¿Cuáles son mis días fértiles?

¿Cuáles son mis días fértiles?
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Cuando queremos quedarnos embarazadas, una de las preguntas que más solemos hacernos es cuáles son mis días fértiles, con el fin de que la concepción se produzca cuando mantenemos relaciones sexuales.

Si bien no es bueno obsesionarse con el calendario de fertilidad, y tampoco está garantizado que en nuestros día fértiles quedemos embarazadas, sí podemos averiguar cuáles son los días más apropiados para intentarlo.

Para saber cuáles son los días fértiles de la mujer podemos fijarnos en el calendario o determinar los síntomas físicos que acompañan la ovulación.

El calendario de fertilidad de la mujer

Los días fértiles son aquellos en los que la mujer está ovulando, esto es, cuando el ovario suelta un óvulo o huevo maduro que desciende por las trompas de falopio. Esto suele suceder unos 14 o 15 días antes de la regla. Durante la ovulación, que puede durar dos o tres días, el óvulo espera ser fertilizado por un espermatozoide.

Si no se produce la fertilización durante el periodo de tiempo en el que el óvulo está dispuesto, el cuerpo de la mujer se da cuenta que no hay embarazo, y se va preparando para eliminar el óvulo con la siguiente menstruación. Al día siguiente el ciclo vuelve a empezar.

Los ciclos de la mujer suelen abarcar 28 o 30 días, por lo que serán los días centrales del ciclo los más propicios para quedarse embarazada: 14 o 15 días después del primer día de menstruación.

Si mantenemos relaciones sexuales frecuentes a partir del día 13 durante unos cinco días favorecemos que se produzca la fecundación, aunque ésta no solo depende de que el óvulo esté maduro y preparado, pues hay otros factores que pueden influir para que se logre el embarazo. Además, no todos los ciclos de las mujeres son tan regulares y aciertan los días en los que el óvulo está maduro, como veremos a continuación.

Por otro lado, tengamos en cuenta que los espermatozoides permanecen vivos aproximadamente entre 48-72 horas en el interior del cuerpo de la mujer, por lo que también existe posibilidad de quedase embarazada si mantenemos relaciones antes de que se haya producido la bajada del óvulo.

Cuando el calendario de fertilidad no funciona

El ciclo de la fertilidad funciona como un reloj interno dentro de cada mujer, aunque algunas lo tengan “desajustado”, como sucede con el síndrome de ovarios poliquísticos (SOP), que produce unas menstruaciones y ovulaciones irregulares. De todos modos, aunque haya temporadas en las que no se ovule, sí hay momentos en que se es fértil: la menstruación consecuencia de la ovulación llega tarde o temprano, por lo que el embarazo es posible y habitual.

Además, aunque no tengamos SOP un mes o unos meses determinados podemos sufrir una irregularidad en nuestro ciclo que puede deberse a múltiples razones (estrés, cercanía de la menopausia, cambio de dieta, enfermedad…). Entonces, puede que estemos más de un mes sin ovular, y las cuentas de las que hemos hablado anteriormente no funcionen, no ya porque no se produzca la fecundación sino porque no está el óvulo maduro dispuesto.

Por oro lado, tengamos en cuenta que si bien los ciclos regulares más frecuentes suelen ser de 28 a 30 días también hay mujeres en los que el ciclo puede durar hasta 24 o 35 días, depende de cada organismo.

Signos físicos de los días fértiles: la temperatura basal

Sindorme de ovarios poliquisticos

La temperatura basal es la temperatura corporal cuando nos despertamos. Si vamos tomando dicha temperatura y anotándola a lo largo del ciclo nos percataremos de las oscilaciones que nos pueden indicar que estamos en nuestros días fértiles. Se trata de un método bastante fiable que requiere constancia y precisión.

Consiste en tomarse la temperatura cada mañana recién levantada. El método no predice la ovulación sino que indica que la ovulación ya se ha producido. Conviene empezar a tomarse la temperatura el primer día de menstruación e ir anotando cada día. Antes de la ovulación, la temperatura basal suele oscilar entre los 36,5ºC y los 36,7ºC.

Como consecuencia de cambios hormonales concretos (que producen un aumento de los niveles de progesterona), dicha temperatura suele aumentar entre 0,3ºC y 0,5 ºC en los 2 o 3 días posteriores a la ovulación. El aumento se mantiene hasta el final del ciclo, cuando comienza el siguiente periodo menstrual.

Es importante tomar nota de las oscilaciones en la temperatura basal durante algunos meses, para detectar posibles irregularidades en el ciclo y establecer nuestro calendario. Si las mediciones son similares en esos meses, sabemos que manteniendo relaciones sexuales a partir de los días anteriores al cambio de temperatura tendremos más probabilidades de quedar embarazadas, pues se supone que hemos ovulado.

De todas formas, hemos de señalar que este método no es fiable por ejemplo si la temperatura se toma en distintos momentos del día, si la mujer tiene fiebre, si está enferma… Además hay mujeres que no experimentan aumentos de temperatura basal al ovular. Y si aumenta la temperatura pero sólo a partir del tercer día de haber ovulado puede ser demasiado tarde para la fecundación.

Por eso si seguimos este método hay que iniciar las relaciones unos días antes del aumento de temperatura, pues puede que el óvulo ya esté dispuesto aunque no lo indique el cambio de temperatura.

Otros signos de ovulación: el flujo vaginal

Hacia la mitad de nuestro ciclo se producen cambios en la textura del flujo a causa de la acción de los estrógenos. Durante la ovulación se produce moco cervical que notaremos como un aumento de flujo. Este flujo ayuda a los espermatozoides a nadar hasta el óvulo. En los días en que la mujer no es fértil, el moco cervical es blanquecino o amarillento, poco abundante y de textura más bien pegajosa.

En los 2 o 3 días anteriores a la ovulación, el flujo aumenta en cantidad, se hace transparente y toma textura filamentosa, similar a la de la clara de huevo). El periodo más fértil empieza en el último día en que detectemos ese tipo de moco cervical (parecido a la clara de huevo). Por lo general, esto sucede la víspera de la ovulación o bien el mismo día de la ovulación. Poco a poco el moco se va poniendo más y más pegajoso y seco, cuando la ovulación concluye.

Esperemos que este repaso por el proceso de la ovulación y sus síntomas os ayuden a saber cuáles son los días fértiles en los que es más probable quedarse embarazada. La ilusión por conseguir el embarazo bien merece que nos detengamos en estos aspectos y sepamos reconocer cuándo se dan los momentos óptimos para intentarlo.

Foto | lepiaf.geo en Flickr
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