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Ocho problemas comunes en la lactancia y cómo solucionarlos

Ocho problemas comunes en la lactancia y cómo solucionarlos
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No hay mejor alimento para un bebé que la leche materna. Sin embargo, a veces el establecimiento de la lactancia materna no se consigue fácilmente ni de inmediato. Sobre todo, si eres una mamá primeriza. Pero no te desanimes. Aunque surjan problemas, la clave para solucionar casi todos los inconvenientes está en poseer la información necesaria para conocer las causas y cómo actuar en cada caso.

Te contamos cuáles son los problemas más frecuentes con los que se encuentran las madres al inicio de la lactancia materna y cómo solucionarlos.

Un mal agarre del pezón

Es la causa principal de casi todos los inconvenientes que surgen durante el establecimiento de la lactancia materna. Si el bebé no succiona correctamente el pecho, los problemas derivados pueden ser las grietas en los pezones, la mastitis o inflamación de la mama, la escasez de flujo de leche materna, etc.

El mal agarre del pezón es la causa principal de casi todos los inconvenientes

Cuando el bebé coge con sus labios solamente el pezón puede ocasionarnos dolor y no alimentarse adecuadamente.

Para solucionarlo, haz pinza con tus dedos índice y corazón para coger el pezón e introdúceselo con delicadeza al bebé en la boca asegurándote de que el recién nacido coge correctamente tanto el pezón como parte de la aureola. Evita darle el biberón y los chupetes en esta primera etapa, pues pueden confundirle y hacer que el bebé abandone la lactancia.

Presta también atención a la colocación del bebé, tal vez esté incómodo. Apoya con cuidado su cabecita en la cara interna de tu codo y forma un nido alrededor de él con tu brazo. Una almohada de lactancia puede ayudarte a conseguir la postura más adecuada para ambos.

Demasiada o poca leche durante la lactancia

A veces las mamás producen una cantidad excesiva de leche durante los primeros meses después del nacimiento debido a las hormonas. Es necesario dejar pasar un tiempo para que los ritmos de las tomas y las necesidades del bebé regulen la producción de leche de la madre.

Las expertas en lactancia, como las de La Liga de la Leche, recomiendan en estos casos ofrecer al bebé solo un pecho por toma. De esta manera, la producción de leche no se estimula tanto como si en cada toma se activa la producción de ambas mamas.

Las dudas más frecuentes durante la lactancia materna están relacionadas con la cantidad de leche que se produce

Pero a veces ocurre todo lo contrario: parece que la mamá no tiene suficiente leche y su bebé no obtiene la cantidad de nutrientes necesarios. La duda que más comúnmente asalta a las mamás lactantes en algún momento de la lactancia materna es, precisamente, si producen la cantidad de leche adecuada para su bebé. En realidad, la deficiencia de leche materna ocurre solo en muy pocas ocasiones.

La mayoría de las mujeres creen que tienen muy poca leche, aunque producen la proporción adecuada. Lo primero que habría que hacer en este caso, es excluir una falsa alarma. Si das el pecho a demanda, el bebé moja el pañal con la frecuencia debida para su edad y su peso se incrementa regular y adecuadamente, no existe ningún problema.

Si colocas al bebé el pecho cada vez que lo pida, se estimulará la producción de leche de forma natural. Tómate tu tiempo y respeta su ritmo. La lactancia debe ser una experiencia tranquila y relajada. También puedes utilizar un sacaleches entre toma y toma para estimular una mayor producción de leche materna.

Rechazo del pecho

Algunos bebés rechazan el pecho al poco tiempo de haber empezado con la lactancia. Seguramente se debe a una mala experiencia respecto a la postura o el agarre del pezón. En otras ocasiones, la causa está en que el bebé ha probado el biberón, lo cual le puede haber resultado mucho más cómodo ya que no precisa esforzarse para obtener los nutrientes. También puede deberse a un perfume, loción o crema de de olor fuerte o con sabor desagradable.

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El rechazo al pecho puede radicar en una mala experiencia

Para solucionarlo, no trates tu pecho con cosméticos ni uses perfumes y sigue insistiendo en ofrecer el pecho al bebé. No utilices biberón y evita también los chupetes. Para estimular el reflejo de succión del pequeño lo mejor es armarse de paciencia, colocar al bebé al pecho el tiempo que haga falta y solo darle esto.

Descompensación de pechos

A muchas mamás lactantes les sucede que producen mucha más cantidad de leche materna en uno de los pechos. Esta descompensación suele deberse a que no se deja al bebé el tiempo suficiente como para que vacíe ambos pechos por igual.

Cuando "obligamos al bebé" a beber de los dos pechos en una misma toma, casi con toda seguridad tomará menos del segundo pecho que del primero. La mayoría de los bebés beben de 10 a 20 minutos del primer pecho, en tanto de la otra mama toman tan solo una mezcla de agua y leche de saturación.

Asegúrate de que vacía un pecho antes de ofrecerle el otro y empieza la toma por el seno del que succionó menos tiempo

Por ello es mejor que no le interrumpas la succión para cambiarle de pecho. Déjale todo el tiempo que necesite para vaciar el primero de los pechos y solo ofrecerle el segundo si lo reclama.

Siempre debes asegurarte que en la siguiente toma el bebé empieza por el pecho en el que se entretuvo menos tiempo, de manera que ambos pechos sean estimulados por igual para la producción de leche materna.

Dolor o grietas en los pezones

Las causas más comunes del dolor en los pezones son la mala colocación del bebé al pecho o la mala succión por parte del bebé. Para poner fin al problema, prueba las distintas posiciones para amamantar hasta encontrar aquella en la que ambos os sentís igual de cómodos.

Si aplicas paños calientes encima sobre el pecho antes de dar de mamar al bebé, también facilitarás la salida de la leche y la zona dolorida del pecho no se resentirá tanto con la labor de succión del bebé. Si tienes dudas, siempre puedes recurrir a una matrona para que te asesore.

La mala colocación del bebé o un mal agarre son las causas más frecuentes

Es importante que cuides y protejas la piel de la zona dolorida de roces y fricciones innecesarias que pueden provocarte rápidamente grietas en la piel.

Las pezoneras pueden ayudar a que la lactancia materna no se vea interrumpida en estos momentos, ya que protegen los pezones de la fuerza de succión del bebé.

También es recomendable extender sobre los pezones unas gotitas de la misma leche materna tras cada toma o utilizar cremas específicas para ablandar el tejido y evitar que se agrieten aún más.

Mastitis o inflamación de la mama

De una congestión sin tratamiento adecuado se puede producir una infección de los senos o una mastitis. La leche materna caliente es un caldo de cultivo ideal para los gérmenes. La mastitis que no ha presentado síntomas previos de congestión puede deberse a heridas en la piel de los pezones que no se hayan tratado adecuadamente.

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El mantenimiento de la lactancia es la solución más rápida contra la mastitis

Para reducir el riesgo de mastitis infecciosa, es especialmente importante lavarse bien las manos antes de la manipulación de los pezones y prestar especial atención a cualquier síntoma de enrojecimiento, rojez, dolor, fiebre u obstrucción.

También es importante cambiar a menudo la posición de amamantar y no interrumpir la lactancia materna, ya que aunque pueda provocar molestias en el seno afectado, en realidad la succión del bebé es la solución más rápida y eficaz contra el problema. Si después de varios días la situación no mejora, debemos visitar a la matrona o al ginecólogo.

Obstrucción de la leche materna

Si la leche no puede salir adecuadamente, puede dar lugar a la congestión del pecho y podrían aparecer ganglios y enrojecimiento. Una posible causa es que el bebé no mame casi de un pecho o que no lo vacíe por completo. Otra razón podría deberse al uso de un sujetador demasiado apretado.

Actuar correctamente ante el primer indicio es fundamental

Lo más importante es actuar correctamente ante el primer indicio de obstrucción. Así evitaremos que el problema cause un mal mayor, como una mastitis o infección.

Otras medidas que pueden resultar igualmente eficaces consisten en procurar poner más tiempo al bebé en el pecho donde se tiene problemas para que intente estimularlo.

También resulta aconsejable intentar estimular el flujo de leche con compresas o agua caliente. Y si ninguna de estas medidas es suficiente, un masaje suave del pecho puede ser de gran ayuda.

Una mala postura

Es otro de los problemas que comparten un mayor número de madres lactantes. El agarrotamiento, el dolor de espalda, cervicales o abdominales debido a una postura incómoda o forzada durante la lactancia.

La postura adecuada para amamantar al bebé se consigue sentándonos con la espalda recta y sin encorvar el cuello. Las almohadas de lactancia también resultan útiles para descargar parte del peso del bebé en ellas y asegurarnos la postura correcta para ambos. Por ejemplo, la Almohada de lactancia Boppy de Chicco facilita la lactancia y hace que la experiencia sea mucho más cómoda para la mamá y el bebé. Gracias a su relleno específico y a su forma “Miracle Middle Insert”, reduce la tensión muscular en los brazos, espalda y cuello de la mamá.

La almohada de lactancia favorece la postura correcta

También permite al bebé succionar con comodidad proporcionándole un soporte adecuado y ayudándole a mantener una posición natural durante la lactancia.

Además Boppy es un complemento muy versátil ya que sigue el desarrollo psico-motor del bebé y le acompaña en su crecimiento, pudiendo ser utilizada tanto por la mamá como por el peque desde los tres meses.

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Los problemas o complicaciones durante la lactancia son un inconveniente bastante común y no deben desanimarte. Tienen solución y la mayoría de las veces es más sencilla de lo que pensamos. En caso de duda, siempre puedes acudir a un grupo de matronas expertas en lactancia materna para que te asesoren sobre la mejor forma de erradicarlos.

Hay bebés que se enganchan perfectamente al pecho desde el primer momento y otros a los que les cuesta un poco más. Pero todos ellos nacen con un gran instinto de succión. Ten paciencia y sé optimista. Con constancia y estos consejos seguro que tu bebé y tú sois capaces de superar cualquier obstáculo que se os ponga en el camino.

En Momentos Chicco

Imágenes | iStock / Evgenyatamanenko / Artranq / Tharakorn.

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