Las vacaciones de verano son posiblemente los días del año que los niños más disfrutan. Ya sea que acudan a campamentos de verano, se queden al cuidado de los abuelos, de los padres, o de otras personas, la rutina que llevan el resto del año cambia por horarios más flexibles y actividades más distendidas.
Las vacaciones escolares no son buenas para todos. Suelen ser un dolor de cabeza para los padres que no saben qué hacer con los hijos mientras ellos deben salir a trabajar, pero deberían dejar de verse como una carga para los padres y tener conciencia de que es un periodo de descanso merecido y necesario para su desarrollo tanto físico como mental. Y también para aprender. Porque aunque no lo creáis, en las vacaciones se aprende tanto (o más) que en el colegio.
Es una forma de aprender más relajada y menos dirigida como la enseñanza académica tradicional que tienen en el colegio, pero por eso mismo los niños, al experimentarlo a través de vivencias propias, asimilan los conceptos de una forma más natural y vívida.
Tienen a su alcance todo un mundo de recursos a través del cual, sin darse cuenta, jugando y explorando, están aprendiendo. Además aprenden de la mejor forma que existe, divirtiéndose. Está en nosotros, los padres, ayudarles a encontrar esas oportunidades de aprendizaje en las cosas que les rodean.
Enséñale a tu hijo sobre la naturaleza. Si vais al mar, enséñale sobre las mareas, por qué se forman las olas, por qué el agua es salada, cómo se forma la arena, háblale sobre los animales que habitan en el mar. Podéis ayudaros con libros, revistas o vídeos sobre el tema. Tenga la edad que tenga, desde los más peques hasta los más mayorcitos pueden aprender cosas interesantes, siempre explicándoles con palabras que ellos puedan comprender.
Por ejemplo, si vais a la montaña, enséñale como se forman, como se llaman las partes de la montaña, cómo se forman los ríos, los valles, los animales y las personas que habitan en ese tipo de paisaje.
Pero para aprender no hace falta salir de viaje. Si os quedáis en casa, en la piscina o en el parque hay muchas cosas que podéis enseñarles a los pequeños. Recuerdo de pequeña en casa de mis abuelos observando todo un verano un gran hormiguero que había en su jardín. Aprendí mucho sobre cómo trabajaban y se organizan estos laboriosos insectos.
El verano es además una etapa ideal para descubrir nuevas capacidades, explorar otros intereses. Aptitudes que el resto del año tal vez no tienen tiempo u oportunidad de descubrir como música, literatura, teatro, danza, pintura, deportes, cocina. Tal vez vuestro peque sea un músico o un pintor en potencia y no lo sabíais.
Si prestáis atención a vuestro alrededor, hay un montón de herramientas, juegos y actividades q podéis hacer con los niños este verano para que aprendan jugando. La motivación es la propia curiosidad de los pequeños. Enséñale a observar la naturaleza y hacerse preguntas sobre el origen de las cosas.
Vacaciones estimulantes, mejor rendimiento escolar
Además, está demostrado mediante estudios científicos que los niños que viven experiencias estimulantes durante las vacaciones de verano, vuelven al cole cargados de energía.
Los niños que realizan actividades variadas y estimulantes como visitar museos, parques, zoológicos, bibliotecas, hacer deporte, danza, música, viajar, ir a cine o a teatro, leer, jugar al aire libre, mejoran sus resultados académicos. Los niños que durante el año escolar presentaban un rendimiento similar podían manifestar grandes diferencias al regresar a clase.
Estas diferencias sólo se podían explicar por el tipo de vacaciones que habían disfrutado. Aquellos que habían asistido a actividades deportivas, artísticas u otras experiencias recreativas mostraban un nivel de concentración mucho más alto, mientras que los que habían tenido unas vacaciones pasivas bajaban su rendimiento.
Para los niños pequeños, las actividades que realizan en las vacaciones son clave para el aprendizaje de la lectoescritura y las matemáticas.
Recordad que si lo viven y observan ellos mismos, con el apoyo y la ayuda de los padres, seguramente en vacaciones aprenderán tanto (o más) que en el colegio de una forma distendida y lúdica.
Fotos | seeareelem y Mr TGT en Flickr