual que tengan flujo vaginal y podrían incluso, tener una pequeña menstruación; esto es efecto del paso de hormonas desde la madre.

5. ¿Cómo son las deposiciones de un bebé?

El "tema caca" siempre preocupa a las familias, pero mucho más en el caso de bebés pequeños. Las deposiciones pueden tener diferentes colores en función de la edad y la alimentación (casi negro del meconio, mostaza en el caso de que tomen leche materna...) y no debe preocuparnos. Pero hay 3 colores que sí son motivo de consulta: blanco (porque nos puede indicar un problema en el hígado), negro (puede indicar que hay sangre digerida) o con hebras de sangre roja (hay sangre fresca).

Acudir cuando las deposiciones blancas es tan importante que, en algunos países, se entrega a los padres una tarjeta (Stool color card) donde pueden ver deposiciones de diferentes colores y les indican cuáles son que pueden indicar un problema hepático (atresia de vías biliares extrahepáticas, la causa más frecuente de trasplante hepático en nuestro medio).

Resumiendo...

La primer visita debe ser precoz, en la primera semana de vida y, en el caso de los bebés que toman lactancia materna, a las 48 horas del alta hospitalaria.

Es importante que de esta primera visita nos llevemos información sobre cómo saber si está comiendo bien, aquellas situaciones que son normales en los recién nacidos y no deben preocuparnos y, por el contrario, aquellos motivos por lo que hay que acudir a Urgencias; cómo debe dormir el bebé y cómo deben ser sus deposiciones.

Por supuesto, además de éstas, cualquier duda que preocupe a los padres siempre debe ser consultada.

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