Cuando Barbie se quedó embarazada del que sería su segundo hijo nadie tenía muy claro qué pasaría. Su primera hija nació en el hospital y la gente de su entorno sabía que no guardaba buen recuerdo de ello, pese a que por su fama y con dinero cerraron una planta entera para ella, para que todo fuera bien.
"Estoy pensando en parir en casa con una matrona", dicen que le oyeron alguna vez decir. Y se sabe que sus amigas trataron de disuadirla diciéndole que podía lograr que cerraran de nuevo la planta de un hospital, del que ella quisiera, y poder dar a luz de nuevo con anestesia, quizás por cesárea, para no notar nada. No se le oyó hablar más del tema y ahora todos saben ya qué sucedió gracias a esta sesión de fotos: Barbie decidió dar a luz en casa, con la ayuda de una matrona, acompañada de Ken y de su hija.
Cómo sucedió todo
Al menos así es como relató la historia la fotógrafa Katie Moore, que tuvo la suerte de estar presente en dicho parto desde las primeras contracciones hasta el momento en que toda la familia disfruta del recién nacido en la cama.
Según explica Moore en Inhabitots, accedió a hacer las fotos de Barbie porque es una mujer fuerte. No le importó saber que hay gente que la detesta, del mismo modo que hay gente que la adora, ella siempre ha tenido claro que es una mujer que ha hecho grandes cosas y cuando supo que iba a dar a luz en casa y que había pensado en ella para hacer las fotos, accedió de inmediato porque sería una gran oportunidad de difundir esa decisión, esa fuerza y esa determinación.
Lo importante no era tanto que diera a luz en casa, sino mostrar que hay mujeres que están empezando ya a tomar sus decisiones como madres, que deben ser ellas las protagonistas de sus partos y ellas las que tomen las decisiones, incluso en los hospitales. Es la mujer la que debe decidir cómo parir. Como os dije cuando hablé del libro de Irene Garzón, "La sociedad que vaciaba úteros":
Ya es hora de que el acto de dar a luz se convierta en un momento en el que la mujer se sienta comprendida, acompañada, escuchada, apoyada y que nunca, jamás, se vaya con la sensación de que le han tratado mal, como a una niña, que la han ninguneado o que todo habría acabado de otra manera si ese día hubiera trabajado otro profesional. No, porque entonces todo se reduce a sacarte al bebé de dentro, a vaciarte el útero.
Seguro que la mayoría no esperábamos algo así de Barbie, ni que Ken fuera un marido tan solícito, pero las imágenes derrochan ternura, amor y dedicación, y captan un momento doloroso para Barbie, como lo es para todas las mujeres, pero tremendamente bonito y mágico. La llegada de un nuevo bebé al mundo, en la intimidad de su casa, con la presencia de su hija, que pudo ver como nacía su hermanito. Increíbles fotos, ¿verdad?
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