Guiar sin interferir: así es el rol del adulto en la pedagogía Montessori

Uno de los principios básicos de la filosofía Montessori es la libertad del niño a la hora de aprender por sí mismo siguiendo su propio ritmo e intereses. Por eso, el adulto en la pedagogía Montessori juega un papel de facilitador del aprendizaje, guiando al niño sin interferir.

Repasamos cuáles son las características del guía Montessori y qué beneficios tiene para el niño ser el protagonista de su propio aprendizaje.

El rol del adulto en la pedagogía Montessori: un guía para el niño

Cuando los niños aprenden en un colegio tradicional, generalmente lo hacen de la mano de un profesor cuya función es transmitir los conocimientos a través de lecciones y clases dirigidas. Los alumnos se convierten en receptores de dicha información, y dependiendo del propio profesor y la línea metodológica del colegio, tendrán más o menos oportunidades para explorar sus intereses individuales y dirigir su propio aprendizaje.

Pero si hablamos de la pedagogía Montessori, el concepto de aprendizaje  cambia por completo.  Para empezar, el conocimiento ya no se transmite de manera vertical, de profesor a alumno, sino que es el propio alumno quien participa de forma activa en su aprendizaje.

El maestro Montessori se convierte en un guía que observa, alienta y ayuda al niño a desarrollar sus habilidades e intereses.

Estas son las principales características o funciones del guía Montessori:

Observa al niño y respeta sus ritmos. En el enfoque Montessori, el adulto actúa como un observador de los intereses y necesidades del niño, además de respetar sus ritmos. Esto le va a permitir atender sus demandas de una manera individualizada, al contrario de lo que sucede con la enseñanza tradicional, en donde son los alumnos quienes deben adaptarse al ritmo que marca el profesor.

Prepara el entorno para el aprendizaje. En el método Montessori, el adulto desempeña un papel crucial en la preparación del ambiente de aprendizaje, pues es el encargado de organizar cuidadosamente el entorno para fomentar la autonomía y la exploración del niño.

Fomenta la autonomía del niño. Los adultos Montessori fomentan la autonomía y la toma de decisiones en los niños, por ejemplo, permitiendo  que los niños elijan sus actividades y trabajen en proyectos que les interesen. En la educación tradicional, los profesores suelen tomar decisiones por los estudiantes y estructurar más rígidamente el plan de estudios.

Actúa como facilitador del aprendizaje. El adulto Montessori actúa como un guía o facilitador del aprendizaje que ofrece apoyo y responde preguntas, pero no dirige activamente el proceso de aprendizaje ni proporciona respuestas definitivas.

Enfoca el error como oportunidad de aprendizaje. El maestro o guía Montessori valora el aprendizaje del niño a través de los errores. Es decir, se ve el error como algo positivo y necesario para que los niños aprendan.

Fomenta el desarrollo de habilidades sociales en el niño. Los adultos Montessori también ayudan a los niños a desarrollar habilidades sociales y de resolución de conflictos. Al fomentar un ambiente de respeto y colaboración, los niños aprenden a trabajar juntos y a resolver problemas de manera constructiva.

¿Qué beneficios tiene para el niño aprender con un guía Montessori?

Cuando el niño participa de un aprendizaje activo y vivencial, y actúa movido por sus propios intereses e inquietudes, los beneficios sobre su desarrollo son numerosos:

1) Autonomía. Ser protagonista de su propio aprendizaje permite que los niños tomen decisiones basadas en sus intereses y curiosidades. Esto fomenta su autonomía y les ayuda a desarrollar habilidades para la toma de decisiones.

2) Pasión por el aprendizaje. Cuando los niños aprenden por propia motivación, desarrollan un amor duradero por el aprendizaje, lo que les ayuda a mantener su entusiasmo a lo largo del tiempo.

3) Aprendizaje práctico y sensorial. El método Montessori se basa en el uso de materiales sensoriales y prácticos que permiten a los niños comprender conceptos abstractos a través de la experiencia directa. Los guías Montessori facilitan la interacción del niño con estos materiales, lo que promueve una comprensión más profunda y duradera.

4) Habilidades sociales y colaborativas. Aunque el enfoque Montessori fomenta la independencia, también promueve habilidades sociales y de colaboración. Los niños trabajan juntos en actividades y aprenden a respetar las necesidades y opiniones de los demás.

5) Promueve la exploración y la creatividad. La motivación intrínseca permite a los niños explorar y experimentar sin miedo al fracaso. Esto a su vez fomenta la creatividad, el pensamiento crítico y la capacidad para resolver problemas.

6) Concentración. El enfoque en actividades autodirigidas y de libre elección en el método Montessori permite a los niños desarrollar la capacidad de concentrarse en una tarea durante períodos prolongados. Esto promueve la atención y la profundización en el aprendizaje.

7) Error como base del aprendizaje. En demasiadas ocasiones los adultos vemos los errores que cometen los niños como algo negativo en lugar de enfocarlo de manera positiva y constructiva. Los guías Montessori ven los errores como oportunidades en lugar de fracasos, lo que contribuye a un enfoque más positivo del aprendizaje.

8) Autoestima. El enfoque positivo y respetuoso de los guías Montessori promueve la confianza en sí mismos y la autoestima de los niños. Al permitirles tomar decisiones y superar desafíos por sí mismos, los niños desarrollan un sentido de logro y confianza en sus habilidades.

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