No te cepilles los dientes nada más vomitar: lo que debes saber sobre vómitos y cuidado de los dientes en el embarazo

No te cepilles los dientes nada más vomitar: lo que debes saber sobre vómitos y cuidado de los dientes en el embarazo
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Más de la mitad de las embarazadas sufre náuseas y vómitos en el embarazo, especialmente durante el primer trimestre, aunque algunas pueden sufrirlas todo el embarazo. Alrededor del dos por ciento, sufrirá hiperémesis gravídica, una enfermedad que se caracteriza por náuseas y vómitos intensos y persistentes que requiere de atención médica pues puede llevar a la deshidratación de la madre.

Si sufres vómitos frecuentes durante tu embarazo, es especialmente recomendable que cuides tu boca. Marisa y Laura Broseta, directoras de la Clínica Dental Broseta, nos dan algunas recomendaciones muy importantes sobre el cuidado dental durante el embarazo.

No te cepilles enseguida

Lo primero que solemos hacer después de vomitar es cepillarnos los dientes para quitar ese mal gusto que queda tras devolver. Sin embargo, no hay que cepillarse los dientes nada más vomitar; espera 30 minutos y usa tu pasta de dientes fluorada.

¿Por qué hay que esperar? De por sí, debido a los cambios en la composición de la saliva (es más ácida) que tenemos las mujeres durante el embarazo y la lactancia, el riesgo de erosiones dentales y caries aumenta. El esmalte dental sometido a ácidos queda poroso y retentivo, por eso las bacterias van a poder adherirse mejor al diente con el riesgo de caries que eso conlleva.

Esto quiere decir que, si de por si el esmalte durante el embarazo va a estar más débil y poroso, si además vomitamos, la acidez aumenta y todavía perdemos más esmalte. Si a esa superficie cubierta de ácido le pasamos el cepillo inmediatamente, vamos a retirar mecánicamente más esmalte todavía y vamos a favorecer la erosión del diente.

Al vomitar, la acidez aumenta y si cepillamos inmediatamente, perdemos más esmalte. Enjuaga tu boca con bicarbonato y espera 30 minutos para el cepillado.

Enjuaga tu boca con agua o agua con bicarbonato

Sin embargo, si nada más vomitar hacemos un enjuague con bicarbonato disuelto en agua (una cucharadita de café), vamos a neutralizar el ácido y frenamos el efecto erosivo del ácido en nuestros dientes.

Esperamos media hora para asegurarnos de que el ácido ya no está activo y que el cepillado no va a retirar todavía más esmalte. Nos cepillamos con pasta fluorada para remineralizar el diente y ayudarle a reponer el esmalte perdido. Nuestro cuerpo es muy inteligente y enseguida se pone a trabajar para reponer las pérdidas que ha habido. Nosotros con la pasta de dientes le ayudamos.

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No olvides el cepillado de la noche acompañado de un colutorio fluorado

No olvides el cepillado de la noche

El cepillado de la noche es el más importante por eso es recomendable acompañarlo de un colutorio fluorado, porque por la noche el ritmo de la respiración disminuye y esto favorece la proliferación de bacterias anaerobias.

Si nos lavamos bien la boca antes de dormir, disminuimos el riesgo de caries y enfermedad periodontal. Además, si el colutorio es fluorado ayudaremos a nuestros dientes a remineralizarse.

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