
Uno de los momentos favoritos para padres y (algunos) bebés es la hora del baño: es un rato en el que disfrutamos contemplándole y en el que ellos se suelen relajar por el efecto del agua.
Sin embargo, cuando somos primerizos es normal que durante las primeras veces nos de miedo bañarlo y nos surjan algunas dudas: cómo sostenerlo, cuánto tiempo debe durar, qué productos debo utilizar, y la más común ¿cuál es la temperatura perfecta para que el bebé esté cómodo y a gusto?
Tranquilos: es una duda común y es muy importante resolverla antes de empezar. La temperatura ideal del agua para bañar al bebé no debe ser ni muy fría ni muy caliente, así que debemos tener en cuenta que la temperatura normal de su cuerpo oscila entre los 36 y los 37 grados en condiciones normales. Por consiguiente, el agua debe estar aproximadamente entre los 35 y los 37 grados centígrados.
¿En verano, puedo bañarle con el agua un poco más fría?
En caso de que el bebé sea un recién nacido, no es recomendable disminuir la temperatura del agua, aún estando en verano, porque su cuerpo aún no regula bien su temperatura y esos cambios pueden ser muy bruscos (teniendo en cuenta su sensibilidad).
Bajo este mismo argumento, tampoco debemos aumentar la temperatura del baño si hace frío: simplemente debemos asegurarnos de que la temperatura del ambiente y de nuestras manos sea agradable para el bebé.
¿Cómo medir la temperatura del agua para bañar al bebé?
Si somos primerizos, lo normal es que nos recomienden utilizar un termómetro para la bañera (los podéis conseguir en farmacias o en tiendas de puericultura). Sin embargo puedes hacerlo con el "modo tradicional", introduciendo el codo para comprobar que el agua está templada y al contacto la sensación es agradable.
¿Cuánto debe durar el baño del bebé?
No hay una regla fija para todos los bebés, pero por norma general un baño de entre 5 y 10 minutos es el tiempo ideal para limpiar al bebé y conectar con él a través de mimos y miradas durante un momento placentero.