El niño que hace travesuras no es malo: forman parte de su naturaleza

La naturaleza infantil está llena de curiosidad y de necesidad de explorar. Esa inquietud puede ser en ocasiones avasallante, pero es preciso comprender que se trata del proceso normal del crecimiento y desarrollo de los niños.

“Muchas de las cosas que nosotros necesitamos pueden esperar, los niños no pueden, ahora es el momento, sus huesos están en formación, su sangre también lo está y sus sentidos se están desarrollando, a él nosotros no podemos contestarle mañana, su nombre es hoy.”
-Gabriela Mistral-

Y es que la infancia es una etapa muy hermosa, llena de retos tanto para los niños como para los padres, y las travesuras son parte intrínseca a ella.

Sin embargo, pareciera ser que hay algunos niños que son mucho más traviesos que otros, y esto se puede deber a diversas razones. Hablamos de los niños que hacen travesuras: cómo son y por qué.

Las travesuras en la infancia

Antes de nada, es importante puntualizar que las travesuras son buenas, normales y naturales durante la infancia. Principalmente, se deben al afán exploratorio de los niños y a su naturaleza inquieta.

No es bueno etiquetar a los niños, a pesar de que habitualmente utilizamos las etiquetas sin ninguna mala intención. En este caso, hablamos de los niños que hacen muchas travesuras, los cuales suelen ser niños muy vivaces que se encuentran en una constante exploración del mundo que los rodea.

Sin embargo, algunos de ellos, en ese descubrir pueden llegar a presentar conductas que no son las más adecuadas, realizando acciones que pueden generar daños a objetos e incluso a otras personas, aunque esas acciones sean siempre bien intencionadas.

También es importante saber que durante los dos primeros años de vida la desobediencia no suele ser un problema muy grande, pero a partir de los tres años es cuando los niños pueden llegar a ser verdaderamente traviesos.

Insistimos en que esto no se trata de algo malo, sino de una conducta perfectamente normal y esperada para su edad.

Los niños que hacen travesuras son muy vivaces, y se encuentran en una constante exploración del mundo que los rodea, pero en ese descubrir pueden llegar a presentar conductas que quizás no son las más adecuadas.

¿Por qué mi hijo hace tantas travesuras?

Son diversas las razones por las cuales un niño puede ser muy travieso. Recuerda que todos los niños hacen travesuras de vez en cuando, y que se trata de algo perfectamente normal.

Hay algunas razones por las cuales los niños pueden mostrarse muy traviesos, y es que su comportamiento puede indicarnos lo que sucede en su interior, sus pensamientos y emociones. Así, los niños muy traviesos pueden indicarnos que:

El niño comprende que es una persona independiente a papá y mamá

Y es que justo en esta etapa se produce una crisis en la que el niño comprende realmente que se trata de una persona diferente aparte de mamá y papá, comenzando una reestructuración del modo en el que se comprende a sí mismo con el mundo entero y de la relación con sus cuidadores.

“La infancia es una etapa maravillosa. No hay pasado, no hay futuro; sólo un presente que se mira con inocencia e ilusión”.
-Carla Montero-

Los cambios que provoca la escolaridad

Lo mismo vuelve a suceder alrededor de los seis años de edad, cuando se presenta otra crisis para el niño que implica cambios importantes, lo que justamente suele coincidir con la escolaridad. Al tener tantos cambios frente a sí mismos, es normal que los niños tengan conductas traviesas.

Anhelan nuestra atención

Una de las maneras en las que los niños nos muestran que necesitan mayor atención de nosotros como padres es hacer muchas travesuras.

La idea de ellos es conseguir atención, no importa si se trata de una manera positiva o negativa, y esto implica muchas veces hacer travesuras constantemente.

Aunque los niños son traviesos por naturaleza, a veces también pueden recurrir a las "trastadas" para obtener nuestra atención.

Aburrimiento

Otra de las causas más comunes del comportamiento travieso en los niños es el aburrimiento. Y es que cuando no tienen nada divertido que hacer, su naturaleza los llevará a explorar nuevas posibilidades, y eso implica muchas veces conductas que quizás no son las más adecuadas.

Poco tiempo con los padres

Otra de las razones frecuentes para que un niño se comporte de manera traviesa es que no cuenta con tiempo suficiente con sus padres, entonces busca llamar su atención para que puedan estar atentos a él.

Y con esto no pretendemos "culpabilizar" a nadie, ni mucho menos; tan solo entender algunas de las posibles causas de estas travesuras.

Temperamento y carácter

Por otro lado, las travesuras forman parte de la naturaleza intrínseca de los niños, y de su deseo innato de experimentar con el entorno que les rodea, de explorar, descubrir, aprender...

Y si a eso le sumamos que cada niño es un mundo, con su propio carácter y temperamento, entonces es fácil entender que hay niños que por su propia forma de ser (y por lo que han vivido con sus hermanos, la forma en la que han sido educados, etc.), son más traviesos que otros.

¿Cómo saber si no es una patología?

En los últimos años han cobrado fuerza varias psicopatologías, y es que parece ser que cada día aumenta el número de diagnósticos de niños con trastornos conductuales y/o emocionales, así que es comprensible que puedas sentir algo de preocupación al respecto.

Trastornos relacionados con la hiperactividad, falta de atención y dificultades relacionadas con el control de los impulsos son cada vez más comunes, y por esta razón muchos padres se preguntan si sus hijos son solamente traviesos o hay algo más allá.

Lo primero que necesitas saber es que este diagnóstico puede ser única y exclusivamente realizado por un profesional de la salud mental. Así que, si sospechas que tu hijo puede tener alguna dificultad, por favor consulta con un especialista para realizar una valoración exhaustiva.

Pero recuerda que es perfectamente normal que los niños sean traviesos, solo ten en cuenta si estas conductas son persistentes en el tiempo y si se presentan en todos los ámbitos de su vida como en casa, en el colegio, en el parque, etc.

Es perfectamente normal que los niños sean traviesos, pero si las conductas son persistentes e interfieren en su día a día, entonces consulta con un profesional.

También, estáte atento a si este tipo de conductas están interfiriendo en su desarrollo diario, porque esto podría indicar la necesidad de una valoración más detallada.

Respeta su naturaleza traviesa

Y si no es el caso, deja que tus niños disfruten de su libertad y de su deseo por experimentar; eso sí, con límites y normas, pero ¡respetando su naturaleza traviesa! Seguro que en el futuro te agradecen que les hayas dejado ser ellos mismos, que es la forma más perfecta de ser.

“Todas las personas mayores fueron al principio niños, aunque pocas de ellas lo recuerdan”.
-Antoine de Saint-Exupéry-

Fotos | Portada (Pexels)

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