¿Compartirías así el dolor de tu mujer en el parto?

¿Compartirías así el dolor de tu mujer en el parto?
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Seguro que muchos papás que nos leen sufrieron en sus manos los apretones de la mamá parturienta. Pero, de verdad existe una cultura en la que el hombre se solidarice tanto con el dolor de la mujer durante el parto que se deje estirar de los genitales? He estado indagando acerca de esta imagen y el texto que circula por correo electrónico y que afirma que sí, que la tradición en los nacimientos wixarikas o huicholes es que, durante el parto, al tiempo que la mujer sufre contracciones, estire de unas cuerdas atadas a los genitales de su pareja.

La imagen es una pintura sobre madera huichol, contemporánea, que se encuentra en California (Estados Unidos). Va acompañada de una cita correspondiente a una obra de Adele Getty titulada “La diosa. Madre de la naturaleza viviente”:

El acto de parir, ya se trate de un hijo, una idea o una obra de arte, va siempre acompañado de dolor. Los indios huicholes piensan que la pareja de la mujer debe compartir el dolor y el placer de dar a luz: por eso, mientras ella está de parto, el marido se sienta en las vigas situadas sobre su cabeza con una cuerda atada a los testículos. Cada vez que tiene una contracción, la parturienta tira de la cuerda. Al final, el marido siente tanta alegría por el nacimiento del niño como la mujer ¡O incluso más! Esta costumbre de compartir los dolores del parto, en la que el hombre mantiene una actitud simpática de empollamiento ante la llegada del hijo, está extendida entre muchos nativos.


Los indios huicholes o Wixarikas habitan el oeste central de México en la Sierra Madre Occidental, principalmente en los Estados de Jalisco y Nayarit. Se autodenominan wixarica o ‘la gente’ en su lengua llamada por los lingüistas Wixaritari o vaniuki (conocido como lengua huichola), que pertenece a la familia de lenguas aztecas.

Parte fundamental de su religión y su cultura es la recolección y consumo ritual del peyote (un cactus de propiedades alucinógenas), acto que, de ser cierta esta práctica durante el parto, probablemente consumiría el hombre.

La obra de Adele Getty existe, está publicada en castellano por Editorial Debate (Madrid, 1996) y el título original de la misma es “Goddess. Mother of Living Nature”. Se trata de una obra que analiza las diosas relacionadas con la fertilidad y maternidad y la forma de dar a luz en distintas culturas. En teoría esta cita se extrae de la página 68 de la edición en castellano. Sin embargo, no he podido contrastar esta información, pues el libro no es fácil de encontrar y tampoco en Internet está registrado.

También he leído mucho sobre esta interesante etnia, pero no he logrado hallar referencias a la tradición en cuanto al momento del parto. Podéis acceder a su web desarrollada por la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas para dar a conocer la riqueza del pueblo de los huicholes o wixarikas.

Lo que sí he podido encontrar es un punto en común con la cultura nahualt, azteca (y otras muchas culturas), con la que están emparentados los huicholes, y es que el parto, como cualquier creación, se asocia a un dolor benigno, a un esfuerzo positivo, ya que conlleva un resultado deseado. La paciencia, el dolor de la creación, dignifica y trasciende, ¿por qué iba a ser sólo la mujer la que gozara de esa elevación? El dolor autoimpuesto sería una especie de sacrificio que honraría al hombre. Sin embargo, no he podido encontrar referencias de la presencia dle hombre en el momento del parto (sí de la partera que ayuda a la mujer).

Parto huichol

Pero viendo algunas manifestaciones de artesanía huichol contemporánea, me encuentro con esta otra representación del parto (sobe estas líneas), inspirada en la tradición y mitología huichol, que no hace referencia al dolor del hombre.

Sin embargo, no me extrañaría que este ritual tenga algo de verdadero, otorgando carácter sagrado al nacimiento y como forma de compartir un momento vital crucial e irrepetible. Y aunque no creo que se practique este ritual en la actualidad, puede que antiguamente sí se llevara a cabo una situación similar, tal vez no tan intensa como la que se nos describe en la primera imagen y la cita de la obra de Getty, sobre todo por el peligro a quedarse sin más descendencia…

En la actualidad como mucho el hombre se deja apretar la mano durante las contracciones compartiendo algo del dolor (por otro lado, ¿para qué más?; a mí me basta con la compañía y el apoyo). Sin embargo, está claro que durante muchas épocas el parto no ha sido sólo cosa de mujeres, y a pesar de que sí son ciertas esas escenas en las que el padre se enteraba del nacimiento a distancia o con retraso, cada vez es más habitual acompañar durante el parto.

Acompañar durante el parto, compartir la alegría y el esfuerzo del nacimiento y solidarizarse con el dolor de la mujer pero, ¿hasta qué punto? Y nuestros lectores, ¿saben algo más de esta práctica de compartir el dolor durante el parto? ¿Realidad o leyenda? ¿Alguno se ha implicado de algún modo doloroso durante el parto de su mujer?

Vía | Pitodoble
Más información | Vinculando, Real de catorce, Wikipedia
En Bebés y más | La tripa de los futuros papás también crece, Síndrome de la Covada: papás embarazados, Nuevas investigaciones sobre el Síndrome de la Covada con las mismas conclusiones

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