Las familias seculares, ¿cómo son sus valores?

Las familias seculares, ¿cómo son sus valores?
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Según un estudio realizado en Estados Unidos, desde los años 50's se ha ido produciendo un aumento paulatino de familias seculares, es decir, de aquel tipo de familia en la que no existe una relación con alguna religión, lo que lleva a que cada vez más niños crezcan en hogares en lo que ni se reza, ni se habla de Dios.

Vern Bengston, profesor de gerontología y sociología de la Universidad de Southern California, ha supervisado durante más de 40 años el Estudio Longitudinal de Generaciones, el cual se ha convertido en todo una referencia que relaciona vida familiar y religión a través de varias generaciones en Estados Unidos. Ahora Bengston analiza las familias seculares, ¿cómo son sus valores?

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Las familias en cuyo seno no se practique ninguna creencia han pasado de un 4% en los años 50 a sobrepasar el 11% en el 2012. Este dato es el que ha provocado el estudio de este tipo de familias y su impacto en la sociedad actual.

Con motivo de los cambios sociales producidos a raíz de los cambios socio-políticos y tecnológicos de las últimas décadas, ha dado pie a una menor necesidad de Dios en el núcleo familiar. Pero esto, ¿qué implica? Si pasamos de una sociedad de valores basados en la religión, a otra que ha eliminado a religión de su rutina diaria, ¿qué pasa con esos valores? ¿Cómo son en esas familias?

Pues a pesar de lo que muchos crean, lejos de ser disfuncionales o sin rumbo o de moral cuestionable, los hogares seculares proporcionan una base sólida en valores para los niños.

Cuando Bengston analizó los datos del comportamiento de las familias no religiosas se quedó sorprendido ante los altos niveles de solidaridad familiar y la cercanía emocional entre padres e hijos, unos fuertes valore éticos y morales transmitidos de forma clara y firme a las nuevas generaciones.

"Muchos de los padres no religiosos son más coherentes y apasionados sobre sus principios éticos que sus homónimos creyentes." Vern Bengston

Según el autor muchos de los padres no religiosos son más coherentes y apasionados sobre sus principios éticos que sus homónimos creyentes. El estudio confirma que la vida familiar no religiosa presenta sus propios valores morales y enriquecedores preceptos éticos. El principal de ellos: la resolución racional de problemas, la autonomía personal, la independencia de pensamiento, la eliminación del castigo corporal, el espíritu de "cuestionarlo todo" y, por encima de todo, la empatía.

La regla de oro: trata a los demás como te gustaría que te trataran

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Para las familias no creyentes la moralidad se basa en un principio básico, la reciprocidad empática. Un antiguo imperativo ético universal, que no requiere de dioses ni presencias sobrenaturales.

"La forma en que les enseñamos a nuestros hijos lo que está bien y lo que está mal es tratando de inculcar un sentido de empatía. ¿Cómo se sienten las otras personas?¿Cómo se está al otro lado? Y para ello no veo la necesidad de Dios". Comentaba una madre en el estudio.

La idea de las familias no creyentes es la de separar la ética y la moral de Dios y la religión. Si tu moral va unida a Dios, ¿qué pasa si empiezas a cuestionarte su existencia? ¿Tiene tu mundo moral que desmoronarse por ello?

Los adultos seculares tienden a ser menos vengativos, nacionalistas, beligerantes y autoritarios.

El estudio también muestra que los chicos que han crecido en estos ambientes son menos dados a seguir la "corriente general" y a ser más críticos con lo que en ese momento esté de moda. También y Según un estudio de la Universidad de Duke del 2010, cuando se conviertan en adultos serán menos propensos a presentar actitudes racistas. Muchos de estos estudios psicológicos muestran que los adultos seculares tienden a ser menos vengativos, nacionalistas, beligerantes y autoritarios, fomentando otras aptitudes como la tolerancia, son más propensos a aceptar la explicación científica del calentamiento global, aceptar la igualdad de la mujer o la homosexualidad.

También la mayoría de ellos permanecen sin creer en Dios el resto de su vida. Según las estadísticas de la Oficina Federal de Prisiones de Estados Unidos, los ateos estaban casi ausentes en la población de reclusos penitenciarios, cerca del 1% y aquellos países con una mayor población de no creyentes, como Suiza, Japón o Dinamarca presenta una tasa de criminalidad más baja que aquellos otros con una menor proporción de no creyentes.

En mi opinión este estudio disipa las dudas de algunos padres que deciden educar a sus hijos alejados de cualquier religión en lo referente al código moral y los valore con los que estos se vayan a desarrollar en un futuro. Lo que queda claro es que los valores no religiosos son tan fuertes y "sanos" como los basados en la religión. Es más, muchos de ellos no pertenecen a ninguna de las religiones existentes, no son ningún invento de Dios, sino uno de los pilares sobre los que se ha forjado la sociedad humana. La empatía, la moralidad y el respeto a los demás no viene inculcado por ningún dios, es algo necesario para formar una sociedad en la que hemos sobrevivido todos nosotros durante millones de años.

Foto | thinstock
Vía | Los Angeles Times
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