Estos son los hábitos que hacen felices a los niños con altas capacidades

Estos son los hábitos que hacen felices a los niños con altas capacidades
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Las rutinas son beneficiosas para todos los niños, ya que proporcionan estructura, seguridad y previsibilidad en sus vidas. Pero en el caso de los niños con altas capacidades, las rutinas y hábitos pueden llegar a ser especialmente positivos, ya que les van a permitir explorar sus intereses, desarrollar sus talentos, fomentar la socialización y gestionar sus emociones de manera efectiva.

La importancia de los hábitos en los niños con altas capacidades

Cuando establecemos una serie de hábitos en la rutina diaria de los niños con altas capacidades, enseguida nos damos cuenta de los increíbles beneficios que les aporta. Y es que debido a su naturaleza curiosa, intelectualmente inquisitiva y a la necesidad de estructura en sus vidas, los hábitos constituyen una parte esencial de su felicidad y bienestar emocional.

Como mencionábamos al inicio, cualquier niño necesita tener rutinas en su vida, y en el caso de los niños con altas capacidades los hábitos diarios les benefician así:

Estructura y previsibilidad a sus vidas. Los niños con altas capacidades a menudo tienen mentes inquisitivas y curiosas, lo que puede llevarlos a experimentar una gran cantidad de pensamientos y emociones. Establecer hábitos proporciona estructura y previsibilidad en sus vidas, ayuda a reducir la ansiedad y aporta seguridad.

Tiempo para sus intereses. Los niños con altas capacidades a menudo tienen intereses y talentos específicos. La incorporación de hábitos que les permitan dedicar tiempo a sus pasiones les ayudará a fomentar su desarrollo y aumentar su autoestima.

Descanso adecuado. Es importante que los niños con altas capacidades tengan un equilibrio adecuado entre la estimulación intelectual y el descanso. Una rutina que incluye un horario de sueño consistente y tiempo para relajarse es esencial para mantener su bienestar emocional.

Socialización. En ocasiones, los niños con altas capacidades pueden presentar ciertas dificultades para socializar con sus pares. Incluir en sus rutinas diarias tiempo para interactuar con otros niños puede contribuir significativamente a su felicidad y desarrollo social.

Autonomía. Uno de los grandes beneficios de tener rutinas es la posibilidad de entrenar la autonomía. En el caso de los niños con altas capacidades, el establecimiento de ciertos hábitos podría ayudarles a fomentar la toma de decisiones y adquirir responsabilidades adecuadas para su edad.

Desarrollo emocional. Los niños con altas capacidades pueden enfrentar desafíos emocionales y sociales únicos. Establecer hábitos que incluyan momentos para el apoyo emocional, el desarrollo de la inteligencia emocional y la comunicación contribuirá a su felicidad.

Tres hábitos que hacen felices a los niños con altas capacidades

Una vez analizados los motivos por los que las rutinas impactan de una forma tan positiva en la felicidad y autoestima de los niños con altas capacidades, te explicamos los tres hábitos imprescindibles para su desarrollo que no deberían faltar en su rutina diaria:

La exploración y el aprendizaje autodirigido

Ya sea por desconocimiento de los profesores o por falta de recursos, desde el colegio no siempre se atienden adecuadamente las necesidades de los niños con altas capacidades. Tampoco es habitual que en las aulas se potencia su motivación y talento mediante el aprendizaje autónomo y la exploración.

Satisfacer el deseo innato por aprender y explorar de los niños con altas capacidades contribuye de forma positiva a su felicidad.

Por ello es imprescindible que los padres actuemos e incorporemos este hábito en la rutina diaria de los hijos con altas capacidades, bien sea mediante actividades extracurriculares acordes a sus intereses, o proporcionándoles recursos educativos que les permitan explorar, investigar y seguir aprendiendo.

Fomentar sus relaciones sociales

Las diferencias cognitivas y emocionales ligadas a la alta capacidad pueden hacer que algunos niños tengan problemas a la hora de hacer amigos o de mantener relaciones estables y saludables. Si es el caso de tu hijo debes saber que las habilidades sociales se pueden entrenar y que es imprescindible hacerlo para su felicidad y un correcto desarrollo de su autoestima.

Por eso, otro de los hábitos básicos en el día a día de los niños con altas capacidades es proporcionarles tiempo para jugar y socializar con sus iguales.

Los padres podemos fomentar la amistad, la empatía y las habilidades sociales de nuestros hijos a través de actividades como deportes, asociaciones o clubes, grupos de juego o programas extracurriculares. En este post te damos más ideas al respecto.

Cuidar su bienestar emocional

altas capacidades

Es muy habitual que los niños con altas capacidades intelectuales muestran también una intensidad emocional mayor que la mayoría de niños de su edad. Esto se va a manifestar tanto en su forma de sentir y expresar las emociones, como en la manera de procesar la información e interactuar con los demás.

La alta intensidad emocional puede ser difícil de gestionar por los niños, de ahí la importancia de inculcarles hábitos que les permitan 'desconectar' durante un rato del mundo que les rodea, con el fin de relajarse y autorregularse emocionalmente. La práctica de actividades como la meditación, el mindfulness o el yoga resultan muy beneficiosas.

También es fundamental que los padres brindemos a nuestros hijos un espacio seguro donde puedan hablar abiertamente y sin juicios acerca de sus emociones, y donde además encuentren apoyo para gestionarlas de una forma saludable.

Estos tres hábitos pueden ayudar a los niños con altas capacidades a lograr un equilibrio saludable entre el intelecto y el bienestar emocional, lo que contribuye a su felicidad. La clave estaría en adaptar las rutinas a las necesidades individuales de cada niño y mantener un ambiente de apoyo que fomente su desarrollo integral.

Foto de portada | Freepik

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