Por qué no se puede (ni se debe) ignorar el llanto de un bebé

Por qué no se puede (ni se debe) ignorar el llanto de un bebé
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El llanto es la única forma de comunicación con la que cuenta el bebé. Cuando aún no sabe expresarse con palabras, se comunica a través del lenguaje no verbal. Nos dirá que algo le agrada con una sonrisa y que algo le disgusta con el llanto. Generalmente se asocia con algo negativo, pero el llanto es un reclamo, una forma de decir "necesito tu ayuda".

Nos preguntamos entonces, ¿por qué no se puede (ni se debe) ignorar el llanto de un bebé?. Así como no ignoramos a alguien que se acerca a hablarnos, muchísimo menos podemos ignorar el llanto de un bebé que no puede valerse por sí solo.

El llanto de un bebé genera una potente respuesta en el cerebro de las personas. Un estudio de la Universidad de Oxford ha demostrado, desde un punto de vista científico, por qué es realmente imposible ignorar el llanto de un bebé, aún en las personas que no tienen hijos.

Cuando tanto un hombre como una mujer adultos oyen un bebé llorar, instantáneamente, mucho antes que al oír el llanto de un adulto o de un animal, se activan dos regiones del cerebro involucradas con la respuesta emocional.

Una es la región temporal media, un área implicada en el procesamiento emocional y el habla, la otra área es la corteza orbitofrontal, una zona conocida por su papel en la recompensa y el procesamiento de las emociones.

El sonido que produce el llanto de un bebé es algo que capta la atención de una manera que pocos otros sonidos pueden hacerlo. Nos pone alerta. Por eso, es imposible dormir en un avión cuando un niño está llorando, por ejemplo.

Se activa en los adultos una respuesta al instinto de supervivencia, ya que el llanto es la forma del bebé de expresar que se encuentra frente a una situación de peligro, ya sea que tenga hambre, frío, calor o necesite la protección de los brazos de mamá.

La imposibilidad de ignorar el llanto de un bebé está vinculada pues a una reacción primaria, inconsciente. Aunque quisiéramos, no podríamos bloquear esa respuesta, porque nuestro cerebro dice que ese indefenso bebé necesita que se le atienda.

Calmar el llanto del bebé

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Desde luego, el llanto de un bebé no debe ser desatendido. Nos está diciendo a través del llanto que necesita algo y no responder a ese mecanismo tiene consecuencias fisiológicas y desde luego, psicológicas, como ser ignorado en sus necesidades básicas y sentir que ni siquiera sus padres, sus protectores, son capaces de consolarle.

Lo primero que hay que hacer es intentar reconocer el motivo del llanto del bebé. Cuando conocemos a nuestro bebé, ya sabemos distinguir cuando llora por hambre, por sueño, porque le duele la tripita o por el motivo que sea.

Aún así, a veces, aunque sus necesidades básicas de alimento, sueño y abrigo están cubiertas, el bebé puede seguir llorando. La mayoría de las veces se debe a la necesidad de contacto físico, ya que el pequeño necesita nuestro calor y nuestra protección. Por tanto, la primera opción es tomarlo en brazos.

También hay otras formas de calmar el llanto del bebé como envolverlo rodeando su cuerpo con una manta suave con los brazos y las piernas dentro del arrullo, balancearlo, o ponerlo al pecho, ya que aunque no tenga hambre con la succión no nutritiva el bebé se siente reconfortado.

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