Movimiento libre: así beneficia a tu bebé explorar el mundo con libertad y a su ritmo

Una de las mejores señales que nos puede mostrar si nuestro bebé se está desarrollando correctamente es su nivel de autonomía, y a edades tempranas, esto se demuestra a través de la curiosidad que siente por explorar el mundo que le rodea.

Aunque en el mercado podemos encontrar montones de artículos destinados a acotar el espacio de juego de los niños (parques o corralitos, hamacas, tronas...), es recomendable evitarlos y optar siempre por fomentar la libertad de movimiento del bebé, dados los importantes beneficios que esto tiene para su desarrollo.

Te explicamos por qué es bueno que el bebé explore el mundo de forma autónoma y libre y cómo podemos ayudarle.

Los beneficios de explorar el mundo a su ritmo y en libertad

Durante los primeros meses de vida, el bebé solo quiere estar en brazos de mamá y papá. Allí se siente seguro, amado y protegido, y los brazos son su mejor refugio. Pero gracias a este apego seguro, pasado un tiempo el bebé se sentirá preparado y confiado para explorar el entorno que le rodea.

Así, gracias al movimiento libre, el descubrimiento y la experimentación, el bebé comenzará a comprender e interiorizar conceptos clave, se desarrollará de una forma saludable y adquirirá importantes destrezas y habilidades para la vida.

Moverse libremente en un entorno seguro, con respeto a sus ritmos evolutivos y sin la intervención del adulto, es muy beneficios para el bebé.

Entre otros aspectos positivos para el desarrollo del niño, el movimiento libre implica:

- Mejor desarrollo motor, pues el bebé no es forzado por el adulto a alcanzar ningún hito, sino que estos se van sucediendo de acuerdo a los tiempos y ritmos que el propio niño va marcando.

- Autonomía: potenciar la autonomía en los niños repercute en una mejor autoestima, seguridad y confianza en sí mismos, los que a su vez contribuye a un mejor bienestar físico y emocional.

- Favorece el desarrollo de la coordinación de movimientos, la coordinación óculo-manual, el equilibrio, la orientación espacial y los sentidos, entre otros.

- Permitir al bebé moverse libremente le ayuda a tomar conciencia de las partes de su propio cuerpo y a conocerse mejor, sabiendo reconocer cuáles son sus límites, fortalezas y destrezas.

- El movimiento libre contribuye a un mejor desarrollo cognitivo, pues el niño aprende de forma natural mediante la experiencia y la exploración. Esto contribuye a desarrollar su sentido de la lógica y de la causa-efecto de las cosas, entre otros.

Cómo fomentar el movimiento libre del bebé

A la hora de asegurar el movimiento libre y respetuoso del bebé, hay que tener en cuenta un aspecto fundamental, y es que cada niño se desarrolla a su propio ritmo. Nunca debemos forzar a nuestro peque a hacer algo para lo que aún no está preparados madurativamente, simplemente por el hecho de que "otros niños a su edad ya lo hacen". Tampoco hay que obligarle a adoptar ninguna postura que el bebé no alcance por sí mismo.

El papel del adulto es el de acompañar al niño de forma respetuosa, dándole espacio para moverse y explorar libremente, alentándole y poniendo a su alcance juguetes u objetos que despierten su curiosidad y le estimulen.

Otros consejos que puedes seguir para estimular el movimiento libre de tu bebé, según su edad:

Ofrece al bebé juguetes que le estimulen

Cuando el bebé empiece a mostrar interés en lo que hay más allá de nuestros brazos, podemos ponerle en el suelo sobre una manta y estimularle con juguetes sensoriales que capten su interés (por ejemplo, los gimnasios Montessori se convierten en una excelente opción).

Cuando haya aprendido a sentarse solo, podemos ofrecerle cestos de tesoros para despertar su curiosidad y desarrollar sus sentidos. También son muy recomendables todos aquellos juguetes que favorezcan el movimiento del bebé, pero sin forzarle, como por ejemplo los rodaris, las tablas de equilibrio, las pelotas sensoriales, los triángulos de madera Pikler para escalar...

El acompañamiento respetuoso del adulto

Los padres debemos acompañar este proceso estimulando a nuestro bebé a través del juego, el apego seguro y la confianza en sus capacidades.

Como hemos comentado, los adultos debemos evitar intervenir y afectar al movimiento libre del bebé. Es importante que estemos a su lado, supervisándole, guiándole, alentándole y animándole a descubrir el mundo.

Lógicamente, es fundamental que garanticemos un entorno amplio, cómodo, despejado y libre de peligros para el bebé.

En este sentido, si la estancia en la que el bebé va a moverse es completamente segura, no deberíamos tener que prohibirle hacer cosas que despiertan su curiosidad e interés, y que además le ayuden a aprender.

Fomentar el contacto con la naturaleza

Cuando el niño haya comenzado a caminar es importante no acotarle el espacio y darle la máxima libertad para jugar, correr, saltar, explorar y seguir aprendiendo a través de la experimentación.

Científicamente se ha demostrado que crecer y jugar al aire libre y en contacto con la naturaleza tiene importantes beneficios para el desarrollo físico y mental de los niños, además de ser fuente inagotable de aprendizaje.

La importancia de explorar en un entorno seguro

Como hemos comentado, tan importante es permitir que el niño pueda moverse libremente, como asegurarnos de que lo hace en un entorno libre de peligros y riesgos para su salud e integridad física.

En este sentido, te compartimos algunas recomendaciones que debes tener en cuenta:

- Es bueno y recomendable que el niño explore cajones y armarios, pero previamente debemos asegurarnos de que no hay objetos peligrosos dentro (mucho cuidado con los mandos a distancia o aparatos con pilas de botón, objetos pequeños que pueda llevarse a la boca, objetos punzantes o cortantes como cuchillos, agujas o tijeras...).

- Las medicinas, artículos de higiene/aseo y productos de limpieza deben estar siempre guardados en armarios superiores a los que el niño no pueda acceder y a ser posible bajo llave.

- Todos los muebles y armarios tienen que estar anclados a la pared para que el bebé no pueda vencerlos si se apoya en ellos para ponerse de pie.

- También es importante que el bebé se mueva con ropa cómoda y holgada. Las prendas largas y ajustadas no son una buena opción; tampoco los complementos o adornos en la ropa que dificulten el movimiento, así como los zapatos cuando el bebé no camina.

- Otras medidas de seguridad: dispositivo de seguridad en las puertas para que el niño no se pille los dedos; enchufes tapados; cables fuera de la vista; ventanas cerradas o con dispositivos de seguridad; medidas de seguridad en la cocina; estores y cortinas fuera de su alcance

Pero además de estas medidas básicas de seguridad, los padres debemos estar presentes en todo momento, acompañando al niño en sus descubrimientos, estimulando su curiosidad e e interactuando con él.

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