Cuando una familia espera la llegada del bebé y empieza a preparar la ropita para el hospital es raro que falte el gorrito, las manoplas y los calcetines.
Todas las marcas de ropa de recién nacido tienen ese pack, así que parece un imprescindible para nuestro pequeño. Pero, ¿es de verdad tan beneficioso o sería prescindible? ¿Durante cuánto tiempo es recomendable usar estas prendas?
La hipotermia en el recién nacido
Durante las primeras horas de vida, los recién nacidos a término no controlan bien su temperatura y necesitan la ayuda de medidas externas. En el caso de los recién nacidos pretérmino, el riesgo de hipotermia es mayor y más duradero, por eso con frecuencia necesitan estar en una incubadora.
Que un bebé se quede frío puede acarrear complicaciones. Se sabe que la hipotermia aumenta los requerimientos metabólicos del recién nacido y se asocia con hipoglucemia, hipoxia (bajada de oxígeno), graves infecciones e incluso, aumento de mortalidad. Esto es especialmente importante en los países en vías de desarrollo, donde los recursos son mucho más limitados.
¿Qué medidas se recomiendan tras el parto para prevenir la hipotermia?
Como hemos dicho, durante las primeras horas de vida es fundamental evitar la hipotermia. Por ello, se recomienda que las salas de partos o quirófanos tengan una temperatura de entre 25-28ºC.
En el caso de que el bebé tenga que ser separado de su madre, por ejemplo, un gran prematuro, un bebé que necesita reanimación…etc, se aplicarán diferentes medidas: cuna con calor radiante, ropa y toallas precalentadas, bolsa de polietileno para los grandes prematuros…
En aquellos bebés que están estables, estar en contacto piel con piel se ha demostrado eficaz para prevenir la hipotermia (además de otros múltiples beneficios, especialmente los relacionados con la lactancia materna). Las recomendaciones actuales son colocar al bebé cuando nace sobre el pecho o abdomen desnudo de su madre y secarlo ahí con toallas precalentadas.
El método madre canguro (a menudo usado como sinónimo de piel con piel) consiste en llevar al bebé piel con piel todo el día y alimentarlo con leche materna (idealmente) y ha demostrado ser una intervención de bajo coste para prevenir complicaciones en el prematuro y que también tiene múltiples beneficios en el bebé a término; entre ellos, el mantenimiento de la temperatura.
¿Y el gorro? También se ha estudiado la importancia de llevar gorro. Estudios antiguos indicaron que el gorro era una buena medida para minimizar la pérdida de calor en el postparto y estudios más recientes indican que puede ser uno de los factores protectores de hipotermia durante las primeras horas de vida. Por ejemplo, en un estudio en Etiopía se analizaron los factores de riesgo de hipotermia en recién nacidos sanos y no llevar gorro fue uno de ellos. Lo mismo se objetivó en otro estudio que analizó los factores de riesgo de hipotermia en las primeras seis horas de vida.
Además de no llevar gorro, otros factores de riesgo para el desarrollo de hipotermia fueron no realizar piel con piel, tener bajo peso al nacer y/o ser prematuro o precisar reanimación cardiopulmonar entre otros.
¿Es necesario que los recién nacidos usen gorrito? Lo que dicen los expertos
Diversos expertos de nuestro país, en las “Recomendaciones para el cuidado y atención del recién nacido sano en el parto y en las primeras horas tras el nacimiento”, publicadas en la revista Anales de Pediatría en 2009 sí recomiendan la colocación de un gorrito al recién nacido tras el nacimiento.
En la Guía de Práctica Clínica (GPC) sobre lactancia materna también se recomienda, además de realizar el contacto piel con piel inmediato e ininterrumpido tras el parto, cubrir al bebé con una manta precalentada y ponerle un gorro para evitar la pérdida de calor.
Por otro lado, la OMS recomienda cubrir la cabeza del bebé, tanto tras el parto como específicamente para realizar el método canguro.
¿Hasta cuándo deben llevar gorrito?
Sobre esto hay muy pocos datos, pues apenas se ha estudiado el papel del gorrito sobre la temperatura más allá de las primeras horas de vida
Además, por un lado queremos evitar la hipotermia pero, por otro, la hipertermia (el efecto contrario) y el sobre abrigamiento, tampoco son deseable. Algunos autores recomiendan que, si la temperatura de la habitación no es muy elevada, puede dejarse el gorrito las primeras horas o primer día de vida.
¿Son necesarios las manoplas y los calcetines?
Las manoplas y los calcetines o patucos suelen venir en el mismo pack que los gorritos como ropita para el postparto inmediato. Sin embargo, a pesar de que el gorro se sigue recomendando por las principales sociedades científicas, los calcetines y las manoplas parecen haber pasado a un segundo plano.
Pero, ¿no deberían ser fundamentales, si los bebés tienen siempre las manos y los pies fríos? Esta diferencia de temperatura es debida a su sistema circulatorio aún inmaduro. El bebé prioriza órganos como corazón, cerebro, pulmones… y llega menos sangre a pies y manos. A veces incluso pueden verse azulados. Por ello, a pesar de que les abriguemos los pies y las manos es frecuente que sigan fríos.
La OMS, en sus recomendaciones sobre el método canguro sí recomienda poner unos calcetines al bebé. Sin embargo, no hay menciones a las manoplas.
Hay padres que las usan para que el bebé no se haga daño en la cara con sus propias uñas, pero de suceder son arañazos superficiales y podemos cortarlas para que esto no suceda. En cambio, colocar manoplas a un recién nacido puede ser contraproducente, pues les privamos del tacto. Con sus manos, pueden tocar el cuerpo de su madre y explorar el entorno. También les privamos de que se succionen la mano, algo que ya hacían intraútero.
Con los calcetines sucedería algo parecido. Si la temperatura exterior es adecuada, es preferible los pies descalzos para permitir un adecuado desarrollo de los mismos así como para sentir y explorar con ellos. De hecho, los pies de los bebés tienen una sensibilidad más fina que las de las manos.