Sueño en los adolescentes: ¿por qué siempre tienen sueño?

Sueño en los adolescentes: ¿por qué siempre tienen sueño?
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Ayer celebrábamos el cumpleaños de un amigo de mi hijo en una celebración con un pequeño grupo de niños de los cuales cinco tenían entre 10 y 13 años, la madre del cumpleañero comentaba que en la reunión inicial del Instituto con padres, algunos profesores sugerían atrasar una hora la entrada a clase (ahora son de 8 a 14 horas). La razón que se había esgrimido que a partir de la adolescencia los chicos y chicas suelen presentar somnolencia por las mañanas, y ya sabemos que nuestros hijos se están acercando.

Reconozco con cierto rubor que me sorprendió la propuesta, e incluso apunté que la solución no sería otra que se podrían acostar antes para dormir lo suficiente. Claro que tratándose de adolescentes, no es tan fácil, y ahora os voy a explicar por qué.

Cómo cambia el sueño en la adolescencia

Como hemos comentado en alguna ocasión, en esta etapa del desarrollo humano, las horas de sueño se pueden reducir un poco dependiendo de cada persona, de manera que estamos hablando de descansar entre 8,5 y 9,5 horas, por lo tanto, dependiendo de cuándo se tengan que levantar, podremos calcular a qué hora se marchan a la habitación, valorando que caer en la cama y dormirse no siempre es todo uno, es decir que hay un tiempo con el que debemos contar, y es lo que tardan en leer un poco o conciliar el sueño.

Lo que no siempre se tiene en cuenta es que los ritmos circadianos sufren algunos cambios en la adolescencia, debido a la melatonina, que se suele segregar a horas más tardías que en niños y adultos, por eso aguantan bien “la nocturnidad” y por eso les cuesta abrir los ojos por la mañana.

Curioso ¿verdad?, aunque cierto es que estos ritmos no son los únicos responsables del déficit de sueño que se viene observando (y no sólo en adolescentes) como veremos más abajo

La melatonina no es la única hormona relacionada con el sueño, puesto que el cortisol también forma parte de este complejo (ya la vez apasionante) mundo de los ritmos circadianos. El cortisol prepara para que el cuerpo tenga energía al despertarse, los ritmos circadianos están ajustados a la luz del sol, y me temo que al contrario del resto de animales (excepto los nocturnos) los humanos no los seguimos, y tampoco somos conscientes de las consecuencias que ello tiene (puede que no sean inmediatas, pero notarse se notarán).

Cuando los niños están dejando de serlo su sueño cambiará

Lo malo es que no seamos capaces de poner remedio al cansancio y falta de rendimiento escolar (entre otros) que origina no dormir suficiente. Es importante que sepamos que si no procuramos las horas necesarias de sueño, la producción de cortisol será insuficiente. ¿Las consecuencias? imaginadlas.

El sueño no es sólo descansar, soñar, también ocurren procesos relacionados con el desarrollo, la secreción de la hormona del crecimiento, la regeneración neuronal… sin contar con la gran cantidad de funciones que pueden estar desarrollando por la noche algunos de los órganos internos.

Pues parece que sí, que retrasar la hora de entrada al instituto podría ser una solución (según lo leído anteriormente llegamos a la conclusión que en la adolescencia puede no funcionar acostarse antes); de hecho algunos estados de Estados Unidos optados por hacerlo, y por lo que sé, en nuestro país, esta solución tiene defensores y detractores, aunque me temo que aplicar una medida de ese tipo nos costaría mucho más por muchas razones.

No sólo por la melatonina y el cortisol…

Seguro que estáis pensando exactamente lo que voy a exponeros, ¿cuántas factores conocéis que dificultan un buen descanso? ¿creéis que es lo mismo tardar en conciliar el sueño leyendo, pensando, escribiendo… que viendo la televisión en la propia habitación, chateando, o descubriendo los mundos del “Destiny” - recién comprado - ?

Recordáis lo que comentábamos aquí sobre la sobreestimulación electrónica?, resulta que afecta el sueño y los procesos de pensamiento.

Chicos más tristes, o malhumorados, menor rendimiento deportivo y / o escolar, incremento exagerado en el consumo de alimentos (con sensación de sueño o sed puede ocurrir, lo sabemos de sobra), lo cual podría llevar al sobrepeso. Además el estado de ánimo puede implicar peores relaciones con familia y amigos.

¿Estamos dispuestos a intervenir en beneficio del rendimiento de los niños?

¿Qué hacer entonces?

Dudo que haya muchos Institutos que propongan lo que se ha sugerido en aquel al que asiste el amigo de mi hijo, y con esta entrada espero aclarar conceptos por si surge en las reuniones, que no hagáis como yo. Es verdad que debemos poner de nuestra parte para que descansen bien, pero también debemos entender el asunto del cambio en los ritmos circadianos, porque ocurre incluso cuando no nos lo creamos.

Pero sí que podemos intervenir y no es tan difícil: la hora de irse a la habitación distanciada de la hora de cenar, y que las cenas no sean abundantes. También deberemos prohibir que se vayan con el smartphone, la tablet a la cama, y por descontado es mejor que en la habitación no haya televisión ni portátil (y si lo hay que quede “requisado” hasta el día siguiente); al fin y al cabo aunque tengan 13 / 14 / 15 años… también son vuestra responsabilidad, y entiendo que os preocuparía un sueño deficiente que tuviera consecuencias negativas.

En los dormitorios no son buenos los ruídos o demasiada luz, así que los hermanos pequeños que dejen ya el Scalextric, y las luces del techo apagadas para dar paso a las lamparitas. Nada de café, te, cafeína en otras presentaciones (desde refrescos de cola hasta bebidas energéticas, seamos serios por favor)… durante las últimas horas de la tarde, y a ser posible durante todo el día.

La habitación es más cómoda si está bien ventilada y su temperatura es adecuada

La actividad física a diario, y las actividades relajantes antes de dormir (música, lectura…) ayudan. Si la hora de acostarse y la de levantarse son siempre las mismas aproximadamente, el cuerpo responderá mejor (aunque sé que cuando empiezan a salir de noche estas normas se las saltan, pero es bueno que las bases estén establecidas).

Es cuestión de proponérselo, y entender que es algo que concierne a toda la familia. Otro tema relacionado es el de la salidas nocturnas cuando tienen edad para hacerlo, las negociaciones sobre la hora a la que volver, etc. no es objeto de este post.

Imagen | erin leigh mcconnell

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