Hace poco me pidió la peque que le bajara la aplicación de Pou para el dispositivo móvil. Esta vez elegimos Android para descargar el contenido y poder jugar con esta simpática mascota que aunque parece una patata me parece que es lo que tú quieres que sea. Es una adaptación de los tamagotchi de hace 20 años que vivían en dispositivos portátiles con muchos píxeles y en los que básicamente había que vigilar su evolución dándoles de comer, limpiándolos, jugando con ellos y mimándolos un poquito.
El paso a dispositivo móvil ha sido sencillo y aunque el objetivo sigue siendo el mismo: alimentarlo, mimarlo, cuidarlo y divertirte con él, la interfaz ha cambiado de forma notable, con colores y gráficos atractivos, además de que la conexión a Internet permite que se incorporen nuevas funcionalidades como desbloquear escenarios y jugar para conseguir monedas. Aunque hay muchas más funcionalidades: utilizar pociones del laboratorio, personalizar la apariencia de Pou, probar vestuario, cambiar los fondos de las habitaciones y ver los Pou de otros niños o familias.
El éxito de la aplicación, que está disponible para Android y para iOS, es extraordinario y ha tenido millones de descargas en todo el mundo. En casa la peque se interesó por él cuando en el colegio empezaron a compartir sus experiencias con la mascota.
Me gusta mucho Pou despierto o dormido o jugando con una pelota, a la que sigue con los ojos. Es muy simpático y siempre está reclamando la atención. También es divertido darle de comer, limpiarle y frotarle para quitarle toda la suciedad que coge. Y hay muchas más opciones para jugar con él y obtener monedas y premios que intercambiar por alimentos y más cuidados para Pou.
Me imagino que el juego irá evolucionando con más funcionalidades, más escenarios, más interactividad. Y es que el merchandising ya ha llegado y hay un montón de productos personalizados con Pou.
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