Haz jardinería con tus hijos: 11 beneficios y cómo disfrutar de esta actividad con los niños

Haz jardinería con tus hijos: 11 beneficios y cómo disfrutar de esta actividad con los niños
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Una de las actividades más divertidas y educativas para hacer con nuestros hijos es la jardinería. Plantar, cultivar y ver crecer a una planta o un árbol es mucho que un simple pasatiempo para los niños, pues tiene grandes beneficios para su desarrollo y aprendizaje.

Los repasamos todos, y te damos algunos consejos para poner en práctica esta completa actividad.

Mejora el estado de ánimo

Son varios los estudios que relacionan el vivir o estar rodeado de espacios naturales y plantas con una mejora en el estado anímico y una reducción del estrés y la ansiedad.

Por otro lado, la jardinería es una actividad muy divertida para los niños. Al ponerla en práctica estarán liberando endorfinas que les proporcionan felicidad y bienestar, contribuyendo con todo ello a su correcto desarrollo cerebral.

Favorece el desarrollo de la paciencia y la constancia

La jardinería es una tarea que requiere de dedicación y constancia desde el principio, pues las semillas no germinan de un día para otro, por lo que es necesario tener paciencia e implicarse diariamente hasta obtener sus frutos.

Favorece su sentido de la responsabilidad y autonomía

Esta implicación favorece a su vez el sentido de la responsabilidad, pues el niño debe poner en práctica pequeñas tareas que contribuyen al crecimiento y bienestar de las plantas, desde regarlas cada día, hasta retirar las hojas secas o colocar guías para ayudarlas a crecer.

Mejora su autoestima

Como consecuencia de todo lo mencionado en el punto anterior, el niño verá reforzada su autoestima, pues enseguida podrá comprobar lo importante que es su contribución en todo el proceso.

Recordemos que los niños necesitan sentirse útiles y aportar a la familia para crecer con una autoestima sana, autoconfianza y conexión.

Introducción en conceptos naturales y científicos

A través de la jardinería y el cultivo de las plantas, los niños pueden ver con sus propios ojos y en un periodo corto de tiempo las fases de la vida, y la importancia del sol y el agua para que esta se desarrolle.

Asimismo, los cultivos, plantas de temporada y árboles de hoja caduca son un excelente recurso para aprender sobre las estaciones del año y cómo afecta cada una de ellas a las plantas.

Estimula los sentidos

Manipular la tierra, sentir como se resbala entre los dedos, cómo se puede amasar y dar forma si está ligeramente humedecida, es toda una experiencia para los sentidos. Igualmente, el contacto con las plantas, sus diferentes texturas y los olores que desprenden contribuyen a aumentar el desarrollo de esta experiencia multisensorial.

Favorece el desarrollo psicomotor

Sembrar y trabajar con la tierra fomenta el desarrollo de la coordinación entre las manos y la vista, mejora la fuerza de los músculos de la mano y la destreza y la agilidad de los dedos.

Fomentar la motricidad fina es importante para el desarrollo del niño, tanto a nivel cognitivo y emocional como social. Además, realizando tareas de motricidad fina, el niño pequeño estará preparando sus manos para introducirse, más adelante, en el uso de herramientas de escritura.

Mejora su relación con los alimentos

hacer jardinería

Es fundamental tener 'cultura' de los alimentos, saber de dónde provienen, cuáles son sus formas, colores y texturas originales, qué nutrientes nos aportan, cómo se cosechan y cuáles son los productos de temporada.

Además, los expertos insisten en que cuando los niños conocen el origen de los alimentos y saben las características de lo que están consumiendo, tienden a aceptarlos mejor.

Favorece las relaciones sociales

Hacer jardinería con tus hijos fortalece vuestro vínculo paterno-filiar y sus relaciones sociales y habilidades comunicativas, además de potenciar el trabajo cooperativo, que es el que hacemos juntos para obtener un bien común.

Beneficios propios de jugar al aire libre

Aunque la jardinería también puede hacerse en interior, si ponemos en práctica esta actividad en un jardín o terraza estaremos potenciando el juego al aire libre y favoreciendo la exposición a la tan necesaria Vitamina D que nos aporta en sol.

Consejos para hacer jardinería con los niños

Antes de empezar con la jardinería es importante que analicéis el espacio del que disponéis en casa, para así elegir las plantas o cultivos más recomendados.

Es necesario tener en cuenta factores como la luz solar directa o indirecta, si las plantas estarán a la intemperie o protegidas, si contarán con un sistema de riego automático o manual, si crecerán en macetas pequeñas, jardineras o suelo...

En caso de no disponer de mucho espacio en casa, los jardines verticales se convierten en una opción perfecta, cómoda y muy atractiva para los niños. También las plantas de temporada o las hierbas aromáticas para cocinar son buenas ideas.

Lo más recomendable es que consultéis con expertos en jardinería que os puedan asesorar, y que además os indiquen qué plantas cultivar según la estación del año en la que decidas comenzar con esta actividad.

Por otro lado, si vais a comenzar por primera vez con esta actividad y tu hijo es muy pequeño, es preferible decantarse por el cultivo de semillas que germinen en poco tiempo, para que el niño pueda ver enseguida los frutos. Algunos ejemplos son: las habas, los tomates, la lechuga, las margaritas, los guisantes, la lavanda, las adelfas...

Y ya por último, recuerda la importancia de disponer de todas las herramientas necesarias antes de comenzar (macetas, tierra, guantes, palas, rastrillos, regadera...), y de terminar la actividad lavándonos muy bien las manos.

Fotos | iStock, Pexels (Maggie My Photo Album), Pixabay

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