En Montessori, el método de aprendizaje que favorece la autonomía de los niños dándole libertad para aprender, explorar y jugar, la educación musical tiene un papel muy importante.
Sucede que a través de la música, también es posible fomentar el desarrollo del niño en todas sus áreas, desde lo cognitivo y lo físico hasta lo social y emocional, por lo que en Montessori se favorece la educación musical desde los primeros años de vida, mediante los sentidos y la libre exploración.
Si te interesa aplicar este método en la educación musical de tus hijos, te compartimos 11 actividades musicales Montessori para hacer con los niños según su edad.
Bebés de hasta 12 meses
Al principio, los bebés aún no tiene las capacidades motoras para manipular los instrumentos que se suelen utilizar en Montessori, pero hay otras actividades que podemos hacer con ellos durante su primer año:
Canciones y melodías. Iniciar la educación musical prácticamente desde que nacen es posible, pues actividades como cantarles canciones de cuna o hablarle al ritmo de una melodía alegre son dos formas de comenzar a acercales a la música.
Muñequeras y calcetines sonajeros. Uno de los instrumentos más utilizados en la pedagogía Montessori para enseñar música a los más pequeños con los instrumentos de agitación, como las muñequeras y los calcetines sonajeros.
Botellas sensoriales con sonidos. Llena una botella pequeña de plástico con arroz, garbanzos o lentejas y, una vez que esté bien cerrada (puedes pegar la tapa con silicón), dásela al bebé para que pueda agitarlas con sus manitas o rodarlas si ya gatea.
Niños de uno a tres años
Conforme los niños van adquiriendo más habilidades motoras, podemos integrar nuevos juegos y actividades divertidas para continuar su educación músical:
Juego de eco musical. En este rango de edad los niños suelen imitar muchas cosas de las que hacemos, por lo que una actividad musical que puedes hacer con ellos es jugar al eco musical: tú haces un ritmo con palmas o cantando y el niño lo imita.
Identificando sonidos. Podemos presentarles algunos instrumentos de agitación o percusión para que experimenten con ellos, como cascabeles, palos de lluvia, maracas, tambores o xilófonos, y que comiencen a identificar los sonidos que hace cada uno.
Canciones con movimiento corporal. Si hay algo que encanta a los niños pequeños, es bailar al ritmo de una canción. Podemos escuchar con ellos canciones en las que se muevan diferentes partes del cuerpo, como "Cabeza, hombros, rodillas y pies", y combinar música, coordinación y lenguaje.
Niños de tres a seis años
En estas edades los niños ya tienen un mayor control de la coordinación y un mejor desarrollo motor, por lo que podemos incorporar nuevos instrumentos que ayuden a mejorar la coordinación y el control de la fuerza:
Tocando canciones. Podemos animarles a que sigan el ritmo de una canción, tocando instrumentos de agitación como cascabeles o una pandereta, o con instrumentos de percusión, como un par de tambores.
Cuentos e historias musicales. Siéntense juntos y, mientras cuentan o leen un cuento, incorporen efectos sonoros, ya sea con instrumentos (tambores como pasos, cascabeles como agua...) o con su propio cuerpo, utilizando palmas o su voz.
Instrumentos caseros. Prueben hacer sus propios instrumentos, como tambores con latas y globos, maracas con botellas o contenedores pequeños de plástico llenos de semillas, o guitarras con cajas de cartón y gomas...
Niños de seis a nueve años
Además de continuar con todas las actividades que hemos mencionado previamente, al llegar a esta edad podemos profundizar en la educación musical de los niños con actividades más elaboradas y profundas:
Coreografía musical. Jueguen a inventar los pasos o la coreografía de alguna canción que les guste, experimentando con diferentes pasos y secuencias divertidas.
Percusión corporal. Usando las diversas partes de su cuerpo, jueguen a componer canciones, utilizando palmas, pies o chasquidos. Cada uno puede tocar un "instrumento" o percusión diferente y llevar una sección del ritmo.
Emociones musicales. Escuchen melodías sin letra juntos (puede ser música clásica o de orquesta) e intenten identificar qué emoción piensan que transmite: alegría, tristeza, entusiasmo, diversión, miedo...
Foto de portada | Kaboom Pics en Pexels