A mi hijo le han detectado altas capacidades: ¿y ahora qué hago?

Si acaban de detectar a tu hijo altas capacidades (AACC) puede que te encuentres confuso, desorientado y con un montón de dudas al respecto. La falta de comprensión por parte del entorno y los falsos mitos asociados a las altas capacidades tampoco ayudan.

¿Qué debo hacer a partir de ahora? ¿Cómo puedo ayudar a mi hijo? ¿Cuándo y cómo hablarlo con el colegio? ¿Qué debo tener en cuenta a la hora de educarle? ¿Cuáles son las principales necesidades de los niños con altas capacidades?

Para responder a estas preguntas y orientar a los padres de niños con altas capacidades hemos elaborado una práctica con los pasos a seguir tras la detección. Para ello, hemos contado con el asesoramiento de Maque Salcedo, docente, Coach Educativo especializada en AACC, formadora de profesionales en la Asociación EducaDe  y responsable del proyecto EducaPassion, desde el que asesora, forma y acompaña a centros escolares, familias y alumnos con altas capacidades.

Primer paso: ¡fuera mitos y tabúes

Las altas capacidades están asociadas a muchos falsos mitos que hace que algunos padres se derrumben cuando reciben la noticia de que sus hijos tienen esta condición.

Pero tener altas capacidades no es nada malo, sino todo lo contrario: un niño con altas capacidades es un 'diamante en bruto' con un potencial increíble que le va a permitir conseguir todo lo que se proponga. Ahora bien, para ello es necesario que esté correctamente atendido y acompañado:

"Si habitualmente cualquier padre se involucraría en la educación de sus hijos, cuando estos tienen altas capacidades simplemente nos tendremos que involucrar de una manera diferente; siguiendo otro camino que tenga en cuenta sus necesidades particulares" - apunta Maque Salcedo.

Así pues, el primer paso tras la detección de altas capacidades en un hijo es alegrarnos por él/ella y afrontar con ilusión el maravilloso reto de criar y educar a nuestro hijo para que pueda seguir desarrollando todo su potencial.

Segundo paso: Informarse correctamente

El segundo paso que tenemos que dar como padres es el de informarnos adecuadamente acerca de las altas capacidades, y para ello Maque aconseja recurrir a expertos en la materia.

Y es que en Internet se puede encontrar mucha información, pero no siempre es rigurosa y adecuada: "Hay muchos mitos asociados e información desactualizada que lejos de ayudar, confunden y desinforman a las familias", apunta la experta.

Por eso es fundamental saber qué leemos y a quién recurrimos para informarnos, pues es nuestra obligación como padres comprender y ayudar a nuestros hijos.

Tercer paso: Entender y atender las necesidades emocionales de tu hijo

Un error habitual en el que suelen caer muchos padres es no tener en cuenta las implicaciones que conllevan las altas capacidades, especialmente si en el momento de la detección el niño no muestra indicios de necesitar ningún tipo de ayuda.

"Los padres deben entender que aunque aparentemente su hijo esté bien, tiene unas necesidades distintas a las de los otros niños, y como tal deben ser atendidas" - explica la educadora y formadora.

En muchas ocasiones esas necesidades surgen del desarrollo asíncrono que hay entre la edad cronológica del niño y su desarrollo cognitivo, que está por encima de su edad:

"A veces no nos damos cuenta de que tenemos delante a un niño de seis años con un desarrollo físico correspondiente a esa edad, pero con una capacidad cognitiva muy superior; esto le provocará también una disincronía social y emocional"

Esta disincronía provoca en el niño un gran malestar y problemas emocionales que, si no se atienden a edades tempranas, podría tener un mayor impacto en la adolescencia.

¿Qué tipo de ayuda profesional necesita mi hijo?

A la hora de buscar ayuda profesional para los hijos, muchos padres únicamente consideran la opción del apoyo psicológico, especialmente si su hijo ha empezado a manifestar TOC, ansiedad o fobia escolar. Pero Maque advierte:

"El psicólogo es un profesional maravilloso, pero no siempre es la mejor opción para ayudar a estos niños, salvo que se trate de un psicólogo formado específicamente en altas capacidades, que entienda lo que el niño está viviendo, conozca las características del desarrollo asíncrono y la intensidad emocional que acompaña esta condición"
"Es importante encontrar a un experto que entienda las altas capacidades y que sepa orientar adecuadamente tanto a los niños, como a sus familias".

En este sentido, Maque considera prioritario trabajar con el niño desde su propio autoconocimiento, "explicándole qué significa tener altas capacidades, por qué siente y piensa como lo hace, cuáles son sus puntos fuertes y sus carencias".

También es fundamental abordar la tendencia al perfeccionismo insano que pueden manifestar la mayoría de niños con altas capacidades, así como el síndrome del impostor o la necesidad de camuflaje, que quizá experimenten sobre todo las niñas.

Cuarto paso: Hablar con el colegio

Por último, Maque Salcedo aconseja hablarlo también con el colegio para que puedan intervenir desde un punto de vista educativo, porque "tan perjudicial es para el niño que no se le atienda emocionalmente, como dejar de lado el aspecto académico".

Y es que en ocasiones, sobre todo si el niño no tiene dificultades académicas y saca buenas notas, los padres no creen que sea necesario ningún tipo de intervención desde el centro educativo.

Pero la experta recuerda que los alumnos con altas capacidades tienen unas necesidades cognitivas diferentes que deben ser tenidas en cuenta, pues de lo contrario, y en base a su experiencia profesional, podría derivar en estos problemas:

  • Fracaso escolar, especialmente al llegar a la adolescencia
  • Problemas de gestión emocional durante toda la etapa educativa: "A veces vemos cómo tratando lo académico, los problemas sociales y emocionales del niño también mejoran"
  • Rechazo a ir al colegio, generalmente debido a aburrimiento, aunque también puede haber detrás un problema de acoso escolar.
  • Conductas disruptivas: como consecuencia del aburrimiento el niño interrumpe la clase, rebate al profesor, no atiende las explicaciones, habla con otros compañeros...

Silvia, la influencer divulgativa sobre las altas capacidades conocida por su cuenta de Instagramn, @cuandonaceunamadre, explicaba hace unos días en este vídeo los pasos a seguir a la hora de hablar con el colegio acerca de las altas capacidades de nuestro hijo.

En primer lugar, esta experta aconseja a los padres solicitar una reunión con el tutor del niño y exponerle la situación. En algunos casos, los tutores se muestran receptivos y derivan al alumno al equipo de Orientación del colegio, ya que esta valoración es imprescindible para poder actuar desde el ámbito escolar.

Si los tutores y profesores del niño son reacios o niegan la alta capacidad, los padres deberán ponerse en contacto con la dirección del centro y en última instancia con el inspector educativo de su zona.

En resumen...

Si a tu hijo le han detectado altas capacidades, no hacer nada al respecto no es una opción,. La falta de atención emocional y educativa de los niños con altas capacidades podría derivar en problemas futuros que afecten a su autoestima, relaciones sociales, rendimiento escolar e incluso a su salud.

Los padres somos los responsables de la crianza y educación de nuestros hijos, y como tal debemos procurar que sus necesidades estén correctamente cubiertas. En este sentido, las altas capacidades requieren de una atención específica que solo podrán brindarnos los profesionales especializados en esta condición.

Y es que, como decíamos al inicio, los niños con altas capacidades son un 'diamante en bruto' con un increíble potencial que podrán desarrollar si sabemos acompañarlos, guiarlos y ayudarlos correctamente.

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