Más del 35% de los adultos británicos duermen con un oso de peluche

Más del 35% de los adultos británicos duermen con un oso de peluche
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Hemos hablado en otras ocasiones acerca de los objetos transicionales y de la dependencia que llegan a crear en muchos niños que se alarga, en ocasiones, hasta la edad adulta.

Conozco personalmente algunos casos (amigos o conocidos), que aún conservan su peluche de la infancia o su mantita y que la usan en la intimidad del hogar.

Sin embargo siempre he considerado que era algo minoritario (quizás en España sí lo sea) y un estudio reciente realizado por la cadena hotelera británica Travelodge concluye que más del 35% de los adultos duermen aún con su oso de peluche.

Otros datos

Dicho estudio, realizado con una muestra de 6.000 personas adultas revela también que el 51% de los encuestados aún conserva el objeto transicional de la infancia y que la edad media de dicho objeto, por norma general ositos de peluche, es de unos 27 años.

Lo que más me asombra, además de saber que más de un tercio de los adultos aún lo utilizan, es que muchos de ellos se llevan a su osito a los viajes de negocios.

Ante estos datos uno se pregunta: “¿Y lo usan así, sin vergüenza alguna?”. Bien, pues parece ser que sí, porque tan solo uno de cada diez hombres solteros esconde el osito cuando duerme con su novia y tan solo el 14% de los hombres casados lo guarda en un armario o bajo la cama cuando vienen familiares o amigos.

Algunos de los encuestados explicaron que habían traspasado su osito de peluche favorito a sus hijos (el 14%) y el 80% de los que eran padres comentaron que el primer juguete que le regalaron a su hijo era un oso de peluche.

El mejor amigo

Más del 15% de los hombres y el 10% de las mujeres declararon que trataban a los ositos de peluche como a su mejor amigo, compartiendo sus secretos íntimos con él. Dawn James, editor de la revista Teddy Bear Times ha declarado al respecto que “los Teddy Bears representan la felicidad y la seguridad en la infancia. Son el mejor amigo que siempre escucha y nunca critica. Por eso tantos adultos se aferran a los osos de su infancia, porque los ven como un amigo de por vida”.

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Esto mismo lo deben pensar también los adultos, ya que el 62% de los padres dijo que tener y amar a un oso de peluche es importante para el crecimiento de los niños, porque les ayuda a desarrollar un carácter más dulce.

Mi opinión

Bueno, la verdad es que mi opinión la sabéis porque ya la he hecho pública en alguna ocasión: no me acaban de gustar los objetos transicionales porque considero que los niños no tienen por qué hacer una transición tal y como la conocemos (niño muy apegado a mamá o papá pasa a ser niño muy apegado a un osito para después dejar el osito y ser autónomo), sino que un niño puede pasar de ser totalmente dependiente a ser autónomo sin que deba haber una figura inanimada y sin sentimientos de por medio. Mamá siempre estará ahí y poco a poco, a medida que los niños crecen empiezan a relacionarse mucho más con papá incluso para dormir, con los abuelos y con otros niños, a menudo sin la presencia de mamá. De este modo la transición sucede de una manera natural, relacionándose con seres queridos “vivos”.

En los casos en que un niño está nervioso o asustado, deberíamos ser los padres, que para eso estamos, el hombro al que arrimarse y en el que confiar. Si establecemos una relación de comunicación y de confianza desde pequeños es más fácil que en el futuro, cuando sean más mayores e incluso adolescentes dicha relación se mantenga. Si en cambio ya desde pequeños derivamos el trabajo de escuchar y calmar a nuestro hijo a terceras personas (en este caso a un objeto inanimado, que aún es más cuestionable), no podremos quejarnos de que nuestro hijo “no nos cuenta nada”, porque nosotros mismos le habremos enseñado a no hacerlo.

Lo siento, pero no veo la necesidad de ofrecer a los niños un peluche para que le sirva de compañía ni de elemento de afecto estando nosotros y menos aún si ello hace que pueda crear una relación de dependencia tal que llegue a la edad adulta con la necesidad de llevárselo de viaje, como hemos visto en el estudio.

Ahora bien, como digo siempre, cada vecina que se ocupe de su puerta (o sea, que cada cual haga lo que le parezca mejor con su vida y con sus noches, que para eso son suyas…).

Vía | Expreso
Fotos | Sfllaw, Carly and Art en Flickr
En Bebés y más | “No lo metas en tu cama, que se acostumbra”, ¿Qué es el objeto transicional?, Objetos transicionales: el inicio del juego, Por qué no me acaba de gustar el objeto transicional‏

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