Las palabras que usamos con nuestros hijos son, en realidad, semillas que germinan en su interior y que dan forma a su autoestima, su confianza y su manera de enfrentarse al mundo.
El neuropsicólogo experto en crianza positiva Álvaro Bilbao nos recuerda el poder transformador del lenguaje, y lo hace con estas palabras:
"Habla a tus hijos como si fueran los personajes de un cuento de hadas, personas importantes, llenas de cualidades, y en eso se convertirán."
Este consejo nos invita a ver a nuestros hijos como protagonistas de su propia historia, héroes y heroínas con habilidades únicas que pueden potenciarse con nuestras palabras.
Así puedes reforzar la autoestima de tus hijos: escoge mensajes bonitos
El psicólogo nos da ejemplos concretos de cómo hacerlo:
- "Cada día eres más paciente y amable"
- "Gracias por ese abrazo"
- "Tienes el don de saber lo que papá necesita"
- "Tus besos son mágicos, hacen que a mamá se le alegre el corazón"
- "Tienes tanta fuerza y determinación que podrías vencer a un dragón"
- "Tu sensibilidad te va a permitir ayudar a muchas personas"
Y es que nuestro lenguaje moldea su identidad. Cuando un niño escucha con frecuencia que es "torpe", "despistado" o "difícil", lo interioriza y actúa en consecuencia. En cambio, cuando le transmitimos que es valiente, generoso o perseverante, su cerebro lo registra como una verdad y busca formas de confirmarlo en su día a día.
Y si alguna vez nos equivocamos -porque todos los padres lo hacen- siempre hay oportunidad de reparar. Como señala Bilbao:
"Tus palabras son importantes para ellos, y no pasa nada si alguna vez les has hablado mal o te has equivocado. Puedes decírselo, porque les ayudará a borrarlo de su corazón: ‘Lo siento, cariño, no pienso eso que te dije, esto es lo que realmente pienso’."
Para reforzar este mensaje, Álvaro propone una idea: escribir un cartel con palabras bonitas y colocarlo en la cocina o su habitación. "Porque los niños creen lo que escuchan sus oídos, especialmente si somos papá o mamá quienes se lo decimos", añade el experto.
Foto | Portada (Montaje; Álvaro Bilbao + Freepik)