Esta es la postura más cómoda para dar el pecho al bebé cuando hace mucho calor

Esta es la postura más cómoda para dar el pecho al bebé cuando hace mucho calor
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El verano es una etapa en la que puede llegar a complicarse la lactancia materna, dado que hay circunstancias como el calor, la humedad, el aumento de sudoración, los cambios horarios o los desplazamientos, que hacen afectan a la hora de dar el pecho.

Sin embargo, con mucha paciencia y si tenemos en cuenta algunas claves para dar el pecho con altas temperaturas, podemos seguir disfrutando de este momento tan especial para la madre y el bebé, con los grandes beneficios que conlleva para ambos.

La mejor postura para dar el pecho cuando hace mucho calor

Desde el Departamento de Salud de Manises señalan que hay hay ciertas posiciones más cómodas que otras a la hora de alimentar al bebé, que permiten amamantar sin un contacto cuerpo a cuerpo tan estrecho resultando así más cómodas en los días de mucho calor.

Los profesionales de Manises recomiendan, para la época estival, dar el pecho recostada con el bebé al lado o ponerlo en posición de “balón de rugby” apoyándolo sobre un cojín o almohada.

rugby
Postura del balón de rugby

Además de ser la favorita para los días de mucho calor, es una de las opciones preferidas para madres de bebés prematuros, de gemelos o que hayan tenido un parto por cesárea, porque no apoyan al bebé sobre la herida.

¿Cómo amamantar en la postura de "balón de rugby"? La mujer tiene que sentarse sujetando la cabeza y espalda del bebé con su antebrazo. Su cuerpo queda ligeramente curvado sobre el costado de su madre, con los pies en dirección al respaldo del sillón donde esté sentada. Si lo prefiere, puede hacerlo en la cama con cojines para apoyar la espalda, y un cojín de lactancia para que estéis más cómodos. 

En esta postura la madre ve la carita de su bebé, que se siente más seguro al estar acurrucado al cuerpo de su mamá.

Otras claves sobre la lactancia materna en verano

Mayor demanda: La mayoría de los bebés aumentan su demanda de pecho en los meses estivales para compensar la pérdida de líquido por el calor. Por ello, la madre debe estar especialmente pendiente de las necesidades alimentarias de su hijo. La Dra. Blanca Garrido, Especialista en Pediatría del Hospital de Manises y coordinadora de la Unidad de Cuidados Intermedios Pediátricos y Neonatales aconseja “ofrecer el pecho al bebé frecuentemente dándole a amamantar a demanda”.

La leche hidrata: La leche materna consta de un 85% de agua, por lo que el bebé que toma únicamente lactancia materna no necesita un aporte agua extra. Por otro lado, cuando el bebé crece y se introducen nuevos alimentos a su dieta, aunque la lactancia materna siga siendo la fuente principal de agua, los expertos del Hospital de Manises sugieren ofrecerle agua al bebé después de las tomas de alimentos distintas al pecho para saciar su sed, especialmente en verano.

Lugares cómodos: Estos meses calurosos, cuando se da pecho en lugares públicos, hay que buscar lugares que sean frescos y estén en la sombra. En sitios cerrados, debemos tratar de que el lactante no reciba el aire directo del ventilador ni del aire acondicionado, para prevenir constipados y evitar que sufra cambios bruscos de temperatura.

Conservación de leche: Los profesionales recomiendan refrigerar la leche de la madre en caso de que no se utilice durante la hora siguiente a su extracción, así como congelarla si no se va a usar durante las próximas 24 a 48 horas aproximadamente. Según la Especialista en Pediatría del Hospital de Manises, la congelación de la leche debería hacerse en envases pequeños, de un tamaño de 120 a 150 ml, para poder descongelarla de forma gradual cuando se vayan a necesitar las tomas, evitando que se desperdicie la leche. La coordinadora de la Unidad de Cuidados Intermedios Pediátricos y Neonatales también confirma que “una vez pasadas dos horas tras su descongelación, se debe desechar la leche si no se ha utilizado”.

Desplazamientos: La lactancia materna no tiene por qué suponer un impedimento para desplazarse durante los meses de verano, pero se tiene que intentar asegurar al máximo posible cómo van a ser las tomas durante el viaje”. Además, hay que valorar cómo viajar. Si el viaje se realiza en avión, se debe prestar especial atención a ofrecer el pecho, o un chupete, al bebé en los momentos de despegue y aterrizaje para evitar las molestias en los oídos. En caso de que se viaje en coche se debe tener un sistema de retención infantil adecuado. La Dra. Garrido recomienda los paseos al aire libre, “es beneficioso para la salud de la madre y el bebé”.

Vigilar la exposición al sol: Aunque se debe evitar la exposición del bebé al sol durante las horas más calurosas del día, es recomendable que el bebé pase un tiempo al sol para la producción de la vitamina D. Igualmente, se aconseja usar protección física para el bebé, como gorro, sombrilla, ropa, y evitar la temperatura ambiental excesiva.

Alimentación saludable: La especialista establece que la madre que da leche a su hijo debe asegurarse de mantenerse hidratada de forma frecuente a la vez que mantener una alimentación rica en productos frescos con una gran variedad de productos saludables. La madre lactante debe tener en cuenta el gasto extra de energía y líquidos que supone la producción láctea para ella.


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