Cuida tu suelo pélvico: cómo combatir los cinco trastornos más frecuentes en el postparto

Hasta hace relativamente poco, el suelo pélvico era un gran desconocido. Por suerte, hoy las mujeres comenzamos a darnos cuenta de la importancia de mantener tonificados estos músculos, sobre todo durante el postparto, que es cuando quedan mas debilitados.

Una experta nos explica cuáles son los cinco trastornos más frecuentes tras el parto, relacionados con el suelo pélvico, y cómo combatirlos.

¿Por qué es tan importante?

Se conoce con el nombre de suelo pélvico al conjunto de músculos y ligamentos que cierran la cavidad abdominal en su parte inferior.

Tiene la función de sostener en la posición adecuada a los órganos pélvicos (vejiga y uretra, útero, vagina y recto), para que funcionen correctamente.

Un suelo pélvico fuerte y tonificado en el embarazo ayuda a controlar correctamente el esfínter urinario y anal, además de soportar el peso extra del bebé, y ayudar a empujarlo a través de la vagina en el momento del parto.

Pero además del embarazo, hay otras causas que provocan su falta de tonicidad: la obesidad, el estreñimiento crónico, la práctica continuada de deportes de impacto, las cirugías vaginales, los cambios hormonales de la menopausia o la edad avanzada.

Pero su función, será también fundamental durante el postparto y a lo largo de toda la vida, evitando molestias y disfunciones muy importantes.

Los cinco problemas asociados al suelo pélvico

Sara Cañamero, matrona del centro MaterNatal y colaboradora de Suavinex en salud femenina, explica qué problemas son más habituales en su consulta tras el parto.

  • Dolor en la zona pélvica. Si no responde al tratamiento antiinflamatorio o va más allá de las dos primeras semanas 'lógicas' que necesita la episiotomía o desgarro para poder curarse, es patológico y hay que buscar la causa.

  • Incontinencia urinaria. El peso que ha tenido que soportar el suelo pélvico en el embarazo puede haber debilitado la musculatura, haciendo que se escapen gotas de orina de manera involuntaria ante ciertos esfuerzos. Esta situación suele desaparecer cinco o seis semanas después de dar a luz, pero es aconsejable consultarlo con una matrona o un fisioterapeuta especializado en suelo pélvico, para que lo valoren, y nos den pautas para fortalecerlo y evitar las pérdidas.

  • Relaciones sexuales dolorosas. Si hay dolor durante la penetración, un síntoma conocido como coitalgia, es recomendable acudir a una consulta, ya que si se trata de manera precoz se puede resolver en poco tiempo. Pero si se hace crónico, puede derivar en coitos dolorosos para siempre o relaciones sexuales no placenteras.

  • Prolapsos. La sensación de peso que sienten algunas mujeres en la vagina es debido a que la musculatura del suelo pélvico está tan débil que no es capaz de cumplir una de sus funciones más importantes: la de sostener los órganos que se encuentran dentro y por encima de la cavidad pélvica.

Hay diferentes grados de prolapso vaginal, según la gravedad: del uno al cuatro, siendo la uno y la dos leve y moderado, que requieren de rehabilitación; y la tres y la cuatro, graves, y necesitan de una cirugía para poder tratarse.

  • Diástasis. Los rectos abdominales se extienden durante el embarazo para hacer hueco al bebé.

En el postparto, dos de cada tres mujeres que ya han tenido más de un hijo sufren de una diástasis no fisiológica, que no responde ni a dieta ni a ejercicios, y que provoca un desplazamiento de los órganos internos.

Esto provoca que la debilidad del suelo pélvico puede ir acompañada de determinadas molestias en la zona lumbar, digestiones pesadas...

Si no se hace nada para corregirla, la diástasis puede perdurar en el tiempo, por lo que es adecuado acudir a un especialista para recuperarse, ya que no sirven los mismos ejercicios de fortalecimiento del suelo pélvico. De hecho, los abdominales clásicos incluso pueden empeorarla.

Tratamiento experto

Para evitar cualquier tipología de suelo pélvico de este tipo, Sara Cañamero aconseja:

Incluso las mujeres que han dado a luz por cesárea, deben revisar su suelo pélvico, pues los problemas en esta zona no son exclusivos del parto vaginal.

Será el especialista quien determine el tratamiento más adecuado para la mamá reciente, según su problema.

Seguramente, dos de las medidas para fortalecer en el postparto inmediato, pasarán por los ejercicios de Kegel y la gimnasia abdominal hipopresiva, que también ayuda con las contracciones del útero, a tonificar el abdomen, y a reducir la tripa.

Más adelante, hay otras terapias que también ayudan, como la práctica de ciertos ejercicios de yoga y pilates, y otras herramientas terapéuticas, como los conos o las bolas chinas, muy útiles para fortalecer.

La experta insiste en que "las molestias del suelo pélvico suelen ser una de las consultas más frecuentes de las mujeres que han dado a luz". Por lo que el papel de las matronas es muy importante para aportar información rigurosa, pautas de cuidado, recomendaciones y desmitificar las creencias asentadas con respecto a la salud sexual y reproductiva femenina en esta etapa.

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