He leído en un artículo de Alberto Salcedo Ramos que está lleno de ambiente y brillante escritura, que la infancia es la etapa en la que los niños empiezan a aprender de sus errores, a conocer cuáles son los mecanismos que tienen que desarrollar para enmendarlos y a qué deciden dedicarse para cometer los menores errores posibles conforme crezcan y evolucionen. Y me ha parecido que en un momento, como el actual de España, necesitamos que los niños empiecen de nuevo a cometer errores y los padres a dejar de protegerlos.
La prosa de Alberto es de mucha calidad y así escribe, por ejemplo:
En la infancia uno empieza a forjar el método con el cual sortea los errores inocentes o culposos que comete.
Y es que es necesario que los niños cometan errores para aprender y mejorar. Por ejemplo, los niños que buscan la perfección es difícil que acepten como algo natural cometer errores y sobre todo, muestran una constante preocupación para ser aceptados por los demás.
Y no, no creo que la actitud de los padres, creo que excesivamente protectora, sea buena para ellos. Conviene dejar que la naturaleza siga su curso aunque, eso sí, desarrollando en los peques capacidades y habilidades que les permitan adaptarse y corregir sus errores.
Aunque en este ensayo de Alberto Salcedo, él dice que combatir el error puede ser insuficiente:
A veces el esfuerzo es insuficiente para enmendar el error
Y así, me parece a mi, es como se alcanza una maduración en el comportamiento conforme creces y te haces mayor. Y algunas veces quieres corregir el error y lo consigues, otras veces lo intentas aunque no puedes hacerlo y en muchas ocasiones decides que lo mejor es dejarse llevar y esperar a ver donde se acaba.
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