Empacho o indigestión en los niños, ¿cómo evitarlo y qué hacer si sucede?

Empacho o indigestión en los niños, ¿cómo evitarlo y qué hacer si sucede?
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Es frecuente que los niños sufran algún episodio de empacho o indigestión, sobre todo si son de esos niños a los que les gusta comer y probarlo todo.

Tanto los adultos como los más pequeños solemos cometer algunos excesos con la comida, os damos algunos consejos para evitar el empacho o indigestión en los niños y qué hacer si sucede.

La indigestión, más comúnmente conocida como empacho, o dispepsia en términos médicos, suele producirse cuando el niño ha comido mucho, ha comido alimentos que no le sientan bien, lo ha hecho demasiado rápido o moviéndose mientras come (esto es muy frecuente entre los niños que no se quedan sentados a la hora de comer). O todo eso a la vez, que también sucede.

Por tanto, es importante mantener cierto orden a la hora de comer. Tanto en cuanto a sentarse a la mesa sin distracciones como en cuanto a los alimentos que toman. Una comida copiosa a las apuradas, con alimentos grasosos y chocolate y turrón de postre, por ejemplo, es una mala combinación.

Al igual que sucede con los adultos, hay niños que tienen el estómago a prueba de todo. Pueden comer prácticamente cualquier cosa que no se indigestan. En cambio, hay niños más sensibles que a la mínima les sienta mal. Es importante saber identificar los alimentos o combinación de alimentos que suelen sentarle mal para evitarlos o reducir su consumo.

El niño no suele tener el mismo control que los adultos a la hora de comer algo que le gusta (bueno, algunos adultos tampoco lo tienen). Es atiborrarse a turrón o chocolate sin ninguna medida, por tanto somos los padres los que debemos controlar que disfruten pero con medida, para evitar una indigestión.

Síntomas de indigestión

Los síntomas pueden ser confusos, pero el dolor de estómago es el primer signo de alarma. El niño puede ponerse pálido, sudar, en ocasiones puede tener ganas de vomitar, aunque no siempre, presentar diarrea, o por el contrario, heces duras de color negro y pegajosas.

Los síntomas más habituales en caso de indigestión son:

  • Dolor de tripa
  • Pesadez de estómago
  • Nauseas
  • Vómitos
  • Palidez
  • No quiere comer
  • Dolor de cabeza
  • Diarrea o heces duras y pegajosas

Prevenir la indigestión o empacho en niños

  • Evitar alimentos demasiado grasos o frituras
  • Evitar bebidas gaseosas
  • Evita las comidas demasiado especiadas o que produzcan acidez
  • Evitar demasiado chocolate y ojo con el turrón (ambos son muy tentadores en Navidad)
  • No forzar al niño a que pruebe de todo (a los adultos nos encanta que sean buenos comedores).
  • Si le encanta comer y probarlo todo, sírvele tú en su plato una ración moderada de cada cosa. Evita que se sirva por su cuenta.
  • Procura que coma lentamente, masticando bien los alimentos.
  • Después de comer, evita que el niño se ponga a correr o hacer ejercicio
  • Procurad comer en un ambiente tranquilo y relajado.
  • Espera dos horas antes de acostarlo, para dar tiempo a que realice la digestión

Cómo tratar el empacho en los niños

Realmente, cuando el niño sufre una indigestión o empacho no hay demasiado que hacer más que aliviar los síntomas. No hay ningún tratamiento médico, por lo que hay que armarse de paciencia y esperar a que pase. Normalmente, a las 12-15 horas ya debería pasar el malestar y a las 24 horas ya se encuentra bien.

Lo que si hay que procurar es que beba agua, aunque sea a sorbitos si tiene nauseas, para evitar así la deshidratación, sobre todo si tiene vómitos y diarrea. No lo fuerces a comer si no quiere. Ya te pedirá a medida que vaya encontrándose mejor. Empieza ofreciéndole por comidas ligeras y poca cantidad.

Para el dolor de tripa, prueba hacerle masajes muy suaves con aceite, siempre en sentido de las aguas del reloj, o bien aplicándole calor local con paños o también va muy bien una bolsa de semillas caliente. Eso siempre ayuda a calmar el dolor.

Foto | Pexels

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