En los últimos meses, mi hija mediana no deja de pedirme "otro hermanito o hermanita". Quizá esta curiosa petición se deba al reciente nacimiento de su prima, que ha despertado en ella las ganas de interactuar y jugar con un bebé. O quizá simplemente sea fruto de su madurez, pues con nueve años es totalmente consciente de lo que supone la llegada de un bebé a la familia y quisiera poder vivir esa experiencia.
Sea como sea, lo cierto es que la mente curiosa y sincera de los niños puede dar lugar a preguntas y peticiones que a menudo tocan el corazón de los padres, y sin duda este tema es un buen ejemplo de ello.
"Quiero tener un hermanito": ¿qué le digo a mi hijo?
Si tu hijo te pide un hermanito o hermanita cada vez con más insistencia, es probable que no sepas cómo reaccionar o qué decirle. Y es que sin duda se trata de una pregunta delicada y personal que puede pillarnos desprevenidos.
Si te encuentras en esta situación y tienes dudas acerca de cómo abordar este tema con tu hijo, te compartimos algunos consejos que podrían ayudarte:
Reflexiona sobre tus sentimientos. En primer lugar es necesario reflexionar acerca de nuestra situación personal y preguntarnos si realmente queremos o podemos tener otro bebé. Si la respuesta claramente es un 'no', el siguiente paso sería identificar el motivo, con el fin de poder explicarle a nuestro hijo las razones por las que no tendrá otro hermanito.
Averigua por qué tu hijo quiere un hermanito. Antes de explicar tu decisión, escucha a tu hijo. Pregúntale por qué quiere un hermanito y qué espera de esa experiencia. Esto te dará una comprensión más profunda de sus deseos y preocupaciones. Quizá te sorprenda saber que no todos los niños que desean tener un hermanito conocen exactamente lo que esto supone. Para algunos simplemente es un juego o una "moda", especialmente si a su alrededor algunos de sus amigos están teniendo hermanos.
Sinceridad y empatía. Explica tus razones de manera honesta pero con empatía. Puedes decirle que has pensado en la idea, pero que en este momento no deseas/puedes tener otro hijo.
No ocultes a tu hijo ninguna situación. Tanto si la respuesta es un 'no' (con independencia del motivo), como si estáis en la búsqueda pero el embarazo no llega, lo recomendable es no ocultar al niño la situación. Para ellos es un tema importante y merecen conocer una respuesta.
Explícale los motivos adecuando tu lenguaje. Tanto si la causa es por factores económicos o laborales, problemas de infertilidad, un tema de salud, o simplemente porque sentimos que nuestra familia está completa y ya no queremos tener más hijos, explica a tu hijo los motivos por los que no tendrá un hermanito.
Adecua tu explicación a su edad y entendimiento, y permite que te haga todas las preguntas que quiera. Es importante que no se quede con ninguna duda, y que se sienta respondido y atendido con este tema que tanto le preocupa.
No tengas miedo en abordar ciertas cuestiones sensibles. Los niños asumen las cosas con gran naturalidad cuando están debidamente argumentadas y sienten que somos sinceros con ellos.
Repasa tus propios prejuicios. A veces somos los padres quienes de forma inconsciente trasladamos a nuestros hijos el deseo de tener un hermano, especialmente si son hijos únicos. Por eso es importante revisar nuestros propios prejuicios, y ser conscientes de cómo pueden estar afectando a nuestro hijo, nuestras propias creencias.
Valida sus sentimientos. Si tu hijo realmente deseaba tener un hermanito, es posible que tu respuesta le haya entristecido o decepcionado. En ese caso es importante ser paciente, validar sus sentimientos y permanecer a su lado. Encontrar en ti un apoyo sincero le ayudará a afrontar mejor la situación.
Ofrece alternativas. Algunos niños desean un hermanito para no sentirse solos y tener siempre a alguien con quien jugar. Si es el caso de tu hijo, explícale de qué otras muchas formas puede interactuar con otros niños de su edad (actividades extracurriculares, juego con primos y amigos, parque....). Además, es importante que te asegures de que tu hijo se siente amado y valorado en la familia y que refuerces el tiempo de calidad juntos.
Recuerda que este tema no es algo que se zanje en cuestión de minutos, sino que puede llevar días, semanas o incluso meses que tu hijo asimile la idea. Es importante ser paciente y comprensivo durante todo el proceso. Tu amor y apoyo constante son cruciales para ayudarle a entender y aceptar tu decisión.